Frenazo antes de la hora de la verdad

Algeciras/El Algeciras CF ha pegado un frenazo a sus ilusiones. Después de dos derrotas seguidas, el equipo de Iván Ania ha pasado de estar metido de lleno en la pelea por los puestos de playoff de ascenso a mirar de cerca la lucha por la permanencia. Es la realidad de una Primera RFEF tremendamente igualada. Es la situación predominante de una temporada que se encamina a su último cuarto de competición con la mayoría de los equipos vivos y coleando en un grupo que aún no se ha partido.

El tropiezo del pasado sábado ante el Alcoyano en el Nuevo Mirador, el segundo en casa de la temporada, ha detenido en seco a un Algeciras que lleva averiado como visitante más de tres meses. Era cuestión de tiempo que se diese la situación que se ha producido en un equipo que únicamente estaba sumando en su campo, aunque lo estaba haciendo de tres en tres, lo que ha permitido generar ese colchoncito sobre los puestos peligrosos de la clasificación.

El Algeciras de Ania ha enlazado dos varapalos por segunda vez este curso. En la primera vuelta los albirrojos solo hilaron dos derrotas consecutivas una vez: en Murcia y ante el Sanluqueño, entre noviembre y diciembre. El Algeciras cortó la sangría porque después repitió en casa con una victoria convincente ante el San Fernando. La diferencia ahora es que los del Mirador juegan a domicilio la próxima jornada con la visita al Sanluqueño (el domingo a las 12:00).

El desplazamiento a una plaza tradicional como El Palmar se ha convertido en una especie de final para un Algeciras que sabe que se enfrenta a uno de esos momentos determinantes, como ya le ocurrió tras la debacle en Cornellà (muy al principio) o tras ese revés casero ante el Sanluqueño. Los de Ania siempre han respondido con tres puntos cuando la crisis ha merodeado La Menacha. El domingo, todo lo que no sea sumar empezaría a activar las alarmas entre el algecirismo y con razón.

Numéricamente, el Algeciras se ha estancado en los 33 puntos y ha visto como el Alcoyano se ha distanciado hasta los 38. Por primera vez en muchas semanas, el descenso, a cuatro puntos, está más cerca que la zona de privilegio. Todo esto, sin olvidar que casi todos los equipos que marchan por detrás tienen al menos un partido pendiente por el Covid, es decir, un cartucho extra para seguir sumando.

No se trate de infundir miedo, pero sí de que Ania y sus pupilos sean conscientes de que los 48 puntos de la tranquilidad todavía quedan lejos y la pelea por la salvación se ha tornado en una disputa encarnizada con la excepción de un Betis Deportivo cada día más hundido.

Lo positivo de esta Primera RFEF es que, al igual que dos derrotas te meten en un lío, dos victorias te vuelven a poner en órbita. Y a eso se agarran los albirrojos antes de medirse al Sanluqueño fuera y a la Balona en el Mirador, en la vuelta del Clásico del Campo de Gibraltar. Mucho más que seis puntos se van a poner en juego estas dos semanas. Llega, sin lugar a dudas, la hora de la verdad para un Algeciras que aún está a tiempo de llegar a marzo con la posibilidad de soñar con el quinto puesto.