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El Algeciras, entre la ambición y la realidad

Algeciras CF

Los albirrojos llegan al parón de la Navidad en mitad de la tabla, con buenos números para lograr la permanencia, pero cada vez más alejados de los trasatlánticos que pelean por el playoff

La plantilla tiene ahora tres semanas para recargar las pilas y el club, margen de maniobra

Los algeciristas, la tarde ante el San Fernando. / Erasmo Fenoy

Algeciras/El Algeciras CF llega al parón de la Navidad con tres semanas por delante para recargar las pilas, hacer balance de una primera vuelta a la que todavía le faltan dos jornadas (las dos primeras de enero) y reflexionar sobre los retos para 2022. Los albirrojos están en mitad de la tabla del grupo II de la Primera RFEF en una zona cómoda, sin embargo la última derrota -que entraba dentro de la lógica- y las declaraciones realizadas por Iván Ania sobre la necesidad de refuerzos para no pasar apuros han reavivado el debate dentro del algecirismo sobre cuál debe ser el verdadero objetivo de este equipo en la segunda vuelta.

El algecirismo se debate entre la ambición y la realidad. La ambición de intentar aspirar a codearse con los mejores -aunque algunos presupuestos estén a años luz- y la realidad de una categoría que se está mostrando seguramente más exigente de lo que la mayoría esperaba. Pero lo de la realidad también se centra en la situación de una plantilla que se antoja corta por las bajas y por el rendimiento de algunas de sus piezas. Esto último, por supuesto, también tiene que ver con el aprovechamiento que el entrenador hace de sus mimbres, de los jugadores que el club firmó en verano.

El Algeciras se ha mostrado ambicioso desde que Félix Sancho asumió las riendas para impulsar la transformación en Sociedad Anónima Deportiva. El hecho de que el equipo se quedase a las puertas del ascenso al fútbol profesional el pasado curso también ha tenido que ver en la mentalidad que se viene cociendo en La Menacha con un proyecto que implica casi empezar de cero con muchísimos cambios.

El futuro máximo accionista del Algeciras siempre ha hablado de un proyecto a cuatro años pero sin renunciar a nada, sin dejar de competir por las máximas cotas. Iván Ania desembarcó para esa premisa y con ese convencimiento, también con un contrato de cuatro campañas que refrendaba las intenciones del burgalés. El míster ha hablado desde primera hora de ser ambicioso y los resultados en el primer cuarto de liga alimentaron la caldera de las aspiraciones. Sin embargo, el Algeciras de este segundo cuarto de competición se ha vuelto más terrenal y ha evidenciado unas carencias que a día de hoy invitan a pensar en que pueden convertirse en un problema aún mayor si no se toman soluciones a tiempo.

El conjunto de Iván Ania cuenta con 24 puntos, los mismos que el Real Madrid Castilla y el Alcoyano. Los algeciristas gozan de un colchón de ocho puntos sobre el descenso que marcan UCAM y Sevilla Atlético (16) y están a cuatro de la quinta plaza que ostenta la Balona (28), el que cierra el vagón de cabeza. Esta distancia, sin embargo, puede ampliarse hasta los seis puntos si el Castellón gana el partido que tiene pendiente por el Covid. Se puede decir que el Algeciras está a medio camino de lograr la permanencia en la Primera RFEF (el objetivo que firmaría la mayor parte de la afición). Esta es la radiografía numérica a falta de dos encuentros para zanjar la primera vuelta.

La entidad arrastra el desaguisado deportivo del verano

Por otra lado, está la cuestión ligada a las sensaciones y a las necesidades de un plantel que sufre algunas vías de agua. Ania viene lidiando con bajas por lesión desde la pretemporada, con algunos casos preocupantes, y la rotación útil de los algeciristas se ha visto reducida a trece-catorce jugadores, como quedó palpable también en la Copa del Rey.

El fondo de armario es un asunto que está en el candelero. Todo el mundo coincide en que el Algeciras necesita reforzarse sí o sí, pero una cosa es la teoría y otra, la práctica. Los responsables deportivos asumen que necesitarían hacer sitio en la plantilla antes de acometer cambios por razones de espacio y también económicas. Y es que el Algeciras todavía trata de arreglar el desaguisado deportivo que toleró en verano con el anterior dirigente de la parcela, el ovetense Sergio Fernández, que abandonó la entidad el pasado 23 de agosto con unos motivos oficiales poco convincentes por parte del club.

Ania ya dejó claro antes de empezar la competición que precisa de un delantero más. El técnico ha ido tirando con Roni y Romero, pero si falta uno de los dos el equipo se resiente y mucho. El asturiano, no obstante, no había sido tan tajante públicamente como en la rueda de prensa tras la derrota en Albacete. El club reaccionó rápido y bien a la lesión de Pelayo Morilla con la llegada de Ferni, todo un acierto. Los albirrojos tienen ahora margen de maniobra y unas semanas de tranquilidad para tomar decisiones. Enero a buen seguro marcará hasta dónde podrá llegar este Algeciras en mayo.

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