Una salvación sufrida y para aprender (0-1)

Algeciras CF - Real Madrid Castilla | La crónica

El Algeciras se queda en Primera Federación gracias a las victorias del Alcorcón y el Córdoba

Los albirrojos, incapaces tras encajar el gol de Peter en el minuto 3, hacen sufrir a su hinchada, con la que celebran en el Nuevo Mirador

La celebración por la permanencia del Algeciras CF en imágenes

Iván Ania: "Tengo la sensación de que no quieren que continúe"

Búscate durante el partido Algeciras CF - Real Madrid Castilla en el Nuevo Mirador

El Algeciras se mantiene en Primera Federación

Jugadores y aficionados del Algeciras celebran la salvación.
Jugadores y aficionados del Algeciras celebran la salvación. / Erasmo Fenoy

Algeciras/Salvado. Por fin. Se acabó. El Algeciras CF jugará una temporada más en Primera Federación. El Nuevo Mirador fue el escenario de una tarde colmada de sensaciones enfrentadas. Confianza, ánimo, temor, pánico... muchos de los estados por los que puede pasar un ser humano que siente y padece se conjugaron en el último partido, el que decidía el futuro de un club que ha visto las suficientes piruetas macabras del destino para imaginarse lo peor. Estuvo a punto de pasar, pero esta vez no. Esta vez el sufrimiento llevado al extremo y la derrota desembocaron en un final feliz, en una permanencia que cobrará valor según pasen las horas, las días y las largas semanas del verano.

El Algeciras es y seguirá siendo de Primera Federación gracias a que llegó con 44 puntos a la jornada final del grupo I y a que le acompañaron dos resultados. No necesitaba más en ese lío tremendo con media tabla jugándose el pellejo, pero la realidad es que se dio la carambola que casi nadie esperaba. Que el Alcorcón ganase en su fortín al Sanse se podía prever porque los alfareros soñaban con aspirar al ascenso directo. Sin embargo, nadie daba un duro por el Córdoba frente al Badajoz. Ni en las casas de apuestas. Pero los blanquiverdes, en un ejemplo de profesionalidad, obraron el resultado que el Algeciras necesitaba en una tarde en la que el resto de implicados sumaron. Unos más y otros menos, pero sumaron.

El Algeciras no pudo con el Real Madrid Castilla. Un gol a los 3 minutos de Peter -empeñado en salirse cuando juega en La Menacha- decantó un partido en el que los de Iván Ania merecieron al menos el empate. Ocasiones tuvieron para hacerlo. Quizás por eso el fútbol, que tiene una balanza indescifrable, sonrió a los rojo y blanco a la hora de la verdad con las combinaciones que evitaban la tragedia del descenso.

El Nuevo Mirador, con una de sus mejores entradas del curso, se pasó la mayor parte del partido pendiente del móvil. Se jugaron dos encuentros, el que se libraba en el césped, y el que tenía en tensión a los hinchas pendientes del resto de encuentros. Los marcadores se fueron dando pero hubo un momento en el que los albirrojos estuvieron prácticamente a un gol de verse metidos en el pozo. Por eso se coreó el "Alcorcón, Alcorcón" cuando marcaron los madrileños y se cantó el 3-1 del Córdoba como si Iván Turrillo hubiese perforado el marco madridista. Fue en esos compases finales cuando el algecirismo pudo por fin soltar el nudo de la garganta para ir desatando las cadenas de ese miedo ancestral e inherente a este escudo.

Peter marca pronto

El arranque fulgurante del Algeciras con dos ocasiones, un centro de Tomás con la derecha que casi se envenena y un chut de Roni que fue alto, fue contestado con un gol del Castilla en su primer acercamiento. Internada de Gonzalo por la derecha y centro al corazón del área para que Peter rematase muy fácil al fondo de la red defendida por Miño.

Los de casa se rehicieron al jarro de agua fría, tratando de volver a llevar la iniciativa y con las gradas animando. Quedaba un mundo o al menos era el pensamiento más sensato tras un inicio tan torcido. Ania había dispuesto el mismo once de las últimas jornadas. Lo fiaba todo a esa carta.

El partido, lógicamente, empezó a jugarse en dos campos: el césped del Nuevo Mirador y los teléfonos móviles. Comenzaron a saberse los primeros resultados que acompañaban al tiempo que se consumía la mitad del primer periodo. Al Algeciras la costaba un mundo romper el cerco madridista, pero los de Ania dispusieron de algunas ocasiones para al menos haber arañado el empate antes del descanso.

En el minuto 26 Mario Ortiz conectó un trallazo que sacó con una palomita Luis López, habitual tercer portero del primer equipo, titular por la lesión de Mario de Luis. Dos minutos después fue el capitán Iván Turrillo el que mandó el esférico al cielo en otra llegada con peligro para los de casa. Y pasada la media hora la tuvo Borja Fernández con un voleón que salió repelido de una melé defensiva blanca.

La primera parte se consumió con la sensación de que el Castilla, con muy poquito, se iba por delante de un Algeciras al que no le daba yendo al límite de sus fuerzas.

Segundo tiempo

El Algeciras salió en tromba en el segundo acto o al menos esa era la intención, pero de nuevo una oportunidad clara para el Castilla, a balón parado, casi cuesta el segundo. Esta vez falló Gonzalo.

El choque se calentó y el colegiado aguileño Martínez Montalbán perdonó en el minuto 54 la expulsión a Mario Martín, que acababa de ver la amarilla. Raúl, que sabe de esto, sustituyó de inmediato al chaval mientras clamaba al unísono el Mirador.

Los de rojo y blanco insistían a su manera, cada vez con menos gasolina, y con Elejalde como único refresco para dar pulmones arriba. Pudo igualar el Algeciras tras una contra en la que chutó Albarrán, pero la más clamorosa oportunidad se produjo pasada la hora de encuentro cuando los locales no atinaron en una rocambolesca oportunidad en un ramillete de ocasiones seguidas dentro del área. No había manera.

Quedaba el último tirón y el Mirador apretaba como nunca, especialmente cuando llegaban noticias de algún gol que acercase esa tranquilidad. El nerviosismo de la hinchada, no obstante, fue palpable en muchos instantes como en la bronca vivida entre dos sectores de la Tribuna por lanzar cánticos contra Ania. Los defensores sacaron las uñas por el equipo.

La tensión se desbordó también en el césped con algún que otro conato de tangana entre los futbolistas y en la zona de banquillos. Allí medió el algecireño Alvarito Leiva, recibido con cariño en su casa y sin un solo minuto por parte de Raúl.

La ruleta rusa final del grupo I se saldó con el descenso de los mencionados Sanse y Badajoz y también del eterno rival de los algeciristas, una Balona que igualó en Ceuta y a la que un gol le habría bastado para mantenerse en la categoría.

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