El Algeciras tutea al líder (1-1)

Algeciras/De tú a tú, con el debido respeto, pero sin complejos. El Algeciras CF sobrevivió al líder y sumó un punto -un puntazo- que, como mínimo, va a mantener los niveles de ilusión de una afición que ve a su equipo cada día más entero y más capacitado para asentarse en la mitad superior del grupo II de la Primera Federación. El Antequera CF demostró su condición de equipo casi imbatible. La sinfonía de Javi Medina apenas necesita unos toques de batuta para hacer goles como el de Luismi Gutiérrez, pero no se engañen, detrás de este conjunto hay un trabajo de fútbol descomunal. No tiene mucho que envidiarle este Algeciras de Fran Justo, que prosigue su escalada y que despide 2024 cargado de buenas sensaciones. Los albirrojos se van al parón de la Navidad con 24 puntos y cerca de esa estufa de los puestos de playoff de ascenso. Ni tan mal.

El Algeciras y el Antequera brindaron un duelo a la altura de lo esperado, finalizado en unas tablas que se pueden considerar justas. Los visitantes -llevaban tres victorias seguidas a domicilio- se sintieron más cómodos en una primera parte que arrancó con un gol anulado a los albirrojos por fuera de juego de Rodrigo Escudero. El Algeciras, en una de sus pocas concesiones, regaló una falta cerca de la frontal de su área: un caramelo para Luismi Gutiérrez, uno de los grandes francotiradores de la categoría, que no perdonó. El segundo tiempo, con los retoques del banquillo, dejó ver a un Algeciras con más colmillo y con ese acierto que necesitaba para culminar alguna de sus llegadas. Una falta lateral botada por Marino la cazó metiendo una pierna Lautaro, otro baluarte a balón parado.

Los dos mejores equipos en la estrategia, según la estadística, resolvieron la disputa a través del balón parado. Obvio. Al margen de los tantos, el encuentro estuvo repleto de momentos, de fases, de detallitos e intervenciones individuales y hasta de polémica con el arbitraje de Expósito Jaramillo, a quien el Nuevo Mirador le reclamó un posible penalti sobre Diego Esteban con el 0-1. Pitable.

Lo mejor es que el Algeciras de Fran Justo suma y sigue y son seis jornadas en positivo. El Nuevo Mirador se ha consolidado como un fortíny los albirrojos transmiten que pueden competir con cualquiera. Lógicamente, el algecirismo quería despedir el año con más tres, pero puntuar ante un líder que solo ha perdido una batalla en 18 jornadas se debe dar por bueno. Más aún tras el impulso de la semana anterior en Ibiza. El Algeciras se sitúa con 24 puntos y, a falta de que acabe la jornada este domingo, se irá de vacaciones cerca del playoff y con cierto margen sobre el descenso. Los de Justo están legitimados para ilusionarse.

El Algeciras salió con el cuchillo entre los dientes, como su entrenador había avisado. Justo repitió el once de Ibizaaunque las lesiones volvieron a golpear durante los 90 y pico minutos de juego hasta en dos ocasiones, ya que Paris Adot y Aleix Coch tuvieron que ser relevados.

El partido arrancó con posesión larguísima del Antequera y un primer robo del Algeciras, que se plantó en campo contrario y chutó por medio de Javi Gómez. Atajó Jero pero ahí quedaba el aviso. En los primeros compases quedó claro que los visitantes querían mandar con la pelota y los locales estaban más interesados en meter nervio y pisar la otra área. A la primera que tuvo a balón parado, el Algeciras corroboró su inmenso peligro. El colegiado anuló por fuera de juego un gol a Rodrigo Escudero en una jugada nacida de la estrategia. Da la sensación de que el goleador podía estar algo más adelantado.

El Antequera se dio cuenta de que tenía que replicar después de otra intentona algecirista tras una cabalgada de Dani Merchán con disparo fuera Diego Esteban. Un remate de Fomeyen en un centro dejó ver que el líder necesita muy poco para plantarse en campo contrario. Los de Fran Justo tenían subrayado en rojo que no podían conceder faltas cercanas y pecaron una sola vez en un lance defensivo de Lautaro. Luismi Gutiérrez colocó la pelota por fuera de la barrera y pegada al palo opuesto de Lucho para adelantar al Antequera en el minuto 34.

El gol heló algo a un Nuevo Mirador que resurgió para protestar poco antes del descanso una posible pena máxima sobre Diego Esteban. Una de esas acciones que se pueden pitar, pero que el árbitro no vio suficiente. Poco después fue Elejalde el que se marchó de tres algeciristas antes de chutar fuera en la que fue su casa. Justo antes del silbatazo, Paris Adot se rompió. El lateral derecho vio la amarilla por volver al césped sin permiso y cumplirá sanción la próxima jornada por acumulación de tarjetas. Su sustitución al intermedio estaba cantada.

Segundo tiempo, otro aire

El Algeciras regresó de la caseta con la entrada de Rafa Roldán por el lesionado Adot y de Neco Celorio por Eric Montes. El revulsivo fue inmediato y Neco estuvo a punto de igualar al minuto de la reanudación.

El Antequera sofocó algo el ímpetu albirrojo y protagonizó un par de acercamientos con el omnipresente Luismi y el incombustible Biabiany. Pero el empate se olía más en el otro lado del campo. En el minuto 58 Jero Lario sacó una falta directa lanzada por Javi Gómez con muchísimo veneno. El Algeciras lo buscaba y lo merecía, y encontró el premio en el minuto 67 a pelota parada. Una falta lateral bastante lejana la puso Marino en el corazón del área y allí Lautaro metió una pierna medio en acrobacia y sorprendió a todos. Otro gol del central a balón parado, aunque este no lo celebró con toda la efusividad del mundo por respeto a su anterior equipo. Goleador y con clase.

El tanto del Algeciras renovó los bríos de un encuentro que se volvía a abrir para su recta final. El Antequera se refrescó desde la banda. Uno de los que entró, el exalgecirista Siddiki recibió aplausos, como también lo hizo Elejalde tras marcharse relevado. El Mirador es agradecido con quienes se parten la cara.

Aleix Coch se lastimó en una mala caída y Justo fue quemando los cartuchos de los cambios sin que el equipo se cayese. En ese tramo último el que tuvo el aviso más claro fue el Antequera con un disparo de Luismi Gutiérrez que sacó Lucho con un paradón. Los compases finales se libraron con cierta sensación de armisticio mutuo porque la realidad es que el punto no amargaba a ninguno de los dos.