El Algeciras salva los muebles pero sigue regalando (1-1)
Algeciras CF - CD Badajoz | La crónica
Un penalti absurdo de Admonio destroza una buena primera parte de los albirrojos, rescatados con un gol de cabeza de Siddiki a falta de un cuarto de hora
El equipo de Iván Ania sigue sin ganar en 2023 y no se aleja del descenso
El vídeo resumen del Algeciras - Badajoz
Algeciras/Otro regalo y dos puntos más que se escapan del Nuevo Mirador, que se ha convertido en un vergel para los visitantes. El Algeciras CF salvó los muebles ante el Badajoz (1-1) con un gol de Siddiki, pero el equipo de Iván Ania sigue sin ganar en 2023 y así va a ser complicado alejarse de la angustia que supone convivir cerca del descenso en el grupo I de la Primera Federación.
Un penalti de alevín de Admonio destrozó una primera parte que estaba siendo de dulce y totalmente dominada por el Algeciras. Gorka Santamaría rentabilizó la gentileza de los albirrojos desde el punto fatídico y el partido entró en la dinámica de lo que viene siendo ver al Algeciras en los últimos meses. Esa sensación de ir contra el reloj, de ir remando siempre en contra, de que todo el mundo está en contra de un equipo que se complica la vida él solo. Cuando no es uno, es otro.
El Algeciras, eso sí, tuvo la entereza para recomponerse y retomar en el segundo tiempo lo que estaba haciendo bien. Los de Ania, que no finalizaron todas las veces que deberían, acertaron a falta de un cuarto de hora con un centro magnífico de Ferni que cabeceó como un torpedo Siddiki, salvador desde el banquillo. El Badajoz se quedó con uno menos por la expulsión tonta del exalbirrojo Jesús Alfaro, pero Albarrán equilibró las fuerzas al ver su segunda amarilla poco después. No hubo chance para aprovechar ese regalito.
El punto pone al Algeciras con 25 para seguir solo dos por encima del descenso, de esa línea que marca el Fuenlabrada. El fuego continuará una semana más demasiado cerca antes de dos citas trascendentales para bien o para mal: Talavera y Ceuta.
El partido arrancó tras un sentido minuto de silencio en memoria de Diego Valencia, asesinado el pasado miércoles en el atentado yihadista ocurrido en la ciudad. Iván Ania apostó por el mismo once del empate en Salamanca con una única variante, la entrada de David Martín en una banda por Iñaki Elejalde.
El Algeciras salió alegre y se adueñó de la situación. La primera arrancada vino en un gesto de clase de Borja que acabó en el primer córner para los de casa. Los albirrojos tocaban, buscaban bandas y trataban de llegar con cierta comodidad ante un Badajoz bastante conservador. Al cuarto de hora se produjo una clara oportunidad para los locales tras una buena conexión entre Ferni y Albarrán, que terminó con el disparo de David Martín que repelió la melé defensiva. Podría haberle pegado de primera. A renglón seguido, los albirrojos reclamaron mano de un defensa blanquinegro en un centro de Albarrán.
El Algeciras dominaba aunque carecía de punch en la finalización. Y entonces llegó la catástrofe en su área. Corría el minuto 31 cuando un balón largo a Adilson desembocó en el absurdo penalti de Admonio, que se lanzó sin pensárselo y arrolló al extremo de los pacenses. Penalti como un castillo que transformó con sangre fría Gorka Santamaría en el 0-1.
El Badajoz se puso por delante casi sin darse cuenta y el Algeciras, como le suele pasar en el Nuevo Mirador últimamente, se empezó a calentar con quien no debe, con el árbitro, y perdió el foco y las formas. El duelo llegó calentito al descanso y Albarrán se pudo haber ido a la calle... antes de tiempo.
El segundo periodo empezó con una casi oportunidad para Gorka Santamaría, el mejor de los suyos y crucial en las dos áreas porque el ariete sacó a última hora un balón peligroso en un saque de esquina. En este lance se complicaron los de casa pero quedó en un susto.
Los problemas se incrementaron para Ania cuando en el minuto 53 se lesionó Roni, que tuvo que ser sustituido por Elejalde. Vaya rachita lleva el ariete este curso. El surrealismo también apareció en el minuto 55, cuando el árbitro cortó una contra peligrosa del Algeciras para cambiar el balón, que al parecer estaba desinflado.
Con todo, los del Nuevo Mirador se templaron y tuvieron una clara ocasión en botas de Romero al filo del 60' que sacó Kike Royo. El ansiado empate llegó en el 72' tras un centro majestuoso de Ferni que remató Siddiki entrando como un caza. Golazo del marroquí, que viene aportando mucho más en las últimas semanas.
El gol espoleó a todo el algecirismo en un partido que se puso más de cara cuando Alfaro vio la roja en el minuto 77 por un golpe a Iván. ¿Un cuarto de hora y el viento a favor? La remontada era posible. Pero el efecto gaseosa se disipó cinco minutos después tras ver Albarrán su segunda amarilla al cortar un contragolpe que no debió suceder porque el Badajoz había aceptado acabar sometido. El Algeciras cercenó de golpe esa ventaja y la recta final quedó completamente abierta.
Sin perder de vista que ninguno quería perder el punto, fue el Algeciras el que más rondó el área contraria, pero solamente eso, rondar. Mucho rondar y poco chutar. Ania solo agotó tres cambios y Mario Ortiz, en el banquillo, ni calentó.
El algecirismo despide enero sin una sola alegría en forma de victoria y con el rabillo del ojo puesto en el 31 de enero, aunque muchos han perdido la fe en cuanto a refuerzos y empiezan a prepararse para sufrir lo que resta de campaña.
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