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El Algeciras CF dobló las rodillas ante el Córdoba CF (3-1). El conjunto de Iván Ania no se achicó en El Arcángel, donde se apropió del balón y por muchos momentos fue mejor que el anfitrión, pero claudicó ante la tremenda pegada de un equipo que no perdona. Los blanquiverdes castigaron cada mínimo error, cada resquicio. El Córdoba no necesitó de fuegos artificiales ni de una superioridad abrumadora para hacerle tres goles a un Algeciras que quiso ser honesto con la pelota y fue valiente, pero al que solo le dio para hacer un tanto, obra del único que parece inspirado arriba, Alvarito Romero, que tuvo a Albarrán como mejor socio.
El Córdoba fue y, a estas alturas, es demasiado para un Algeciras que notó las bajas sensibles de jugadores señalados. A la lesión de Borja Fernández se sumaron las de Roni -que ya se sabía- y la inesperada de Tomás, que el cuerpo técnico escondió como parece que ya se ha convertido en tónica esta temporada. Sin tres de sus puntales, los del Mirador compitieron y tutearon a los blanquiverdes hasta el punto de mantener vivo el partido hasta el descuento, hasta que Willy certificó en el minuto 93 la puntilla del 3-1.
El Algeciras se marchó al descanso por detrás tras un primer tiempo en el que llegó a mandar y se encontró más cómodo en El Arcángel ante un Córdoba que fulminó en la primera que tuvo por medio de Antonio Casas. Un desbarajuste y mazazo. Los califales pegaron el segundo golpe al poco de la reanudación con un chutazo de Miguel de las Cuevas, pero Álvaro Romero reactivó las esperanzas algeciristas a falta de media tras una gran acción de Albarrán. El Algeciras se lanzó a por el empate con todo lo que tenía, pero qué verdad tan grande lo de que los banquillos deciden los partidos desde que se establecieron los cinco cambios. El Córdoba sacó más artillería pesada de la banqueta y, en el intercambio final del tumba abierta, Willy mató la disputa en una contragolpe letal.
Con la sorpresa de la ausencia de Tomás, el baluarte en la banda izquierda suplido por Ale Benítez, el Algeciras se presentó con un once revolucionario entre comillas. Ania suplió al lesionado del hombro Roni por Mizzian y sacrificó un centrocampista para hacerse sitio en los costados a David Martín. Era una opción. El entrenador también dio entrada a Nico Van Rijn en la zaga en detrimento de Amoah, al que le hacía falta un respiro mental.
El Algeciras saltó al verde bien plantado, abierto para ocupar espacios en un campo enorme. El Córdoba trató de dar velocidad y verticalidad, pero no lo tuvo fácil. Los vestidos de azul protagonizaron los primeros acercamientos como cuando un robo propició un centro peligroso de Elejalde que sacó la defensa en el 8' o un balón de David Martín por la izquierda, que sacó otro córner, en el 15'.
Los de Ania se sentían más cómodos que el anfitrión, pero la realidad del fútbol golpeó en el minuto 23 cuando el Córdoba se adelantó en su primera llegada. Balón en campo enemigo que Elejalde -poco acertado- perdió en la lucha con Calderón. El lateral blanquiverde progresó y metió un balón profundo que Antonio Casas cazó entre dos algeciristas y elevó para sorprender a un adelantado Tristán. Una llegada y gol. Así definen el fútbol los grandes.
El tanto dio tranquilidad al Córdoba, que atemperó lo que restaba de primer tiempo, incluso se acercó de nuevo por medio de Casas, un auténtico depredador. La ocasión más cercana al ¡uy! la tuvo el Algeciras antes del descanso en una contra en la que Mizzian habilitó a David Martín y el extremo chutó centrado al cuerpo de Carlos Marín. La primera clara de los visitantes, que por sensaciones merecían no caer.
El segundo tiempo arrancó con más balón para el Córdoba ante un Algeciras al que le empezaron a pesar las piernas. En ese tránsito los blanquiverdes asestaron el segundo golpetazo con un disparo desde la frontal de Miguel de las Cuevas. Un chispazo de clase que ponía el 2-0 en el minuto 56.
Lejos de tirar la toalla, el Algeciras persistió. Poco después de una falta lateral de Romero que Figueras remató fuera llegó el tanto de la esperanza. Corría el minuto 66 cuando un ataque magníficamente conducido por Albarrán propició el pase de la muerte para que Romero marcase el 2-1. Había vida.
Ania zarandeó el banquillo y el Algeciras se volcó. El problema es que el Córdoba tiró de un amplio arsenal y soltó a gente como Kike Márquez, Willy y Adrián Fuentes para lanzarse a la yugular. Ania quemó las naves con César García y el canterano Pimienta, pero retiró a Romero... el único que está atinando en la diana con cierta regularidad.
Los locales pudieron sentenciar a falta de diez minutos en una contra en la que Van Rijn salvó una escapada de Casas. Willy tuvo el tercero en el 87' con un chutazo al larguero tras una jugada de Carracedo y a renglón seguido fue Siddiki el que dio el susto a todo El Arcángel en el último conato del Algeciras.
Con los visitantes volcados, Willy selló el 3-1 en el minuto 93 en una contragolpe llevado por Adrián Fuentes.
El Algeciras ve cortada su racha positiva de cuatro jornadas sin perder y encaja su tercera derrota de la temporada tras ocho partidos. Los de Ania se quedan con once puntos en la clasificación del grupo I de la Primera Federación.
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