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Sevilla C - Algeciras CF | La crónica

El Algeciras, sólido en defensa pero raquítico en ataque, suma un punto que sabe a poco en la primera salida con Fajardo

La dinámica a domicilio aleja a los albirrojos a siete puntos de la liguilla

El algecirista Juanjo busca el balón ante el portero sevillista y un contrario. / Víctor Rodríguez

De los fuegos artificiales a quedarse prácticamente a oscuras. El Algeciras CF se reencontró con su realidad fuera de casa. Con la realidad de un equipo al que le cuesta un mundo crear peligro cuando sale del Nuevo Mirador. Con la realidad de un club histórico al que no le vale un punto porque se cae al séptimo puesto del grupo X de Tercera división, a siete puntos del cuarto. El segundo partido de la era Emilio Fajardo, el primero a domicilio, se saldó con un empate sin goles ante el Sevilla C que sabe a poco, a muy poquito a la vista de los resultados de los que marchan en cabeza.

Fajardo ha vuelto más sólido al Algeciras (dos jornadas seguidas sin encajar), pero quizás pecó de conservadurismo en el recogido campo 7 de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros. El técnico apostó de nuevo por jugar con tres centrales y dos carrileros, pero esta vez fijó un doble pivote de currantes y sacrificó el talento de Antoñito. Y cuando los albirrojos se quedaron en superioridad numérica, casi 20 minutos, retiró a Pipo, el único capaz de encontrar un pase entre líneas. Los algeciristas apenas intimidaron a un filial joven, disciplinado y aguerrido pero anclado en zona de descenso. Al final Karim acabó expulsado y agrió más si cabe la tarde porque los albirrojos se quedan sin delantero para el próximo compromiso ante el Utrera.

El empate, que seguramente en la primera vuelta se habría dado por bueno, no contenta ni debe contentar a un Algeciras que lleva demasiado tiempo sin una alegría fuera de casa. Todos los candidatos a estar en la fase de ascenso a Segunda B, todos, consiguen arrancar algún triunfo por aquí o por allá, pero el Algeciras no lo hace desde octubre.

Cargar con el mochuelo a Fajardo se puede antojar injusto, pero el entrenador dejó pasar un tren que era obligado. Si el Algeciras no empieza a hilvanar victorias, una detrás de otra, el objetivo del playoff y la ilusión de la hinchada corren el riesgo de diluirse como un azucarillo antes de que llegue la Semana Santa.

Lo más positivo es que el Algeciras transmitió una seguridad defensiva que se había perdido en los últimos viajes. El algecireño Álvaro Benítez encajó como un guante en el once, como si nunca se hubiese ido, pero los albirrojos completaron un primer tiempo con mucha briega y poco fútbol... Ni pegada.

Fajardo armó un doble pivote con Josemi y Aaron, dos jugadores jóvenes y sacrificados, pero casi idénticos. Los visitantes apenas pudieron conseguir un par de llegadas por bandas. Demasiado poco para el equipo que la semana anterior salió a comerse el mundo ante su gente.

Lo más negativo, curiosamente, llegó en el segundo tiempo, cuando más dominio y presencia tuvo el Algeciras en terreno sevillista. Fue entonces cuando rebrotaron los fantasmas y las carencias de un conjunto que se encasquilló, especialmente cuando se vio en superioridad por la expulsión del local Juan Delgado, por un entrada fuera de lugar. Los de Fajardo no supieron deshacer la telaraña de unos chiquillos con actitud de perros viejos, sobre todo a la hora de perder tiempo y repartir estopa para interrumpir el juego.

Salió mejor el Sevilla C en un duelo que comenzó con retraso. El Algeciras se rehizo a partir del minuto 10 cuando Pipo probó fortuna con un disparo y su rehace casi lo caza Iván. Al capitán no se le vio cómodo en esa posición y suele tener más llegada cuando llega desde atrás.

El Algeciras lo intentó con un remate tímido de Karim a centro de José Carlos en medio de una fuerte presión sevillista, de un rival agresivo. La oportunidad más clara llegó a la media hora con un centro desde la derecha de Juanjo que Iván enganchó alto. El primer acto se esfumó con los dos equipos más preocupados por guardarse las espaldas que exhibir sus dentaduras.

Tras el descanso el Algeciras adelantó las líneas, sobre todo tras la entrada de Antoñito, pero los visitantes no conseguían romper el cerco. Corría el minuto 65 cuando el local Juan Delgado cazó con una entrada dura a José Carlos. El colegiado, que solo había amonestado hasta el momento a jugadores del Algeciras, expulsó con roja directa al sevillista.

El Algeciras no supo aprovechar esa superioridad con 25 minutos por delante. Fajardo metió a Alberto Fuentes pero retiró a Pipo. No quiso renunciar a uno de los centrales y dar otro pasito más arriba ante un filial que se sabía acorralado.

Como suele ocurrir muchas veces en estos casos, el Sevilla C aunó fuerzas con diez y formó un frontón infranqueable para un Algeciras que lo intentó con poca fe y menos acierto.

Para colmo, Karim vio la segunda amarilla en un innecesario barullo con el meta sevillista al filo del 90’ y deja al Algeciras sin ‘9’ para la próxima batalla ante el Utrera salvo que Antonio Sánchez salga como el mismísimo Cid Campeador. Bromas aparte, un punto más pero menos margen de remontada para el Algeciras.

El exbalono Chesco dimite como técnico del Cabecense

El exbalono Francisco Javier Pérez Garramiola Chesco presentó este domingo su dimisión como entrenador del CD Cabecense tras la derrota sufrida ante el Ceuta (1-2).

El preparador vio como su equipo fue remontado en los últimos instantes y encajó la segunda derrota consecutiva en casa este 2019 para ahondar una crisis que deja al Cense en el antepenúltimo puesto del grupo X de Tercera división. Chesco tomó las riendas del Cabecense en la duodécima jornada tras la marcha de Antonio Jesús Falcón, a quien le condenó un mal arranque un liguero y un bache que se pronunció con tres tropiezos seguidos.

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