Que no estaba muerto (1-3)

El Algeciras CF sigue vivo en el lío de la liguilla. Los albirrojos se ganaron el derecho a seguir creyendo tras salir triunfantes ante el Betis Deportivo (1-3). El equipo de Emilio Fajardo, en su versión más seria, dio continuidad en Sevilla a su reacción con un gran partido. Solidario, contundente y con esa pizca de fortuna tan esquiva durante la temporada, el Algeciras tumbó para su lado tres puntos de oro que mantienen el pulso. Los del Nuevo Mirador continúan a cinco puntos del cuarto, con solo cinco jornadas por delante, pero ahora la sensación es que los de Fajardo van a pelear a cuchillo hasta las últimas consecuencias.

El multiusos Antoñito, el capitán Iván y el pichichi Antonio Sánchez materializaron la victoria del Algeciras en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, donde al final hubo algunos algeciristas infiltrados en las gradas y donde los béticos solo pudieron batir a un enorme Romero en el tiempo añadido por medio de un insistente Raúl. Bien es cierto que el árbitro anuló a los locales un tanto a falta de diez minutos con 0-2 no se sabe muy bien por qué. Tras esa polémica decisión llegó la sentencia albirroja. Fútbol.

El partido a cara o cruz en Heliópolis tuvo de todo y para todos los gustos, además de hasta tres expulsados. Rober –que mató a su equipo–, Cerpa y al final Rodri. El duelo se jugó por momentos en plan ruleta rusa, algo que convenía mucho más a un filial verdiblanco repleto de talento ofensivo. Sin embargo, el Algeciras supo rebajar el nervio y llevar el encuentro donde quería. Con más temple, con oficio y esta vez con gran acierto. Y con el viento a favor este equipo puede ser peligrosísimo.

Fajardo sostuvo la revolución del día de Puente Genil y la defensa de cuatro: el técnico rehizo el once con la vuelta de Pablo de Castro, que fue un lince en la retaguardia, y metió a Javi Zafra, que fue el Zafra desequilibrante del arranque de temporada. Eso quiere decir que repitieron Cerpa y Tote. El defensa onubense estuvo estupendo en la zaga. Lástima esa primera amarilla porque la segunda evitó una ocasión franca que coqueteó con el penalti. El canterano algecireño, por su parte, se sacó un nuevo curso en su particular graduación. Tote juega con descaro, da aire fresco y baja a robar balones.

El centro del campo con Pablo Ganet, Iván y Antoñito se adueñó de la situación cuando empezó a carburar. Antonito Sánchez se convirtió en un tormento para la defensa bética –sobre todo para Simón– y los laterales Juanjo y José Carlos han recuperado el brío con un sistema que definitivamente le ha sentado de maravilla al equipo.

El Algeciras se encontró de salida con un Betis Deportivo atrevido. El filial mandó durante los diez primeros minutos de partido, sin disparar a puerta pero con algunos merodeos por el área de Romero que desbarató la línea defensiva albirroja. Pronto quedó patente que la conexión Rober-Rodri encabezaba la hidra bética. Los visitantes comenzaron a soltarse con internadas por la banda de Zafra. El roteño puso dos centros envenenados a Antonio Sánchez y el segundo lo tuvo que atajar el guardameta verdiblanco en el 11’. El Algeciras robaba y hacía circular la bola con un Ganet en todos sitios, siempre arropado, y con una presión alta.

Corría el minuto 18 cuando Javi Zafra lanzó una contra. Su cabalgada acabó con el balón en el área del Betis. Allí Antonio Sánchez presionó a Simón, éste perdió la bola y Antoñito apareció como una centella y definió con clase. Llegaron entonces los minutos de duda de los locales, con un Algeciras bien plantado sobre el verde. Al filo de la media hora Antonio Sánchez estuvo cerca de enganchar otro centro y en el 33’ llegó el primer arreón del filial cuando Romero detuvo el disparo de Raúl y después Pablo de Castro salvó los muebles ante el tiro de Rober a puerta vacía. El Gato apareció en el 39’ para desbaratar una intentona de Rodri en el último coletazo bético antes del descanso.

El Algeciras ganaba y mandaba, pero el Betis Deportivo amenazaba con poner patas arriba el partido en cualquier momento. Así echó a rodar un segundo tiempo que quedó marcado por la expulsión de Rober. El internacional español sub-17 vio dos amarillas casi seguidas y en el 51’ dejó en inferioridad a los pupilos de José Juan Romero, que empezó a menear el banquillo.

El Algeciras tuvo el segundo en el 57’ tras un centro de Juanjo que Antonio Sánchez remató de primeras a un palo. Con el filial volcado y casi partido en dos, los de Fajardo reventaron el ánimo a los locales en el 70’: robo de balón, centro de Antonio Sánchez y toquecito sutil de Iván para superar a Tienza.

El partido parecía que estaba listo pero un cuarto de hora en la Ciudad Deportiva Luis del Sol da para mucho. Romero salvó en el 74’ una ocasión de Rodri, que se había echado ya encima a los suyos, y un minuto después Cerpa vio la segunda amarilla para evitar un ataque clarísimo. El lanzamiento de falta de Nané, pegado al área, lo abortó Romero providencial.

El Betis Deportivo tuvo el gol de la esperanza en el minuto 81 en un centro que cabeceó Raúl y que el colegiado anuló por falta. La repetición de la jugada dejó muchas dudas. Dos minutos después llegó la sentencia del Algeciras en una contra en la que José Carlos centró para que Antonio Sánchez ejerciese de pichichi. Ahora sí, finiquitado.

Aún así los últimos compases dieron para un disparo al larguero del filial, para la segunda amarilla de Rodri y para el ansiado gol del honor del Betis Deportivo, obra de Raúl, tras un cúmulo de paradas de Romero, que es humano aunque a veces no lo parezca.

Golpe de mando de un Algeciras que fue mejor que el Betis Deportivo, más allá esto o de lo otro. Los albirrojos se ponen con 64 puntos, con el golaveraje ganado al filial, y siguen a cinco de un Xerez DFC que supo sufrir y vencer en Espiel y a seis de un Ceuta que hizo lo propio ante el Sevilla C ¿Soñamos? Soñemos.