La fiebre del 9 en Primera Federación

Algeciras/Firmar a un delantero de referencia, a un atacante contrastado que te garantice un buen número de goles siempre ha figurado entre los prioridades de los equipos cada verano, da igual la categoría, los colores o el presupuesto. Con la irrupción de la Primera Federación se abrió un nuevo mercado, una veda entre el fútbol profesional y el semiprofesional que cada año se acerca más a lo primero que a lo segundo. La fiebre del 9 no ha hecho más que aumentar en una división cada vez más poblada por grandes clubes que quieren regresar cuanto antes a la LFP. El Algeciras CF ha experimentado en primera persona esa evolución de una Primera Federación que en su tercer verano está moviendo cifras de locura cuando se habla de un goleador top.

Ahí están los casos más sonados como el de Rodri Ríos, que tras su temporadón en el Ceuta se convirtió en el punta más cotizado, o delanteros de la talla de Dioni, Obolskiy, Willy Ledesma, Caye Quintana, Patrick Soko, Gorka Santamaría o el flamante último fichaje del Ibiza, Cedric Omoigui.

Uno de los nombres más importantes que lleva sonado todo el verano como apetecible para los favoritos de la categoría es el de Rubén Castro. El veteranísimo goleador canario ha sido relacionado con numerosos pretendientes aunque quienes siguen de cerca el día a día del mercado sostienen que el canario todavía aguarda una oferta que le seduzca de Segunda, una categoría en la que ha seguido marcando goles con el Cartagena y el Málaga en sus últimos periplos. Entre el algecirismo, algunos han llegado a fantasear con esta posibilidad, pero los rumores siempre han apuntando a presupuestos más elevados.

La afición del Algeciras continúa aguardando con expectación la llegada de un ansiado 9 que ponga la guinda al pastel confeccionado a las órdenes de Lolo Escobar. Todo el mundo, incluso el propio entrenador, entiende que la remozada plantilla rojiblanca precisa una pieza más en el ataque que abanderan Javi Cueto y Amorrortu.

El Algeciras contó en sus dos primeras temporadas en Primera RFEF con una de las duplas de ataque más destacadas de la división, la formada por Romero y Roni, si bien es verdad que la pareja destacó mucho más en el primer año que en el segundo. Tras separar su camino con los dos delanteros, el nuevo proyecto priorizó apostar por una plantilla más equilibrada, más compensada en todas sus líneas, aunque la realidad es que la hinchada espera al menos un fichaje de renombre arriba. Lo contrario sería una decepción para una buena parte de los que han renovado su abono.

El Algeciras está en ello. La parcela deportiva sabe cómo funciona el mercado, cómo son los últimos días de agosto y cómo todo se mueve en cadena desde arriba hasta abajo. Los descartes en LaLiga tienen sus consecuencias en los movimientos en Segunda y de ahí, empezando por Primera Federación, en cascada. Paralelamente, los directores deportivos rastrean oportunidades en un mercado internacional cada vez más poblado por españoles que ya no solo prueban suerte en la vieja Europa. Desde América hasta Asia hay futbolistas que encuentran apetecible volver a España para intentar reengancharse a la élite a través de una Primera RFEF en boga.

Lo que está claro y, por lo pronto, no ha podido solucionar el sistema de fair play financiero es que en Primera Federación existen al menos dos clases muy diferencias: los que van con la chequera por delante y los que tienen que ofrecer otros encantos y desafíos. Mientras clubes como el Real Murcia, el Deportivo o el Ibiza van al mercado casi a la carta, otros muchos han visto elevados sus números ya sea por el volumen de socios, por la aportación institucional o por el músculo de la SAD. El resto de los mortales tiene que aferrarse a sus armas y a la paciencia, y parece que el Algeciras de Mac Lackey y Ramón Robert no va a cometer ningún dislate en su primera temporada con el americano al frente.