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(0-0) El Algeciras lo retoma como lo dejó

Algeciras CF - Marbella FC | La crónica

El Algeciras compite con carácter e iguala fuerzas ante un rival poderoso al que puede tumbar

El árbitro rectifica un penalti sobre Álvaro Romero en un fuera de juego que no existió

Vallejo contagia seguridad en la portería, Alcázar destaca y Juan Serrano debuta en Segunda B

La acción en la que Alfonso comete penalti sobre Romero, anulada por un fuera de juego que no fue. / Erasmo Fenoy

Algeciras/Han pasado más de siete meses, pero el Algeciras CF sigue siendo el mismo. El equipo de Salva Ballesta retomó la competición como la dejó: compitiendo, dando bocados, derrochando y sacando un empate de tú a tú ante un rival, sobre el papel, más fuerte. El Algeciras arrancó la temporada 20-21 con un empate (0-0) ante el Marbella FC, siete meses después de aquel empate ante el San Fernando en el Nuevo Mirador. Mucho ha cambiado la vida de todos desde entonces por culpa de una maldita pandemia, pero los albirrojos han vuelto con el sello Salva, con ese carácter innegociable con el que se puede ir a cualquier parte.

El Algeciras empató, pero pudo ganar y seguramente mereció más que un solo punto, que también sabe a gloria. Por ocasiones, que las tuvo más y más claras que el Marbella, y por un clamoroso penalti que el árbitro escamoteó a instancias de su asistente. Ruiz Aguilera había señalado el punto fatídico tras un derribo de Alfonso a Álvaro Romero en el minuto 71, pero el línea levantó la bandera por un fuera de juego que no existió. Quién sabe si ahí pudo haber cambiado todo.

El Algeciras dejó una muy buena impresión, nada que ver con el regusto de la pretemporada, ante un reducido grupo de fieles, ante los 800 que permite el protocolo sanitario de la Junta de Andalucía. Una pena que el virus impidiese un ambiente de fiesta, a la altura de un partido cargado de atractivos.

Vayan apuntando algunos nombres: el portero Guille Vallejo, el escurridizo Álvaro Romero, el incansable Alcázar o el canterano Juan Serrano. El algecireño, como había prometido Salva, debutó titular en Segunda B con su Algeciras y, lejos de arrugarse, compitió como uno más. Aquí hay futbolista. Pero sería injusto no alabar el esfuerzo de todos los que saltaron al césped, del primero al último, dejando cualquier atisbo de individualismo por el colectivo.

Con un canterano titular y con solo 16 jugadores en la lista. Así se presentó un Algeciras mermado por las lesiones en la última semana de la preparación. Salva no quiso ni vestir a los tocados. Que quedase claro desde un primer momento lo que había. El técnico armó algo parecido a un 4-3-3 sustentado en Guille Vallejo en la portería y con muchísimos repliegues, una tarea en la que lucieron Alcázar, Melchor y Espejo. El nuevo cancerbero lo bordó en su estreno con paradas, con salidas y, sobre todo, con una seguridad aplastante que se contagió al resto de sus compañeros.

El Algeciras sufrió de inicio ante un Marbella robusto, que metió miedo nada más salir a balón parado, desde la esquina y con un lanzamiento de falta que hizo volar a Vallejo en el minuto 4. Lanzó Esteban Granero. En el siguiente córner Cordero remató de cabeza al larguero. Tembló todo el algecirismo al mismo tiempo que la madera. Los costasoleños manejaban, sin embargo, pronto el Algeciras empezó a enseñar los colmillos con rápidas embestidas, como un avispón. Llegó entonces el arreón de los locales y una jugada de estrategia de Salva maravillosa en un córner que burló a todo el mundo: Serrano tocó en la esquina, Romero hizo como que iba a sacar y se metió hasta dentro y el canterano disparo lamiendo un palo del portal de Alfonso.

El duelo se fue igualando y a la media hora el Algeciras tuvo una clarísima ocasión para marcar en una acción impulsada por el joven Alcázar, la revelación de la tarde. El centro de este desde la derecha lo empaló Iván Turrillo y lo desbarató el meta visitante. El Marbella imponía pero cada vez lo hacía con más cuidados ante un Algeciras respondón y con muchas piernas.

A la vuelta del descanso, el partido se endureció por momentos y cuando el Marbella trataba de acosar con balón la trinchera levantada por los algeciristas, los de casa pudieron golpear por dos veces con el mismo protagonista: Álvaro Alcázar, un sub-23 que volvió locos a los defensores costasoleños. El albirrojo pudo marcar en el 54' y en el 58', tras un robo. Ambos disparos se marcharon fuera por poquito.

El Marbella hizo uso de su mayor fondo de armario. Salva tuvo que administrar mejor sus movimientos. El primero en irse fue Juan Serrano, ovacionado. Lo mejor es que los cambios no bajaron un ápice la intensidad del Algeciras, a pesar de que los Benítez, Melchor, Robin y Espejo se estaban vaciando por completo.

La última ocasión del partido fue del Algeciras y surgió de las botas de Marcos Mendes. Encomiable labor del punta, que se entendió de maravilla con Romero. Una arrancada suya y un pase al hueco provocó el claro penalti de Alfonso sobre Romero en el minuto 71. El árbitro pitó y señaló el punto fatídico pero rectificó a instancias de su asistente, que había levantado la bandera por fuera de juego. El vídeo demuestra que los jueces se equivocaron por completo.

Después de la polémica acción, los de Salva supieron tener la compostura suficiente para no echar por tierra en el tramo final todo lo trabajado. El Marbella rondó el área y lo intentó a balón parado, pero el Algeciras se mantuvo firme para acabar correspondido con aplausos desde las gradas.

El fútbol de verdad ha vuelto al Nuevo Mirador y lo ha hecho con un punto que invita al optimismo.

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