El Algeciras, un punto más cerca de la salvación (0-0)

Sanse - Algeciras CF | La crónica

El equipo de Ania iguala sin goles en Matapiñonera, mantiene a raya a un rival directo y se aleja a seis del descenso a la espera de que acabe la jornada

Los albirrojos se sostienen con solidez aunque carecen de acierto en sus pocas ocasiones

Mario Ortiz lleva el balón ante Raúl Hernández. / Fer Montero

Un punto más cerca de la salvación, un rival directo que sigue a raya y una jornada menos para el final. Con estas conclusiones se puede empezar la crónica del empate sin goles del Algeciras CFcontra el Sanse en Matapiñonera. El equipo de Iván Ania dio un pasito más hacia adelante y con 43 puntos mantendrá un colchón sobre los puestos de descenso. Habrá que esperar al final de la tarde del domingo para ver con cuánto margen afrontan los albirrojos las tres últimas citas, pero este sábado duermen con seis de ventaja sobre el peligro.

La salsa del fútbol se debió perder por algún desvío cercano a San Sebastián de los Reyes porque las tablas entre el Sanse y el Algeciras regalaron un partido feo, feo, de escasas ocasiones, de esos que suelen gustar más a los entrenadores... o al menos eso dicen. Pero de la guapura no todos viven y el Algeciras hizo bien en darse cuenta a tiempo. Los albirrojos sumaron a domicilio por tercer viaje consecutivo y sostuvieron la línea de solidez que está pavimentando el camino hacia la permanencia. Que a fin de cuentas es lo importante. Esta vez no fueron los tres puntos de Majadahonda o La Línea, pero el empate vale más a los visitantes aunque da la sensación de que el Sanse tampoco le hizo ascos.

El Algeciras representó el papel del último mes y pico: solvente en defensa, aguerrido en el centro y presionante en ataque, pero en esta ocasión careció de acierto y tampoco es que fuera un derroche de pegada. Los de Ania tuvieron sus oportunidades y dominaron más en la segunda parte de un encuentro ante un Sanse que primó no perder las formas en el debut de Antonio Calle como su tercer entrenador de la temporada. Los madrileños se agarran a sus 39 puntos y a que llegan al domingo fuera del pozo.

Puede quedar el pellizco de que los algeciristas podrían haber intentado dar un bocado mayor, pero la realidad es que no perder seguramente era más valioso que lanzarse en tromba a ganar. Los del Nuevo Mirador jugaron la baza de manejar los tiempos y lo fiaron casi a un once que no experimentó cambios hasta el tramo final.

El partido comenzó con el Sanse apretando con una internada de Pedro Benito por la banda derecha, una declaración de intenciones de los madrileños. El Algeciras achuchó desde primera hora con su habitual presión alta, forzando a los de casa a menudo a buscar el juego en largo. En este mano a mano, ninguno de los dos conseguía imponer sus términos.

Los de Iván Ania, que repitió el mismo once del triunfo ante el Mérida, gozaron de su primera y mejor oportunidad al filo del cuarto de hora. Tras un balón guerreado en el centro del campo por Mario Ortiz, el algecireño Tomás puso un centro desde la izquierda que no llegó a engatillar bien Roni por un suspiro.

La réplica del Sanse fue inmediata y, tras una contra relámpago, Pedro Benito lo tuvo todo a su favor para mandar el cuero a la red pero apuntó desviado por centímetros. Una llegada para cada uno y empate a desacierto.

El encuentro, bajo un calor propio del verano, consumía su primera parte en continuos duelos y acciones rápidas, en un ida y vuelta que no terminaba por decantar la balanza. En el minuto 26 fue de nuevo el Sanse el que estuvo más cerca. Admonio propició una contra peligrosa que él mismo abortó dentro del área.

Más allá de un intento de volea lejano de Pedro Benito y una internada de Albarrán por la derecha que acabó en córner, el choque enfiló el descanso en tablas. La guerra de guerrillas se estaba librando en el centro del campo y el Algeciras, seguro atrás, no fue capaz de buscar una portería contraria que rondaba con poco tino.

A la vuelta del intermedio parece que el Algeciras pisó algo el acelerador y dispuso de un par de llegadas, ambas con el capitán como protagonista. En la primera Iván casi empalmó en el barullo un entro de Albarrán desde el lado diestro y, al instante, el algecireño chutó a puerta y obligó a meter los puños a Pedro López.

Se echaba en falta eso, el intento de disparo entre los tres palos. El Sanse lo probó también por medio del exalgecirista Raúl Hernández, cuyo chut mordido se fue a córner. En el 56' era David Martín el que se atrevía con un tiro tenso que se marchó por arriba.

Tras estos minutos de zarandeo mutuo, el Algeciras comenzó a tener el balón. Los de Ania tocaban y tocaban, de un lado a otro, en campo contrario buscando desesperar y cansar a un Sanse que había empezado a mover el banquillo en el descanso. Los de Calle quemaron todos sus cartuchos a la hora de partido cuando el Algeciras no había movido una sola ficha.

A través de la posesión, los de Ania protagonizaron algún acercamiento prometedor, sobre todo una acción en la que David Martín no llegó a un balón cruzado de Roni que le dejaba con la meta vacía.

La entrada de Elejalde, en el minuto 78, fue el primer revulsivo de un Algeciras que no sufría apenas pero tampoco inquietaba. Los del Mirador -vestidos de azul- querían romper la brecha de un Sanse al que seguramente esperaban en modo carga de caballería, pero no. Los madrileños no se volvieron locos. Ania apuntaló el centro con Pepe Mena y Juan Serrano, Roni fue relevado sin ser la quinta amarilla y los seis minutos de añadido se esfumaron en Matapiñonera con un punto para cada uno.

El Algeciras mantiene cuatro de ventaja sobre el Sanse a falta de nueve por jugarse. El golaveraje, en este caso, es para los de San Sebastián de los Reyes. A los de Ania les faltarían dos puntitos más para respirar tranquilos pero el próximo domingo podrían sumar tres para celebrarlo por todo lo alto. ¿Mejor, no?

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