El Algeciras no está para proezas (2-1)

Al Algeciras no le dio para hacer la proeza en A Malata. El equipo de Iván Ania se adelantó con un gol de penalti (claro) de Álvaro Romero y cuajó un partido bastante serio fuera de casa, pero el Racing de Ferrol demostró cuál es la mayor diferencia entre un firme aspirante al playoff de ascenso y un conjunto que se va a jugar la vida para salvarse. Dos chispazos en dos jugadas casi idénticas rubricaron la remontada gallega y dejaron sin nada a un Algeciras que ve truncada su buena racha y vuelve a estar a las puertas de la zona de descenso del grupo I de la Primera Federación.

El Algeciras parece haber dejado atrás la pájara que arrastró prácticamente desde finales de 2022 hasta bien entrado el mes de febrero de 2023, pero sigue sin estar para lanzar cohetes. Los rojiblancos aceptaron su condición de equipo inferior en Ferrol y adoptaron esa piel bregadora que tan bien funcionó en León. Sin embargo, enfrente no estaba un rival negado, sino un señor equipo como el Racing de Ferrol, capaz de reponerse a un gol tempranero y con una pegada grande. Además, los ferrolanos cuentan con Carlos Vicente, que hizo sangre en la banda izquierda de los algeciristas.

Y es que el partido empezó a jugarse en esa banda desde antes del pitido inicial, desde el momento en el que se cayó de la alineación el algecireño Tomás de manera inesperada. Ale Benítez y, tras el descanso, Ferni sufrieron las embestidas de un Carlos Vicente que decantó la balanza con dos pases calcados que terminaron dando en la diana. El primero, un remate matador de Manu Justo y el segundo, casi sin oposición, uno de Chacón.

El Algeciras puso el partido de cara nada más empezar. Apenas habían transcurrido cuatro minutos cuando Iván metió un balón en profundidad a Álvaro Romero, que primero recibió la falta de Jon García pero se levantó veloz y después fue derribado de manera clara por el portero Gazzaniga. Penalti de libro. El pichichi albirrojo ejecutó con maestría desde los once metros para poner por delante a los suyos.

El equipo de Iván Ania derramó un cubo de agua fría en A Malata, donde el Racing de Ferrol había salido enérgico y dispuesto a cercar el área contraria.

Los albirrojos cuajaron una primera media hora sin mácula, muy ordenados y atentos a la presión. El técnico asturiano repitió el once del triunfo ante el Fuenlabrada con un par de variantes por obligación. Amoah entró en el centro de la zaga por el lesionado Jordi Figueras y, la gran sorpresa, Ale Benítez ocupó el lateral izquierdo por enfermedad de última hora del algecireño Tomás.

El reloj corría con la posesión para el Racing, que llevaba el peligro casi siempre con Carlos Vicente por la banda derecha, pero el Algeciras sabía inquietar desde su trinchera. De hecho, los visitantes robaron en la salida de balón pero no supieron encontrar disparo en una ocasión para Roni y Romero que acabó con tarjeta para el punta ovetense.

El primer aviso serio del cuadro de Ferrol llegó en el minuto 21 a balón parado. Falta que botó Heber y cabezazo de David Castro que salvó Miño en una estirada.

El dominio verderón se intensificó al tiempo que el Algeciras tiraba de piernas. El Racing encontró el premio pasada la media en un pase al hueco de Jon García, que habilitó a Carlos Vicente por la derecha y el extremo la puso para que Manu Justo la enganchase de primeras. Golazo que desbarató la muralla rojiblanca.

El Algeciras capeó el temporal hasta el descanso sin muchos problemas aunque perdió a Mario Ortiz, su brújula, que se dolió de un pinchazo muscular en el minuto 37 y tuvo que pedir el cambio. El mediocentro vio la quinta amarilla y no estará en el próximo viaje a Pontevedra por lo que tendrá tiempo para reponerse antes de recibir al Córdoba.

A la vuelta del intermedio, Ania metió a Ferni por Benítez, que tenía amarilla y estaba siendo acosado por el ataque ferrolano. La decisión que seguramente estaba en la mente de muchos aficionados albirrojos no pudo salir peor. Apenas consumido minuto y pico, un balón en profundo por esa banda no lo pudo atajar Ferni, se coló Carlos Vicente y pase de la muerte a Luis Chacón para marcar casi a placer. Sin Mario Ortiz cubriendo las espaldas, la segunda línea llegó muy fácil.

Digiriendo aún el mazazo, el Algeciras intentó rehacerse con un disparo de Romero algo forzado. Los de Ania empezaron a perderle el respeto poco a poco al Racing aunque les costaba un mundo chutar a puerta. Pasada la hora de partido lo intentó Elejalde con una cabalgada hasta la cocina en la que sacó un córner. En ese saque de esquina estuvo a punto de igualar Elejalde de cabeza, pero salvó Gazzaniga.

El último cuarto de hora fue un querer y no poder de un Algeciras sin acierto en los metros finales. Los de Ania quemaron todos los cartuchos del banquillo. Estuvo cerca la oportunidad en un centro apurado al fondo que sacó Juan Serrano y no encontró a Roni por centímetros. Los de Ferrol casi marcan desde campo propio en una especie de despeje potente de David Castro que Miño sacó apurado de puños por arriba.

El reloj gastó el tiempo añadido ante la impotencia de un Algeciras que haciéndolo casi todo bien no pudo arañar ni un empate que habría sabido a gloria. El peligro del descenso vuelve a acechar a un solo punto.