El Algeciras y la operación resurrección
Algeciras CF
El vestuario de Fajardo recuerda que la pasada temporada logró el ascenso cuando parecía imposible e invoca a ese mismo espíritu para resurgir el domingo en Mérida
"Esta familia nunca se rinde", proclama Antoñito
Algeciras/Si te caes, te levantas. Pero ¿y si te dan por muerto? El Algeciras CF tiene experiencia reciente en este lúgubre asunto. El equipo de Emilio Fajardo necesita una descarga potente de electroshock para recuperar el pulso y salir de ese coma al que parece haber caído en las siete jornadas que lleva sin ganar. El vestuario albirrojo es consciente de que para salir de la crisis y de la zona de descenso precisa una victoria el próximo domingo (17:00) en el estadio Romano ante el Mérida, el colista del grupo IV de la Segunda B.
El Algeciras, este mismo Algeciras, ya fue capaz de hacerlo la pasada temporada. Los chicos de Emilio Fajardo emergieron cuando todos (o casi todos) habían perdido la fe en las posibilidades de alcanzar la fase de ascenso. Después de la debacle en Coria y, sobre todo, tras el varapalo ante el Conil, muy poquitos creían en el milagro. Fue entonces cuando los jugadores dieron un paso al frente para defender a su cuerpo técnico y cuando, poco a poco, reengancharon a la afición para obrar uno de los ascensos más heroicos del centenario club.
Recuperar ese espíritu de la liguilla, ese ambiente que alcanzó su cénit en Socuéllamos, es el objetivo primordial de la plantilla del Algeciras. La reacción pasa por ellos mismos y la única manera de apagar este fuego es con tres puntos y una primera victoria a domicilio que daría un vuelco a la situación. Puede que incluso repercutiese hasta en el ámbito institucional en un impás en el que la directiva parece aguardar a ver qué sucede en Mérida.
Algunos futbolistas importantes de la caseta del Nuevo Mirador ha hecho el guiño esta semana de por dónde tienen que ir los tiros. "Todo el mundo necesita un hobby ¿Cuál es el nuestro? Resucitar", escribía Antoñito. El algecireño remataba su mensaje con un rotundo "esta familia nunca se rinde".
No es el único que ha expresado su sentir. Lo hizo el meta Romero el pasado martes y lo manifiesta también Borja Vicent, uno de los tipos con más carácter del vestuario: "Después de unos días malos y mucho pensar... Creo ciegamente en esta familia, en estos jugadores y en esta afición", asegura. "No hace más de seis meses pasamos algo muy parecido y unidos conseguimos el objetivo. Pues esta vez no va a ser menos. Sigamos luchando", proclamó el zaguero.
Que nadie duda de la implicación y la profesionalidad de esta plantilla es un hecho. Pero la realidad es que el Algeciras necesita su versión más competitiva para tratar de asaltar el Romano, una plaza siempre complicada por mucho que el Mérida atraviese también un momento muy delicado. Los de Fajardo tienen que empezar por blindarse, no solo ante las críticas y los medios, también ante sus rivales, y desde esa seguridad atrás, afinar la puntería. Se antoja mucho más difícil hacerlo que contarlo, pero las opciones de los albirrojos pasan por hacer un partido sin fisuras y casi perfecto.
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