El Algeciras saca un punto del caos total (3-3)

Empate en un auténtico desmadre futbolístico. El Algeciras CF sacó un punto ante el Mérida del caos más absoluto que se escenificó en el estadio Romano. Los albirrojos hicieron aguas en defensa en una primera parte en la que sobrevivieron gracias al golazo de Pepe Mena. Los de Ania reaccionaron en una segunda mitad de locura en la que empataron, se vieron por detrás otra vez y volvieron a igualar. Y cuando el Mérida se quedó con uno menos (terminó con nueve), Álvaro Romero falló un penalti a lo Panenka que habría significado la remontada más inverosímil e inimaginable. Con todo y con uno más, el Algeciras pudo perder en el último suspiro en la enésima contra flagrante de los romanos.

El Algeciras arañó un punto de Mérida, que a priori debe ser positivo, pero dejó sensaciones extremas y encontradas. Decía Iván Ania que quería tener más el control de los partidos, sobre todo tras esos minutos de correcalles en la victoria ante el Talavera. El deseo del técnico apenas duró 20 minutos, el tiempo que tardó el Algeciras en cometer el primer error grosero de un duelo que se tornó en una ruleta rusa. El penalti cometido por Juan Flere -salió tarde y mal- hizo tambalearse a un equipo frágil hasta decir basta que se pudo ir al descanso con tres o cuatro goles en contra. Larrurbia puso el 2-0 pero pudieron caer más. Afortunadamente, Pepe Mena se sacó un misil de la chistera para poner el 2-1 y llegar vivo al intermedio.

Lo del segundo tiempo da para escribir un libro. El Algeciras hizo lo más difícil: retomar el mando, empatar en un córner que botó Romero y remató el revulsivo Elejalde. Pero este equipo juega demasiado expuesto atrás, todo el mundo lo sabe ya, y el Mérida hizo sangre otra vez al aprovechar otro regalito tras un saque de esquina que remachó Nacho. La réplica llegó de forma inmediata con un golazo de Álvaro Romero desde la distancia que de nuevo hacía temblar al Romano con casi media hora por delante.

Cuando parecía que el Algeciras podía obrar la hazaña de la remontada, el Mérida se quedó con diez por la expulsión de Garay y allanó el camino. Un ataque de Ale Benítez por la izquierda propició el penalti sobre el malagueño en el minuto 81. Tan claro como el primero. El pichichi se equivocó esta vez. Romero lanzó a lo Panenka y Javi Montoya le adivinó las intenciones.

A la recta final le quedaba un giro de tuerca más porque Bonaque y Álvaro Romero acabaron expulsados tras un enganchón en el minuto 87 después de una falta del zaguero. Y como parece que ninguno de los dos quería las tablas, el último suspiro dejó una clarísima oportunidad para el Mérida que pudo hacer el cuarto en el descuento en botas de Cinta, que esta vez marró con todo a favor ante Cintas. Los costados del Algeciras fueron un descosido constante.

20 minutos de control

El Algeciras saltó al Romano con el once esperado, con la única novedad de Iván Turrillo por Unai Veiga. Los albirrojos tardaron un minuto de reloj en chutar por primera vez, en botas de David Martín, y otro minuto en conceder la primera oportunidad a su contrario: una llegada de Cintas tras un pase al hueco.

Los visitantes parecían mejor plantados sobre el césped aunque el peligro se palpaba en las veloces salidas de los locales. Así fue como se quebraron las tablas iniciales, cuando en el minuto 21 Flere salió tarde y arrolló con las piernas a Cinta, que se había adelantado tras un ataque en tres toques del Mérida, que se coló como cuchillo en mantequilla algecirista. Penalti claro. El ex de Los Barrios Manolo Bonaque ajustó y batió al argentino. El descalabro de los Ania se intensificó pasada la media cuando el velocísimo Larrubia se plantó solo en el área, Flere despejó el primer disparo, pero el extremo marcó en el segundo ante un Tomás que era capaz de atajar el peligro. Cinco minutos después pudo caer el tercero en una doble oportunidad local atajada por Flere. El Algeciras era un flan.

Aparece Pepe Mena

El punto de inflexión del partido, el primero de ellos, fue el golazo de Pepe Mena en el minuto 38 con un chutazo desde lejísimos que limpió las telarañas de Javi Montoya. Inapelable. El Romano enmudeció y el Algeciras recobró el aliento para llegar vivo al descanso.

Tras el paso por vestuarios, donde seguramente habría regañina, Ania hizo dos cambios que fueron dos revulsivos: Elejalde y Ale Benítez para reconstruir la banda izquierda. Elejalde cabeceó el córner que botó Romero en el minuto 49 para poner el 2-2. Por fin un saque de esquina directo que da sus frutos.

El Algeciras volvía a dominar y achuchaba. Las tornas habían cambiado o eso parecía porque en el minuto 60 el Mérida sacó petróleo de un córner para exponer otra vez a todo el entramado algecirista. El balón dio en un muslo de Figueras y quedó muerto para que Nacho fusilase el 3-2.

La irritación duró apenas tres minutos. El tiempo que tardó Romero en enfilar el marco de Montoya y colar un obús desde lejísimos para refrendar el locura de área a área.

Penalti fallado

Al Algeciras se le puso más de cara la situación cuando en el minuto 77 Garay vio la segunda amarilla. Los de Ania hacían pupa en la transición y el Mérida solo podía pararlo con faltas. En una de las galopadas por la izquierda se produjo la internada de Benítez y el penalti de Viñuela por un empujón clarísimo. Alvarito Romero, el máximo goleador del grupo, cogió el balón mientras varios jugadores del Mérida le comían la cabeza. El sevillano lanzó al centro a lo Panenka y Montoya cazó el balón con los pies. Ahí estuvo el 3-4 y seguramente la victoria.

En el minuto 86 Bonaque derribó a Romero, vio la segunda amarilla y forzó la expulsión del algecirista. Los últimos compases, con solo cuatro minutos de añadido, dejaron una clarísima llegada del Mérida que Cintas no supo rentabilizar.

El Algeciras se pone con quince puntos y suma dos jornadas sin perder antes de recibir el próximo sábado al Deportivo de La Coruña (17:00).