Algeciras, este año está para ti (1-0)
Algeciras CF - Real Jaén CF | Fase de ascenso a Segunda B | La crónica
Los albirrojos toman ventaja con un gol de penalti de Iván en el 88' en un partido que cambia Romero al detener una pena máxima en el 49' cuando más achuchaba el Jaén
El equipo de Fajardo sabe sufrir ante un rival que domina. Los locales juegan en superioridad los últimos 20 minutos por la expulsión de Moha
Algeciras/Este año sí. Este año está para el Algeciras CF. A base de mucho correr, de coraje y también de fútbol, Emilio Fajardo ha armado un equipo de fe inquebrantable capaz de tumbar gigantes como el Real Jaén CF. El Algeciras sobrevivió primero y prevaleció después a las bravas, como ha vuelto a enganchar a su gente, en el partido de ida de la segunda ronda por el ascenso a Segunda B. Un descomunal Romero en la portería cambió el signo de la tarde y seguramente de la eliminatoria al detener un penalti nada más comenzar la segunda parte. El capitán Iván Turrillo marcó el gol de la pena máxima que cayó en el minuto 87 -otra vez el 87- en plena avalancha albirroja, con los locales en superioridad numérica, para poner en franca ventaja a los de Fajardo antes de la próxima visita a la Nueva Victoria.
El Algeciras tiene un santo que se llama Jesús Romero. El Jaén estaba en su salsa, con piel de dominador, con oportunidades claras, pero empezó a dudar tras la aparición del ángel de la guarda del Nuevo Mirador. Los albirrojos rompieron las cadenas y agarraron el balón para empezar a hacer daño. Los jiennenses se quedaron con uno menos justamente por la expulsión de Moha en el minuto 70 y tocaron retirada. Fue entonces cuando se desató la tormenta perfecta algecirista y llegó en ese mágico minuto el penalti sobre Karim. Discutido, sí. Mucho más claro fue el que el árbitro obvió minutos antes sobre Antoñito. Iván completó el guion soñado y puso firma de victoria a un encuentro muy de liguilla, de playoff que dicen ahora, de fútbol solo apto para valientes con más de seis mil aficionados en un escenario de superior categoría. Qué envidia de ambiente.
El Real Jaén todavía debe preguntarse cómo es posible que no marcase en el Nuevo Mirador porque tuvo oportunidades de todos los colores. La única respuesta posible pasa por ese espíritu irreductible que ha creado el Algeciras y que tiene su máximo exponente en Romero. Qué difícil es echarle la pata a este equipo, a este grupo de jugadores que ha alcanzado una credibilidad desbordante. El rival albirrojo, el campeón del otro grupo andaluz, un auténtico plantillón nombre por nombre que ha hecho 101 puntos, hizo casi todo bien durante muchos minutos. Casi todo, menos marcar. El que perdona lo paga y el conjunto de la ciudad del Santo Reino lo pudo pagar aún más caro en los fogonazos finales.
El Algeciras, que viene de eliminar al L'Hospitalet (al subcampeón catalán), salió a mandar ante el Real Jaén, pero pinchó en hueso. Fajardo sentó a Pablo Ganet y metió a Pipo con el objetivo de marcar las directrices del primer envite. El resto del once, el previsto. El plan no se sostuvo porque el oponente se apoderó del esférico. Los visitantes se sentían cómodos. Borja Vicent, providencial al corte, provocó la primera tarjeta amarilla de la tarde, de Moha, a la postre decisiva. Un disparo lejano y desviado de Pipo significó el primer conato de aviso albirrojo al cuarto de hora.
Romero comenzó su clinic en el minuto 17 tras un tiro intencionado de Mario Martos, uno de los mayores peligros del cuadro morado. Instantes después lo probó de nuevo Martos desde la distancia y atajó el Gato. José Carlos vio la primera amonestación algecirista en el 24' y a renglón seguido se produjo la más clara del Jaén con una triple oportunidad en el área que desbarató Romero por dos veces y el larguero por último. El meta lanzó un beso a la madera. El Algeciras capeaba el temporal y sufría. Era lo que tocaba.
Los de Fajardo protagonizaron su mejor ocasión del primer tiempo pasada la media hora a balón parado con un cabezazo de Antonio Sánchez que se marchó por muy poquito. Avisaba el conjunto de Fajardo, pero la realidad es que el partido estaba como el Real Jaén quería. El Algeciras abusaba del juego en largo en busca de una salida con su faro arriba. Salvo algunos chispazos del descarado Tote, la circulación algecirista estaba cortocircuitada. El descanso cayó como un bálsamo.
El Jaén se tuvo que dar cuenta de que era ahora o nunca y comenzó el segundo tiempo con una presión apabullante. Los de Germán Crespo embotellaron al Algeciras. Los visitantes rondaban y rondaban hasta que en el minuto 49 el extremeño Delfa Ramos decretó penalti en una acción difícil de ver de primeras, con muchos futbolistas en el área chica y el balón casi pegado a la cal. El trencilla lo vio claro y lo pitó. Cervera cogió el balón, pero llegó el momento de Romero, del santo. El paradón del guardameta resultó como un electroshock. El Nuevo Mirador se levantó al unísono y algo cambió hasta en el aire.
A partir de ese instante comenzó otro partido, el Algeciras se soltó y se reencontró con su fútbol, con la mejor manera para hacer daño a un Jaén que empezó a darle vueltas al coco... el penalti fallado, las ocasiones, la eliminatoria con el Racing de Ferrol... Y es que el fútbol tiene mucho de cabeza. La entrada de Pablo Ganet por Pipo a falta de media hora supuso otro estímulo. De repente los visitantes se quedaron con diez en el 70' después de que Moha viese la segunda amarilla para frenar una de las embestidas que cada vez eran más incesantes. Antoñito, Tote, Ganet, Iván... todos embestían. Sonó el cuerno de retirada en las filas de quien habían manejado la mayor parte del encuentro.
Fajardo olió la sangre y entraron Karim y después Eric. Más piernas, más presencia arriba. José Carlos lanzó un zambombazo en el 82' que lamió la cepa de un poste. A falta de cinco minutos el árbitro obvió lo que pareció un penalti claro sobre Antoñito. Dos minutos después, sin embargo, Delfa Ramos sí decretó la pena máxima en una acción en la que Karim intentaba llegar por alto en pugna con Javi Pérez. Fútbol. Y corría el minuto 87, como ante la UD Los Barrios y como ante el L'Hospitalet. Iván Turrillo agarró el cuero y el capitán colocó a su izquierda para hacer estallar parte de La Menacha. Los últimos compases y los cuatro minutos de añadido se jugaron volcados de lado del Algeciras. Pudo caer el segundo, pero el derroche fue tal que ambos equipos acabaron completamente vacíos. Fue una lucha de campeonato.
El Algeciras toma ventaja en la eliminatoria (1-0) y se jugará en Jaén el domingo a las 20:30 el pase a la ronda decisiva que conduce a Segunda B. Un pasito más, pero queda un mundo.
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