Dani Alejo: un algecirista vuelve a casa con el Melilla

Algeciras/Daniel Alejo regresa el próximo domingo al Nuevo Mirador. El algecireño lo hará como director deportivo de la Unión Deportiva Melilla para presenciar el duelo del equipo al que intenta salvar contra el Algeciras CF, su Algeciras, el club al que ascendió a la Primera Federación aquella inolvidable temporada en la que el algecirismo acarició el sueño de volver a la Liga de Fútbol Profesional.

Alejo se sentará en el palco en el que tantas veces lo hizo durante su periplo como directivo de la junta que presidió Nicolás Andión hasta que se consumó la entrada total de Félix Sancho como propietario e impulsor de la Sociedad Anónima Deportiva en la primavera de 2021.

Tras quedarse a las puertas del salto a Segunda en la final del play-off en Almendralejo, el Algeciras entonces dirigido por Sancho emprendió un nuevo rumbo y se desprendió de varios de los artífices de aquel éxito. Uno de los que se desligó de la entidad, en parte porque no se sentía con sitio, fue el propio Dani Alejo. El algecireño se marchó sin trabas ni obstáculos, dejando cantidades económicas pendientes para no dañar al club, y dispuesto a experimentar fuera de casa. Se le cerró una puerta, pero se le abrió otra ilusionante en Huelva con el Recreativo.

Dani Alejo tomó el rumbo deportivo del Decano, de un Recre despeñado al submundo de la Tercera RFEF. Aterrizó en el corazón onubense siendo prácticamente un desconocido, a pesar de los éxitos logrados con el Algeciras de Salva Ballesta. Sin hacer ruido, apartado de los focos, el algecireño construyó el Recre que ascendió a la Segunda RFEF por la vía rápida y el pasado curso puso los cimientos del equipo albiazul que coronó el ansiado salto a la Primera Federación.

El fútbol volvió a ser ingrato con Alejo, ya que los cambios políticos en Huelva y en el consejo recreativista desembocaron en una marcha forzada del director deportivo. Como pasó dos años atrás, Alejo, que tenía contrato, facilitó su salida en favor del Decano.

Su vuelta a casa, con la familia, duró poco a un Dani Alejo que el pasado mes de octubre recibió la llamada de la UD Melilla. El conjunto norteafricano, recién ascendido y novato en la categoría, se fijó en el algecireño para que tomase las riendas del proyecto a medio plazo. Lo que había hecho en el Nuevo Mirador y en Huelva no había caído en saco roto. Alejo aceptó el desafío melillense con el reto de reforzar la plantilla para que logre la permanencia en la Primera RFEF y con el telón de fondo de las categorías inferiores.

Como demostró cuando estuvo en La Menacha, el director deportivo no es dado al inmovilismo. Su primera decisión de calado fue el relevo en el banquillo con la marcha de Miguel Rivera y el fichaje de Juan Sabas. Una vez elegido el técnico, Alejo se puso manos a la obra con el mercado. Por lo pronto, ha gestionado cuatro fichajes (dos conocidos como el exalgecirista Juanjo Mateo y el exbalono Bandaogo) y otras tantas salidas.

En sus mercados con el Algeciras, Alejo siempre se mostró activo, con sus luces y sus sombras, aunque muy maniatado por la economía y el presupuesto. El algecireño no llegó a tener el respaldo y la estabilidad de una SAD detrás. En Melilla ha recibido plenos poderes y máxima confianza.

El domingo regresa un profesional del fútbol al Nuevo Mirador, un hombre de la casa y, por encima de todo, un algecireño y algecirista que, sin lugar a dudas, será recibido como merece por la afición rojiblanca.