El Guadalcacín llega a Algeciras dispuesto a exhibir dignidad

Jerez/El Algeciras Club de Fútbol no debería tener el más mínimo problema para sumar los tres puntos en el choque de este jueves (12:00) en el Nuevo Mirador ante el colista del grupo X de Tercera, un Guadalcacín que está disputando sus últimos partidos en categoría nacional después de cinco temporadas en las que se ha codeado con algunos de los equipos más históricos del fútbol occidental andaluz.

En efecto, el Guadalcacín cuenta las jornadas para que su descenso a División de Honor se haga efectivo. La temporada está siendo un auténtico calvario para los jugadores y el cuerpo técnico guadalcacileños. Ni con Javi Rivas, entrenador que arrancó la temporada, ni ahora con Jesús Mendoza se han puesto remedio a los males del equipo.

Lejos queda ya aquella temporada 2014-2015, primera de los jerezanos en Tercera, en la que fueron capaces de asaltar el Nuevo Mirador en la jornada 15 por dos goles a tres. De aquel equipo, en el que militaban ilustres como José Vega y Adrián Martín, sólo quedan tres jugadores: el meta de El Torno Lebrón; el capitán Diego Galiano, ex de la Balona;Diego Galiano, y Luis Castillo.

La planificación deportiva en pretemporada fue un auténtico despropósito. Con el paraguas de una economía modesta –que por otra parte se ha llevado a gala durante todo el periplo en categoría nacional– la entidad facilitó la salida de jugadores sobre los que se cimentó la permanencia en Tercera, cursó la ficha a otros que viendo el panorama decidieron ni empezar la pretemporada –como Juanan o Pancy– y aterrizaron varios jugadores que habían destacado en Primera Andaluza pero a todas luces poco hechos para una categoría tan fuerte como la Tercera.

La lógica se impuso, el equipo arrancó mal y para colmo varios jugadores importantes se perdieron las primeras jornadas de Liga por lesión. Uno de ellos es el capitán Diego Galiano, que tras reaparecer a mediados de la primera vuelta recayó de una lesión de tobillo que desde entonces le mantiene en el dique seco.

Las jornadas fueron pasando y el Guadalcacín sólo tenía en el casillero el punto que logró en casa contra la Lebrijana. El técnico, Javi Rivas, fue elevando el tono de sus quejas por la falta de jugadores competitivos y la pasividad que demostraba la junta directiva.Ésta decidió romper la cuerda, prescindió del portuense y confió el equipo a Jesús Mendoza. Con el exjugador del Xerez Club Deportivo el equipo mejoró, sumó en Coria la primera de las dos únicas victorias de la temporada, a las que hay que sumar cuatro estériles empates y nada menos que 24 derrotas.

Llegaron jugadores como Marín y Pablo Pérez, aunque este último se marchó la pasada semana a Suiza por cuestiones laborales, y antes de que se cerrara el plazo de fichajes Robert y Germán, aunque pagando el peaje de tener que dejar libres a Pancy y Chato.

Ante este panorama desolador, Jesús Mendoza ha tirado de la cantera y ha subido al primer equipo al juvenil Fernando –Benítez, otro juvenil, ya era habitual desde el inicio de la temporada– y al cadete Beni, que lleva tres partidos siendo titular en el lateral izquierdo.

El técnico es consciente de que poco trabajo más queda por hacer salvo salir a competir en todos los partidos y ponérselo difícil a los rivales, aunque con los poderosos de la categoría las diferencias son más que evidentes.

En Algeciras afronta el Guadalcacín el tercer partido consecutivo contra aspirantes a jugar la fase de ascenso a Segunda B. Los dos anteriores se saldaron con derrota en el Fernández Marchán: 0-2 en el derbi local contra el Xerez Deportivo FC y la goleada del pasado domingo ante el Ceuta (1-5).

Como bien apunta el entrenador jerezano, los partidos que resta hasta final de temporada deben de servir a sus jugadores como escaparate para la próxima andadura, porque el fútbol sigue aunque el Guadalcacín pierda una categoría que tanto costó conseguir y para la que, esta temporada y por ser benévolo, no se ha acertado con la planificación deportiva.