El Algeciras da entre pena y vergüenza (3-0)

CF Fuenlabrada - Algeciras CF | La crónica

Nueva debacle a domicilio de los albirrojos, condenados en Fuenlabrada tras el descanso por otro penalti absurdo de Lautaro

El equipo de Fran Justo se estanca en el descenso con su quinta derrota en siete jornadas sin ganar

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Manín y Escudero sacan de centro tras encajar el Algeciras uno de los goles.
Manín y Escudero sacan de centro tras encajar el Algeciras uno de los goles. / Alejandro Matías Acosta

El Algeciras CF volvió a dar vergüenza. Entre pena y vergüenza para ser más exactos. Al contrario de lo que su entrenador aseguró en el viaje anterior, el de Marbella, el equipo de Fran Justo mostró de nuevo una cara inaceptable para un conjunto que se juega la vida para mantenerse en la Primera Federación. El Algeciras abochornó otra vez a una afición que se desplaza a cualquier rincón del país, que se moja bajo la lluvia, que cambia turnos de trabajo y planes con la familia para ver a los de rojo y blanco, a este Algeciras que se ha convertido en un presunto equipo al que se le ha olvidado competir.

El Algeciras sufrió en Fuenlabrada un descalabro que empieza a oler a descenso. Los albirrojos se fueron por debajo al descanso tras una primera parte más o menos igualada, ni fu ni fa, solo alumbrada por el gol de Cedric, que chutó cómodo al borde del área después de que Manu Garrido hiciera virguerías jugando de espaldas. Tras el paso por vestuarios se produjo el acabose. Otra vez un penalti absurdo, otra vez Lautaro, que venía de sanción y señalado tras Marbella. Una vez es fútbol y puede pasar. Dos veces se antoja negligente. Manu Garrido puso el 2-0 bajo la mojada y poco después Fer Ruiz sentenció a un Algeciras penoso, abatido, deambulante. Con el 3-0, el Fuenla permitió otro partido más cómodo, con más balón para un Algeciras que apenas mostró algún chispazo en las intentonas de Álvaro Leiva. Pero ni para el gol del honor sirvió.

La alerta roja es total y debería retumbar ya en las oficinas del Nuevo Mirador. El Algeciras encajó su quinta derrota en una paupérrima racha de siete jornadas sin ganar. Un agujero negro que ha metido a empujones a los rojiblancos en los puestos de descenso y, lamentablemente, sin visos de reacción. Da la sensación de que Fran Justo no encuentra la fórmula y de que el vestuario se le ha caído por completo. Da la sensación de que el bloque ya no cree en lo que se hace o, más bien, se intenta hacer. De poco vale ahora pensar en la falta de refuerzos o en las bajas cuando la realidad es que el club tuvo más de un mes para detectar y apuntalar las fallas de una plantilla con varias vías de agua.

Cuesta un mundo agarrarse a algo positivo en el actual momento del Algeciras. Todas las señales son negativas. El entrenador armó el once con la vuelta de Lautaro al centro de la zaga y Arnau de improvisado lateral zurdo para mantener a Tomás por delante. Con la defensa manga por hombro como ya es costumbre, era cuestión de tiempo que apareciera el error de marras. Lo del gol de Cedric no deja de ser fútbol dentro de una jugada mal defendida desde dos zonas del campo. Lo preocupante de verdad es lo que se vio después del descanso en los dos siguientes mazazos. La manera en la que se desploma este Algeciras cuando deja de creer.

El once del Algeciras en Fuenlabrada.
El once del Algeciras en Fuenlabrada. / Alejandro Matías Acosta

El partido tuvo algo de historia en la primera mitad. El Algeciras salió enchufado y con un par de aproximaciones por los costados, con un centro de Paris Adot al que intentó llegar de cabeza Iván Turrillo y otro, esta vez por la izquierda con Arnau, que buscó Escudero. El Fuenlabrada contestó a este atrevimiento con una doble oportunidad en el minuto 8: un contragolpe de manual que acabó con disparo de Aguza y parada de Lucho, y un córner de los azulones que Aguza remató arriba con todo a favor. Claras las dos ocasiones.

Pasado el fogonazo inicial, el ritmo se reajustó aunque fue el Fuenla el que comenzó a merodear con centros laterales o desde la esquina. Sin embargo, los de casa abrieron la lata con un balón interior que Manu Garrido cuerpeó de espaldas y cedió a Cedric, que armó el disparo desde la frontal del área sin que nadie obstaculizase. El balón se coló ajustado a la izquierda de Lucho.

Tras el gol azulón en el minuto 25, el partido se caldeó y se produjo un reguero de tarjetas amarillas tras una falta de Aguza a Marino y una pequeña tángana entre jugadores. Al poco, Tomás se jugó la segunda amarilla levantando el pie más de la cuenta. Justo tomó nota y lo cambió al descanso. El Algeciras se recompuso, se acercó al marco contrario con un disparo de Marino que se fue a córner y el entretiempo llegó con la sensación de que había posibilidades en la segunda mitad. De que quedaba un mundo para, por qué no, protagonizar una épica remontada. Qué ilusos.

1-0 al descanso... y debacle

Justo retiró a Tomás por Manín, seguramente para evitar la expulsión del algecireño y para ganar una referencia arriba, pero la tarde se terminó de torcer a los dos minutos. Saque de esquina a favor del Fuenla y penalti contra el Algeciras por un agarrón de Lautaro en el forcejeo. ¿Penaltito? Puede ser, pero lo suficientemente visible para que un árbitro te lo pite. Lo grave es que es el segundo seguido del central, que en otras circunstancias tendría banquillo para largo. Manu Garrido, el mejor de los madrileños, puso el 2-0 y virtualmente acabó con las ilusiones del algecirismo.

Fer Ruiz, que había tonteado con el gol y forzado a Lucho a volar con un centro envenenado, firmó el tercer gol del Fuenlabrada en el minuto 60 y sentenció el resultado. Con más de media hora por delante, el encuentro entró en una fase más relajada porque así lo quiso el anfitrión. El Fuenla bajó el pistón y dejó hacer a un Algeciras que tiró de banquillo para buscar algo de esperanza. El único que aportó una pizca fue el algecireño Álvaro Leiva, que entró en el minuto 72 y buscó algunas internadas por la banda, algún centro al corazón del área, algo de chispa en un cuadro rojiblanco medio inerte.

Marino lleva el balón ante Galindo.
Marino lleva el balón ante Galindo. / Alejandro Matías Acosta

La frustración se apoderó del algecirismo, de una afición que lo único que quería era que el partido acabase lo antes posible para dejar de pasar vergüenza.

La derrota se desconoce si tendrá daños colaterales dentro de la institución. Lo que sí es impepinable es que el Algeciras se complica un poco más su objetivo y se deja otro golaveraje por el camino ya que el 2-1 de la primera vuelta queda neutralizado con este 3-0.

Ficha técnica

CF Fuenlabrada (3): Lucas; Isma Casas, Mauro, Alba, Álvaro García, Aguza (Curras, 92’), Ale Galindo, Barbosa (Aarón Piñán, 81’), Fer Ruiz (Nene, 81’), Cedric (Sang, 92’) y Manu Garrido (Ilies, 73’).

Algeciras CF (0): Lucho; Paris Adot, Aleix Coch, Lautaro, Arnau, Tomás, Pablo Larrea, Marino (Leiva, 73’), Iván Turrillo, Escudero (Neco Celorio, 84’) y Diego Esteban (Javi Gómez, 60’).

Árbitro: Gerard Brull Acerete (Palamós). Expulsó al delegado visitante, Alberto Rojas (29'). Amonestó a Aguza (27’), Tomás (28’), Casas (28’), Lautaro (48'), Paris Adot (58’) y Manín (63’).

Goles: 1-0 (25’) Cedric. 2-0 (48’) Manu Garrido, de penalti. 3-0 (60’) Fer Ruiz.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 27ª jornada liguera del grupo II de la Primera Federación, disputado en el estadio Fernando Torres de Fuenlabrada (Madrid).

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