Yago Pérez, de Vigo a Algeciras pasando por Mongolia
Algeciras CF
El mediocentro derriba la puerta y se mete a la afición en el bolsillo tras un debut deslumbrante
"Esta es una bonita oportunidad para reengancharme a la Segunda B", destaca
Algeciras/Yago Pérez ha derribado la puerta en el Algeciras CF. El mediocentro gallego debutó el pasado domingo en la victoria ante el Badajoz con un partido de muchos quilates. Con apenas unos entrenamientos en el cuerpo, el futbolista aceptó el guante de la titularidad lanzado por Salva Ballesta y se metió a la afición del Nuevo Mirador en el bolsillo. Yago es una de las nuevas caras del reconstruido Algeciras que quiere aferrarse a la Segunda B a toda costa.
¿Pero quién es Yago Pérez? Se preguntan muchos seguidores algeciristas, que de momento solo cuentan con lo que vieron del centrocampista sobre el césped. Yago es un futbolista de Vigo que vive su primera experiencia en el sur después de haber disfrutado de toda una aventura en los confines de Asia, en Mongolia. "Algeciras me convenció con un proyecto bonito y es una gran oportunidad para reengancharme a la Segunda B", asegura el gallego de 32 años, con tablas también en equipos de bronce como el Coruxo o el Rápido de Bouzas.
Yago había vuelto a casa tras acabar el campeonato mongol en octubre. "Allí la liga se juega de abril a octubre porque en invierno hace una temperatura terrorífica con hasta cuarenta grados bajo cero", explica el albirrojo, que aterrizó en Ulán Bator, la capital del vasto país de Mongolia, que se encuentra a 10.824 kilómetros de la Plaza Alta. Casi nada.
"Tenía ganas de probar la experiencia y mi representante me habló de Mongolia y otros destinos. Busqué algo de información y vi que dentro de lo cabe iba a una ciudad más o menos europeizada", relata. "El cambio cultural es grande; la gente es muy educada aunque algo rara; y el fútbol está en crecimiento, están apoyándolo para que vaya a más, pero allí a la gente le mueve más el deporte con los caballos o el tiro con arco", desvela Yago.
Cuando Yago retornó a su tierra se enroló en el Valladares, un equipo cercano en el que tiene amigos. "Ellos están la Preferente, pero me venía bien para mantenerme en forma y estar cerca de casa mientras salía algo interesante", cuenta. "Sí que es verdad que tenía algo de miedo por volver a competir en Segunda B porque el ritmo es muy alto, el nivel de trabajo y exigencia no tienen nada que ver, pero me encontré muy bien en todos los sentidos", confiesa.
En ese bienestar tiene mucho que ver lo cuidado que Yago Pérez es "con la alimentación". "Cuido mucho lo que como, el tema del gimnasio, porque todo suma y al final en esta categoría los partidos se resuelven por detalles mínimos", sostiene.
El vigués dice que solo se ha encontrado facilidades desde su llegada. "Ayuda mucho que no haya tenido que preocuparme en nada más allá del fútbol", subraya. "Cuando me llamó el Algeciras me animé y además sabiendo que estaba aquí Salva Ballesta, alguien que ha sido un grande en Primera división", prosigue.
"Yo por mi parte he venido muy comprometido y es lo que me ha encontrado en los demás. El recibimiento de los que estaban fue estupendo, nos lo pusieron muy fácil, y lo de la afición es de diez, me sorprendió el apoyo que nos mostraron cuando el equipo venía en una mala racha. Con ellos, el objetivo va a ser más fácil de alcanzar", reflexiona.
¿Qué le pidió Salva Ballesta a Yago Pérez? “Quería un pivote, un seis que ayude defensivamente y que lo haga fácil, que barriera el campo", bromea. El de Vigo destaca que "el trabajo con Salva los primeros días fue muy bueno" y las consignas están claras: "Estar juntitos, hacerlo fácil, con buena salida de balón con los dos delanteros, con intensidad... Fue lo que hicimos", insistió. El reto pasa ahora por refrendarlo fuera de casa: "Tenemos que ir a Sevilla a por los tres puntos, con toda la confianza para que sea un punto de inflexión para ir hacia arriba juntos, unidos".
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