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Ascenso de la balona a segunda B · el recibimiento
Unas ocho mil balonos apiñados en el lugar por antonomasia de las celebraciones albinegras, la Plaza de la Constitución, entonaron el "sí, sí, sí, acabamos de subir" con un fuerte ruido de cohetes como telón de de fondo para recibir ayer, poco antes de las nueve de la noche, a los héroes del ascenso de la Real Balompédica, que veinticuatro horas antes dio el salto a la Segunda división B tras empatar a tres en el Municipal Anduva de Miranda del Ebro con el Mirandés.
Desde antes de las siete de la tarde las calles del centro de La Línea ya estaban atestadas de hinchas vestidos con la camisola blanquinegra o portando banderas con los colores y el escudo de su equipo, mientras que los más impacientes se desplazaron hasta Guadiaro para escoltar en su entrada a La Línea a una plantilla a la que afición no paró de hacer reverencias. Cuando abandonaba el vehículo el entrenador, Gabriel Navarro 'Baby', el público comenzó a corear su nombre.
Los jugadores tuvieron que pasar por el estrecho pasillo que le dejaban los seguidores para llegar hasta el Museo del Istmo, aunque algunos se entretuvieron en ese pequeño trayecto para, con evidentes gestos de emoción, abrazarse con sus familiares y amigos. De fondo, la música de Queen con su ya legendario 'We are de champions" (nosotros somos los campeones) y voces que recordaban que el eterno rival no atraviesa en estos intantes momentos tan felices.
Una vez en la terraza de la antigua comandancia militar el presidente, Alfredo Gallardo, tomó la palabra para expresar su convencimiento de que el ascenso "es de todos" y que la plantilla ha dado a la afición "lo que tanto tiempo venía reclamando, el ascenso a Segunda B".
Baby se dirigió a la masa para darle las gracias, elogiarla, agradecer el trabajo de compañeros y plantilla y recordar que tenía una deuda pendiente con la institución desde el descenso en Mallorca hace seis años.
Mientras jugadores y aficionados intercambiaban aplausos, la terraza se convirtió en una improvisada sala de fotografía, donde los integrantes de la plantilla posaban junto a los aficionados a los que se había permitido el acceso.
José García (masajista), Copi -que aseguró que no existe "otra afición como ésta"- Coco, que tuvo el bonito gesto de acordarse con cariño de las aficiones de Miranda y Anguiano -una postura que encontró el máximo apoyo entre quienes se encontraban en la plaza- y el capitán Espínola fueron tomando la palabra antes de que el presidente de que el máximo responsable del club diese por concluido lo que no quería ser más que el enésimo acto de comunión entre la plantilla que ha llevado a la Balona a Segunda B y sus incondicionales.
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