El Algeciras, a hacer equilibrismo con las tarjetas

Algeciras CF

El Algeciras, en el entrenamiento de este jueves.
El Algeciras, en el entrenamiento de este jueves. / ACF

Algeciras/El Algeciras CF alcanzará este domingo en Murcia (12:00) la octava jornada liguera del grupo II de la Primera Federación con la amenaza muy probable de que alguno de sus tres apercibidos vea la quinta amarilla. Borja Fernández, Eric Montes y el capitán Iván Turrillo están a una tarjeta del castigo. Dicho de otra manera, el grueso del centro del campo de Lolo Escobar está al borde de cumplir su primer ciclo de sanción de la temporada.

No es que sea un problema capital, mucho menos con la excelente racha del invicto equipo rojiblanco, pero el Algeciras va a tener que hacer equilibrismo con las tarjetas para evitar que las sanciones caigan de manera simultánea. Lo ideal sería perder uno a uno, escalonadamente, aunque en esto del fútbol nunca se sabe. Seguramente el técnico tenga también su preferencia al respecto.

El Algeciras ha librado un comienzo liguero salpicado por un exceso de amonestaciones, algo de lo que Escobar se quejó en varias ocasiones, aunque parece que la tónica ha aflojado en los encuentros más recientes. Los del Nuevo Mirador han visto 25 amarillas en siete jornadas (3,5 por partido) y, de momento, ninguna roja. Muchas de estas amonestaciones han sido en campo contrario o en acciones cuando menos discutibles.

La parte del equipo más afectada es de lago el centro del campo con los mencionados Borja Fernández, Eric Montes e Iván Turrillo, con cuatro, y Mario García, con tres. Está claro que el Algeciras intentará esquivar o alargar el castigo lo máximo posible, aunque lo más sensato es tratar de que no se acumulen varias sanciones al mismo tiempo. Entra en juego la gestión desde el banquillo y la del propio jugador dentro del césped.

Una de las cuestiones es cómo recompondrá Lolo Escobar su esquema cuando tenga que dar descanso forzado a uno de sus titulares por sanción. Lo cierto es que esta situación podría abrir una ventana de posibilidades para que el entrenador retoque el dibujo y pruebe con un sistema con un delantero puro, como ya hizo al inicio del campeonato. También podría suponer una oportunidad para Marino, el joven centrocampista que tanto agradó en verano y que aguarda paciente desde el banquillo.

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