Enorme bocanada de oxígeno para el Algeciras (0-2)

Rayo Majadahonda - Algeciras CF | La crónica

El equipo de Ania logra un triunfo vital en el Cerro del Espino y escapa de los puestos de descenso

Miño salva en el primer tiempo e Iván y Borja rubrican los goles en la segunda mitad

El vídeo resumen del Rayo Majadahonda - Algeciras

Elejalde presiona al rayista Pelayo.
Elejalde presiona al rayista Pelayo. / Cf Rayo Majadahonda

Algeciras/El Algeciras CF levantó la cabeza. Qué mejor que un Domingo de Resurrección para dar las señales de vida que la afición ansiaba. El equipo de Iván Ania conquistó el Cerro del Espino (0-2) y sumó tres puntos vitales para la permanencia ante el Rayo Majadahonda. Los albirrojos dieron un paso adelante para escapar de los puestos de descenso y elevarse hasta los 36 puntos, dos por encima del peligro tras la 31ª jornada del grupo I de la Primera Federación.

Rubén Miño, con una parada crucial en el primer tiempo, e Iván Turrillo y Borja Fernández, con sus goles en el segundo periodo, rubricaron una victoria que se había resistido las cinco jornadas anteriores. Los del Nuevo Mirador, guiados por el saber estar de un onmipresente Mario Ortiz, elaboraron un triunfo que debe devolver la fe y la confianza en una plantilla que ha sabido sobreponerse a todos los palos en las ruedas.

El Algeciras sigue estando en la quema, no hay que llevarse a engaños ni lanzar las campanas al vuelo, pero esta victoria inyecta un chute de moral grande al sistema nervioso de todo el algecirismo. Si había que conseguir al menos cuatro victorias, ya solo quedan tres y siete cartuchos por delante con cuatro partidos entre los muros del Nuevo Mirador. Queda mucha pelea, pero el viento ya sopla un poco más de costado.

De salida, Ania dispuso el once que más o menos se intuía con el regreso de Mario Ortiz a la medular y la vuelta del capitán Iván Turrillo por el lesionado Pepe Mena. Con la portería y la defensa calcada a la del empate ante el líder, el técnico puso en ataque una línea con Siddiki y Elejalde en las bandas y Roni como referencia. Toda la carne en el asador.

Tras unos primeros minutos de tanteo, el Rayo intentó buscar la espalda a la defensa algecirista con un balón largo a David Rodríguez. Sin embargo, los visitantes se hicieron con el control del esférico durante la primera media hora. El Algeciras controlaba y se apoyaba constantemente en Mario para buscar salida. El santanderino da una estabilidad única por delante de la defensa y entra al corte como un morlaco cuando hace falta. Ojalá le aguante el físico porque se antoja fundamental.

Hasta el minuto 10 no llegó la primera intentona de los de Ania con un disparo muy alto de Borja. Los del Nuevo Mirador, que vestían con camiseta azul y pantalón rojo en una novedosa combinación, presionaban arriba pero carecían de chispa para romper las líneas locales. Ni Elejalde -activo pero sin acierto- ni Siddiki lograban meterse hasta el cocina... todavía.

El Rayo se desperezó y a partir de un acercamiento a balón parado, un cabezazo de David en el 24', empezó a llegar más con centros laterales y balones colgados que incomodaron a la zaga algecirista. Poco después de un ataque del Algeciras en un córner que quedó invalidado por falta de Admonio, los de Majadahonda tuvieron la ocasión más clara de la primera mitad, la única ocasión real del primer tiempo: los locales rompieron por el costado derecho, donde Tomás y Ania discutían acaloradamente en cada saque de banda, y el Rayo dispuso de una doble oportunidad para hacer gol: Miño sacó una pierna salvadora a remate de Mestanza a bocajarro y después Néstor Albiach mandó fuera un tiro cruzado en el rechace. El portero mantuvo vivo al Algeciras justo antes de un descanso que llegó sin un solo segundo de añadido.

El segundo periodo arrancó con el Rayo tratando de ser un poco más vertical aunque los de Alfredo Santaelena se dieron cuenta de que necesitaban quitar el balón a los de Ania para llevar el encuentro a su terreno. Durante unos minutos, el Algeciras perdió el control y vio como los rayistas pisaban área cada vez con más atrevimiento.

Cumplida la hora de partido, un disparo de Iván desde fuera del área buscando la escuadra fue el conato de lo que estaba por llegar. El algecireño estaba ajustando la mirilla porque poco después, en el 65' encañonó por bajo con un disparo tenso el 0-1 para los algeciristas. La jugada vino en una salida rápida por la banda izquierda, balón profundo a Roni, que se marchó y aguantó bien para cederla atrás para el capitán. El tanto provocó las protestas rayistas que pedían que el balón había salido de banda. Santaelena se quejó en la rueda de prensa de un posible fuera de juego que el vídeo desmonta totalmente.

El gol lo cambió todo porque el Majadahonda se lanzó arriba y el Algeciras volvió a hacer la misma jugada apenas cinco minutos después. Balón de Tomás para Siddiki por la misma banda y pase atrás del marroquí para que Borja le pegase de primeras con el exterior al filo del área, lejos del alcance de Lucho. Muy motivado Siddiki y esencial esa segunda línea de llegada.

El 0-2 dinamitó por completo el duelo. El Rayo lo intentó de todas las maneras con muchísimo coraje, pero el Algeciras se sustentó en el dominio absoluto de Mario Ortiz cuando tenía el balón en su poder y en la solidez de una defensa que parece que ha aprendido a no complicarse la vida. Muy bien de nuevo Admonio y Van Rijn en una zaga que dejó su portal a cero por segunda semana consecutiva.

El Algeciras pudo y debió sentenciar a la contra. Tuvo un par de acciones claras, una oportunidad de Rodrigo Sanz que salvó Lucho y una escapada en la que David Martín no supo dársela a Juan Serrano cuando se quedaba solo ante el marco rival. El Rayo, que inquietó más con incertidumbre que otra cosa, cayó con las botas puestas ante un Algeciras que vació el tanque completamente en el Cerro del Espino, donde no ganaba nadie desde el 6 de diciembre de 2022 hasta este 9 de abril de 2023.

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