El Algeciras, de momento, ni vence ni convence (1-0)

Este Algeciras, de momento, ni vence ni convence y, por supuesto, está en un proceso de construcción que va a requerir paciencia. El equipo de Fran Justo encajó su primera derrota de la temporada 2024-25. Lo hizo en el tramo final ante un Mérida más entonado, más cuajado y que exprimió el factor campo para esos achuchones precisos en un partido que parecía destinado al cero a cero. Los albirrojos no estuvieron lo que se dice mal, mal, ni mucho menos, pero se palpa que falta cocción en el puchero. Así que habrá que seguir moviendo la cuchara y acertar con los condimentos.

El primer tropiezo del nuevo Algeciras llegó en la tercera jornada y en una plaza fuerte como el Romano y vino después de dos empates que, en el cómputo general, va a rebajar los ánimos entre el algecirismo. Un comienzo con tres partidos sin una victoria, como es lógico, no invita a tirar cohetes.

Dos acciones o más bien tres marcaron el encuentro en el Romano. La primera se produjo en el gol anulado a Busi al cuarto de hora a la salida de un córner en la que el colegio madrileño pitó falta en el barullo del área pequeña. La segunda acción clave tuvo también a Busi como protagonista en el gol del minuto 84 tras un centro de Pipe -puede que saliera en posición dudosa-, previo a un balón interior de Beneit. Y la tercera encrucijada llegó en el tiempo añadido con la clara ocasión de Juan Hernández que desbarató el meta Juanpa.

El Algeciras capeó un primer tiempo en el que el Mérida elevó la intensidad desde muy pronto, tratando de hacer pupa por los costados con los incisivos Doncel y Liberto. El Algeciras trataba de establecer su juego sin perder la compostura. Fran Justo dio la titularidad a Iván Turrillo por Javi Alonso y a Neco Celorio por Leiva. Se echaba en falta algo más de estopa en ciertas disputas en el centro del campo, donde los rojiblancos perdían duelos que luego recuperan en una defensa eficiente, liderada por Paris Adot.

Los de Justo merodearon el área del Mérida cuando estiraron líneas, pero sin acierto en la finalización. Ni Javi Gómez ni Diego Esteban ni Neco dieron esa chispa o ese último pase a un Rodrigo Escudero demasiado perdida en su lucha. Los del Mirador aguantaron las embestidas romanas antes del descanso con un Lucho muy presente.

Segundo tiempo

Tras la reanudación, el Mérida volvió a salir presionante ante un Algeciras al que le costaba salir de su propio terreno. Justo movió el banquillo en el minuto 60 con un doble cambio: Leiva y Javi Alonso. En el bando contrario, el Mérida zarandeó el árbol y Sergi Guilló retiró a su pichichi. Javi Eslava se fue el banquillo sin casi haberlo olido y eso hablaba muy defensa del trabajo defensivo visitante. Entró el exalgecirista Mizzian con ganas de marcha.

El reloj corrió inexorable y cuando el choque enfilaba su recta final, cuando la mayoría ya se hacían el cuerpo a un empate (uno más sí, pero este sin duda muy valioso), el Algeciras ofreció una costura por la que el Mérida clavó su aguja. Minuto 84, balón interior de Raúl Beneit a la banda derecha en la que apareció como una centella Pipe, que colgó el centro y por el medio entró muy solo Busi para rematar para sorpresa de todo el entramado defensivo algecirista. Queda la duda de la posición de Pipe, pero en esta Primera Federación nuestra no hay VAR ni se le espera.

El tanto cayó como un jarro de agua del que el Algeciras fue capaz de sobreponerse o, más bien, a punto estuvo de hacerlo. Corría el cuarto minuto de tiempo añadido cuando Juan Hernández gozó de una oportunidad que Juanpa desbarató a bocajarro. Una clarísima ocasión que pudo haber dejado un empate que tampoco habría sido descabellado.

Pero esto es fútbol y aquí solo cuentan los goles y los resultados y el Algeciras de Fran Justo ha comenzado con dos puntos de nueve posibles.