Con este Algeciras, al fin del mundo (0-0)

Algeciras/La versión más comprometida y responsabilizada del Algeciras CF arrancó un punto ante el líder, al mejor equipo de toda la Primera Federación. Los albirrojos sumaron un empate (0-0) ante el Alcorcón en el Nuevo Mirador, un resultado en el que solo creían los más optimistas, un pasito adelante en la encarnizada pelea por la permanencia.

Muy pocos son los que han conseguido rascar algo esta temporada ante la AD Alcorcón, por eso el botín supo a gloria a una afición que se marchó orgullosa del estadio. Así sí, así se puede ir a la guerra. Así sí se puede salvar el Algeciras en las ocho finales que todavía tiene por delante.

Los de Iván Ania solo vieron peligrar el partido en el ultimísimo tramo del encuentro, en un tiempo añadido que pesó como una losa y en el que al Alcorcón le anularon un gol por fuera de juego a balón parado. La repetición demuestra que Castro cabecea solo tras haber salido un poquito más adelantado que la defensa. Un 'no' gol, dicho sea de paso, que habría sido un injusticia por los méritos sobre el verde y que habría clavado un puñal a la moral algecirista. Afortunadamente el asistente tuvo ojo de halcón.

El Algeciras no solo sale vivo de su cita con el líder. Debe salir reforzado y se sitúa con 33 puntos, todavía en puestos de descenso pero con mucho más pulso que hace una semana. Por lo pronto, los de Ania están igualados a la Balona y el Ceuta y tienen a tiro de victoria a un Sanse que es duodécimo. La lucha está en un puño.

El Algeciras se presentó con una pequeña revolución en el once marcada por las bajas (la última la de Álvaro Romero) pero también con futbolistas señalados en el banquillo. Ania devolvió a Admonio a una defensa con Albarrán, Van Rijn y Tomás; reconstruyó el centro del campo con Pepe Mena junto a Borja y apostó por una mediapunta con Rodrigo Sanz, Juan Serrano y Siddiki por detrás de Roni. Miño repitió en una portería cuyo debate quedó ya zanjado hace tiempo.

Los albirrojos, que saltaron con una camiseta de "ánimo Ferni", arrancaron con fuerza y con una clara oportunidad en un remate de Albarrán en vaselina que se estrelló en el larguero. El Alcorcón no tardó mucho en demostrar sus intenciones y a la mínima que pudo buscó la meta de Miño con un par de disparos de Addai.

El empuje albirrojo brindó otra ocasión tempranera con un chut raso y tenso de Pepe Mena que hizo a Chus Ruiz emplearse por bajo. En el saque de esquina siguiente Admonio casi acierta en la diana. El zaguero hizo su mejor partido como algecirista.

Trataba de fijar sus condiciones el Alcorcón, con muchísima calidad cuando pisaba campo contrario, pero mantenía el pulso el Algeciras, muy entero y más incisivo que nunca con Siddiki muy enchufado.

Tras una primera media hora con mucho criterio de un Algeciras que jugaba de tú a tú contra el líder, los de Ania tuvieron el primer contratiempo serio en el minuto 32 cuando Pepe Mena sintió un pinchazo muscular y tuvo que ser sustituido. El técnico dio entrada a Benítez y desplazó a Juan Serrano al medio, donde sufrió pero se dejó el alma.

Un disparo, precisamente, de Ale Benítez cerró una buena primera parte de los algeciristas que no concedieron nada a un Alcorcón con hechuras de equipo que sabe que los partidos duran 90 y pico minutos.

El Alcorcón dio un pasito adelante en su presión con el comienzo de la segunda mitad para intentar incomodar a un Algeciras que había estado muy suelto. La sensación es que en este periodo empezaba una nueva partida de ajedrez en la que iban a ser esencial las nuevas piezas: los jugadores de refresco.

Addai puso a prueba a Miño en el minuto 56 con un disparo rasito tras deshacerse de la marca de Tomás. Los alfareros comenzaron a tener algo más las manijas. Pero entonces rugían las gradas del Mirador dando ánimos para requilibrar la balanza.

Los de Ania lo intentaron por banda en una buena pared con Rodrigo Sanz como protagonista, pero el cansancio y el calor hacían mella ya, sobre todo a la hora de dar ese último pase. Por eso empezaron a llegar los recambios, con Elejalde y David Martín para buscar ese revulsivo en campo contrario.

El último cuarto de hora fue una batalla posicional por ver quien forzaba el fallo del contrario. Los dos conjuntos priorizaron no perder la posición. Al Algeciras le vino larga la prolongación en la que llegó el gran susto: gol anulado al Alcorcón por fuera de juego en una acción a balón parado en el minuto 92. No hubo tiempo ni a llevarse las manos a la cabeza porque el árbitro pitó al instante.

Los tres mil algeciristas que se dieron cita en el Nuevo Mirador empujaron a su equipo en este momento de adversidad y, por encima de todo, se fueron con renovada fe en que sí se puede, en que la salvación es posible si el compromiso se pone a partes iguales. Los goles llegarán o no, pero jugando así hay más posibilidades.