Un Algeciras sin gol pierde la fortaleza del Mirador (0-1)

Algeciras/Cayó el fuerte del Nuevo Mirador. El Algeciras CF sufrió su primera derrota de la temporada en casa tras ceder por la mínima y en la recta final ante el CF Intercity. El equipo de Lolo Escobar lo puso todo sobre el campo, pero pagó su falta de pegada, de gol, que es de lo que a fin de cuentas se come en el fútbol. Demasiado tiempo había venido disimulando esta plantilla su carencia de un verdadero referente dentro del área. De los dos que hay, uno casi no está y al otro ni se le espera.

El Algeciras dobló la rodilla como local por primera vez este curso y lo hizo en lo duodécima jornada de competición del grupo II de la Primera Federación, con un desgaste acumulado que comienza a pasar factura en lo físico, como se pudo comprobar con dos lesiones musculares en dos pilares como Mario García y Tomás que a ver qué factura dejan.

Perdieron los rojiblancos contra un Intercity sin fuegos artificiales pero robusto y que decantó la balanza por su mayor fondo de armario. Los de Sandroni maduraron a fuego lento el potaje y metieron la cuchara en el momento justo. Nada que objetar a un contrario que, además, dispuso de otras dos ocasiones muy claras antes.

Los del Nuevo Mirador se caen de los puestos de play-off de ascenso, apeados por los alicantinos, tras haberse señoreado casi desde que comenzó la campaña. ¿Un golpe de realidad? Seguramente. Tampoco se trata de dramatizar ni de restar un ápice de mérito a los 19 puntos que ya ha cosechado este Algeciras, pero es importante poner el acento en los males que se palpan. Y si se detectan a tiempo, mejor que mejor.

Con la única novedad en el once de Marino por la sanción de Borja Fernández, Lolo Escobar optó por la opción sensata, por el relevo lógico en un once que -demostrado está- cuanto menos se toque, mejor. Para el joven Marino Illescas, la titularidad era la oportunidad que venían reclamando desde el banquillo sin abrir la boca, en el césped.

Primer acto entretenido

Ni diez segundos contaba el reloj cuando el estadio reclamó al unísono un posible penalti por unas manos tras una rápida internada por la derecha con centro de Diego Esteban. Difícil de apreciar incluso en la repetición.

Salió más enchufado un Algeciras con Marino por delante de un Iván Turrillo más cerca de su posición tradicional. El conjunto de Escobar quería meter velocidad ante un Intercity plantado con dos líneas de cuatro muy juntitas a la hora de defender. Sin embargo, los de Sandroni dieron el primer aviso en el minuto 11 a balón parado con un córner en el que Lucho se estiró en modo Spiderman ante el cabezazo de Mendibe que lamió la cepa de uno de los palos.

Los rojiblancos sufrieron un contratiempo en forma de lesión al filo del cuarto de hora cuando se rompió Mario García tras una galopada en la que debió sentir un chasquido muscular. Se movió rápido el banquillo y entró Sardinero. Los de casa pasaron a jugar con un ataque de pequeñitos con Diego Esteban moviéndose entre líneas.

La primera gran ocasión del Algeciras la tuvo Zequi en el 16' en una contra lanzada veloz en la que falló el mano a mano contra el veterano Manu Herrera. Tras el ¡uy!, llegaron unos minutos en los que el partido se empantanó a pesar de que en ambos equipos predominaba cierta anarquía a la hora de mover el balón. Marino luchó una pelota en banda para crear una casi ocasión algecirista que acabó por el costado izquierdo y poco después una falta de coordinación entre Diori y Lucho casi cuesta un disgusto con un disparo lejano del Intercity a la media hora.

El último cuarto de hora del primer tiempo fue plenamente de un Algeciras que achuchó y merodeó el área contraria con un par de acercamientos prometedores. A los de Escobar solo les faltó el remate para culminar el derroche de ganas de una escuadra tan batalladora como siempre.

Segundo tiempo

El Algeciras retornó de la caseta con las mismas intenciones de hincar los colmillos, buscando las cosquillas por un carril izquierdo en el que se vio al mejor Tomás. El Intercity seguía a lo suyo con el gigantón Moha arriba como una isla que mantenía alerta a los centrales rojiblancos.

Los de Escobar no paraban de buscar a Zequi, pero el de Sanlúcar no conseguía armar la pierna a tiempo para desesperación de las gradas. La realidad es que Zequi era el único que se atrevía a probar desde la distancia, pero con la mirilla desviada.

La hora de partido asomó con un el cambio de Tomás -también por problemas musculares- con la entrada de Admonio. Parece que los albirrojos empieza a cobrarle factura en lo físico el primer tercio de temporada... o quizás tenga que ver el hecho de entrenarse más días de lo normal sobre césped sintético.

Diego Esteban casi pone en pie el Nuevo Mirador con una arrancada y posterior disparo en el minuto 63. Su chut se fue por encima del marco de un Manu Herrera que había solventado la única pelota que iba a puerta hasta el momento.

Clara, clara fue la oportunidad que tuvo el Intercity en el minuto 65, con Lucho atento y la madera en modo salvadora. No podía dormirse el Algeciras contra los hombres de negro.

El último cuarto de hora irrumpió con un Algeciras que quería, que lo intentaba de todas las maneras, hasta con Diori como mariscal de campo, contra un Intercity que no renunciaba a los tres puntos, pero con cabeza, sin perder los papeles. Muy bien trabajado el conjunto de Sandroni, sin bambalinas pero con oficio.

Una semana más, el rival del Algeciras quemó las cinco sustituciones mientras Lolo Escobar exprimió un once que solo tocó por necesidad. Que le está dando rendimiento es incontestable, pero que a largo plazo es insostenible jugar siempre con trece o catorce futbolistas, también.

El Intercity pegó el zarpazo en el minuto 84 en una mordida por la derecha en la que la zaga marró y el balón llegó franco al área chica para que Soldevila hiciese brincar a todo el banquillo alicantino. Moha ganó el arreón a Juan Rodríguez para servir en bandeja a su compañero.

En la banda esperaba para entrar Javi Cueto, el único delantero en la plantilla del Algeciras, que apenas está contando para Escobar y salió a la desesperada en busca del empate. Fue un querer y no poder en los seis minutos de añadido. No estaba el día para heroicidades.