El Algeciras echa el candado

Algeciras/El Algeciras de la pegada ha dejado paso al Algeciras del candado o quizás el equipo de Iván Ania ha llegado al punto de combinar esas dos versiones en el tramo decisivo de la temporada. Los albirrojos dejaron su portería a cero ante el Linares como también hicieron la semana anterior ante el Albacete en sendos compromisos en el Nuevo Mirador. Desde que Pol Tristán se puso los guantes por la lesión de Iván Crespo, los algeciristas llevan cuatro de los últimos cinco partidos sin encajar, lo que se ha traducido en tres victorias y dos empates para mantenerse al acecho de los puestos de playoff de ascenso.

El Algeciras ha experimentado una sensible mejoría defensiva y no solo se debe al circunstancial cambio de la portería. Pol Tristán se ha revelado como un guardameta de garantías aunque la oportunidad le llegó cuando mejor estaba Crespo antes de lesionarse. El Algeciras tiene más empaque, más solidez, gracias al paso adelante dado por todo el bloque y a la renovada competencia en la retaguardia, una zona en la que Jordi Figueras y Nico Van Rijn han cobrado protagonismo en la segunda vuelta.

Los albirrojos han limado, con excepciones, uno de sus principales defectos de la primera parte de la temporada cuando echaron por tierra buenos partidos por errores puntuales, momentos de desconexión y concesiones a veces groseras. Los de Ania han adquirido un plus de dureza -y también de oficio- que tiene mucho que ver con la incorporación de los refuerzos de invierno y la entrada en escena de actores secundarios que han probado tener nivel para el primer plano.

El mes de marzo ha realzado al Algeciras en la tabla hasta la sexta posición, a un solo punto del cuarto y con la permanencia prácticamente asegurada. Este arreón algecirista iniciado en Sanlúcar ha tenido mucho que ver con la muestra de madurez de un vestuario que ha mostrado carácter cuando asomaban las dudas. Con la inestimable ayuda de la afición -fuera y dentro del Nuevo Mirador-, el Algeciras ha sido capaz de ser algo más que ese equipo desbocado con una pegada letal. Los de Ania han demostrado que pueden navegar en encuentros más reñidos, más abruptos, más de pizarra como ha ocurrido en los dos últimos empates antes dos rivales tan dispares pero igualmente competitivos.

Esa mejora ha sido posible gracias a la respuesta de Pol Tristán, el portero que ha cumplido los 20 años durante su gran oportunidad. La lesión de Iván Crespo ante el Alcoyano abrió un escenario desconocido para el algecirismo con el joven arquero catalán, que desde el primer momento se ha ganado el respeto y la tranquilidad de todo el mundo. Esté él o esté Iván Crespo nadie va a volver a dudar de la portería en lo que resta de campaña, aunque Ania va a tener una papeleta cuando el cántabro se recupere.

El engranaje defensivo se ha beneficiado de las apariciones de Nico Van Rijn y Jordi Figueras, los centrales titulares las dos últimas jornadas. Cuando Robin tomó la decisión de marcharse en enero, el algecirismo temió por la baja de uno sus pilares. El francés y Mariano lo habían jugado casi todo. En poco tiempo, el joven Nico Van Rijn probó su valía y poco después el veterano Figueras entró en la rueda del once para enseñar sus galones. Ania probablemente dio un tirón de orejas a Mariano con la suplencia ante el Linares o simplemente quiso premiar a los que habían jugado ante el Albacete. Esta competencia ha hecho mejor al Algeciras.

El resto del colectivo ha apretado las tuercas también con la llegada de gente como Serrano, Renato, Bueno, Yannis... y la recuperación de Rafa Tresaco -otra vez tocado- o Almenara. Ahora ha vuelto a caer Álex Robles, que parece que no llegó en la mejor condición, pero Víctor López está a punto de volver. Si las lesiones respetan a los de Ania, los albirrojos ya han demostrado que la competencia y la solidez van de la mano.