La afición del Algeciras se queja por la falta de mantenimiento en el Nuevo Mirador

Algeciras/Asientos sucios, baños a oscuras y ahora problemas eléctricos que se reflejan en el apagón que sufrió el marcador en el partido ante el Fuenlabrada y en la ausencia de electricidad en la mayoría de las cabinas de prensa. El estadio Nuevo Mirador de Algeciras ha vivido sin duda tiempos mejores en cuanto a mantenimiento y la afición viene quejándose desde hace semanas con razón de cierta dejadez en el cuidado del templo del Algeciras CF, una labor que corresponde íntegramente a los propietarios de la Sociedad Anónima Deportiva que encabezan Ramón Robert y Mac Lackey.

Son muchos los hinchas que vienen remitiendo quejas por la falta de limpieza en los asientos desde que arrancó la pretemporada. El algecirista más tradicional continúa llevándose al fútbol su cojín, pero la realidad es que esta práctica se ha perdido entre los más jóvenes. No solo se trata de las butacas, también se han multiplicado las protestas por el estado de los servicios, donde la falta de luz ha imposibilitado su uso, especialmente para las personas más mayores.

Las cabinas de prensa han sufrido un deterioro importante en los últimos meses hasta el punto de no suministrar electricidad en las últimas semanas, lo que ha provocado que los profesionales de la comunicación que acuden al estadio tengan que valerse de alargaderas para tener corriente. Los fallos eléctricos quedaron más que patentes para todo los espectadores en el encuentro ante el Fuenlabrada del pasado 3 de noviembre cuando el Algeciras no pudo hacer uso del vídeomarcador electrónico, recuperado ante el Real Murcia.

Desde el club, oficiosamente, apuntan a unos problemas en el sistema eléctrico que entienden pueden deberse a los últimos temporales, aunque oficialmente los dirigentes no se han pronunciado al respecto.

Desde el Ayuntamiento recuerdan que el mantenimiento del estadio Nuevo Mirador es responsabilidad del Algeciras CF SAD desde que se firmó la concesión en julio de 2022 a la propiedad que entonces compartían Félix Sancho y Ramón Robert. Este acuerdo significó el fin a una década de tutela municipal de unas instalaciones que habían tenido que ser rescatadas por las brigadas de limpieza municipales y posteriormente por la Delegación de Parques y Jardines. La consesión del Nuevo Mirador conlleva que la propiedad del Algeciras debe hacerse cargo del cuidado, limpieza, césped, gradas y vestuarios del recinto y de la Pradera Juan López Hita.

El Ayuntamiento, por tanto, no tiene acceso al Nuevo Mirador ni la Pradera sin permiso de los dueños del Algeciras. Las responsabilidades municipales se ciñen a las instalaciones de los anexos de la ciudad deportiva. Desde el Consistorio explican que recientemente han tenido que acometer arreglos en el sistema eléctrico de La Menacha, posiblemente de la misma índole que los que afectan al Nuevo Mirador, sin embargo no han recibido notificación alguna de que existan problemas en el estadio. Las quejas han llegado a la calle Convento, al igual que a los medios, a través de los aficionados.

Fuentes municipales aseguran que han mandado más de un aviso al club para que no se desentienda de las labores de mantenimiento comprometidas en el acuerdo de consesión.

Todas estas quejas y problemas se concentran poco después de que la selección española haya visitado el Nuevo Mirador para la disputa del partido oficial de la selección sub-21 de Santi Denia. La cita internacional del pasado 15 de octubre propició los cuidados extra del césped por parte de jardineros de la Federación y el acondicionamiento de ciertas zonas del estadio. La RFEF reforzó la iluminación con sus propios medios y tomó las riendas de la organización del encuentro.

¿Pero ahora qué? Es lo que se preguntan muchos algeciristas que palpan la falta de limpieza y luz en su campo.

Camino de los 25 años

El Nuevo Mirador se encamina este verano al 25 aniversario de su inauguración. El Algeciras inauguró el estadio el miércoles 9 de junio de 1999 con el Real Betis como anfitrión de lujo. El partido amistoso, no obstante, vino rodeado de cierta polémica los días previos porque el equipo albirrojo se vio inmerso en la lucha por mantener la categoría en Segunda B. El cuadro algecirista dirigido por García Calderón se vio abocado a la fase de permanencia. Al ceder en la primera eliminatoria con el Aurrerá de Vitoria, el Algeciras quedó emparejado con el Caudal de Mieres para la segunda y definitiva ronda de salvación. De pronto, el día festivo de la inauguración del nuevo estadio se había convertido en una china en el zapatazo con todo lo que había en juego.

Bernardo Martín, el presidente algecireño, y Patricio González, el alcalde de la ciudad, acordaron a última hora seguir adelante con la ceremonia de la inauguración. El PP local, a través de su entonces portavoz Luis Ángel Fernández, había solicitado el aplazamiento de la cita. Para echar más leña al fuego, Javier Clemente, el técnico del Betis, había afirmado que este partido en Algeciras era un castigo de Manuel Ruiz de Lopera.

La afición veía inoportuno el día elegido para la puesta de largo del Nuevo Mirador, pero el 9 de junio de 1999 unas seis mil personas acudieron al estreno. Benjamín Zarandona hizo en el minuto 88 el primer gol y Alfonso Pérez reapareció de una larga lesión. García Calderón se llevó, como era lógico, a varios juveniles, entre ellos a un barbilampiño Johny.