La fuerza del Mirador (2-1)

Algeciras/Con el estadio casi lleno y con la afición entregada, la fuerza del Nuevo Mirador es incalculable. El Algeciras CF doblegó al talentoso Barcelona B en un partido repleto de emoción, de detalles, de fútbol, de garra... de los ingredientes que cada día enganchan a más personas a dejarlo todo para vivir y sufrir esta Primera RFEF. Victoria algecirista (2-1), la cuarta consecutiva en un templo que ya es un fortín inexpugnable, y tres puntos para el equipo de Iván Ania que deja atrás la 22ª jornada liguera enganchado al tren del playoff de ascenso y otro pasito más cerca de cumplir con el objetivo de la permanencia. Que todo va de la mano.

El algecirismo vivió una tarde redonda, con la previa festiva en los aledaños del campo, con grupos de amigos y familiares, todos con los colores rojiblancos como común denominador celebrando algo ¿tan simple? como el fútbol. La visita del Barça B simbolizaba el presente de una categoría que muchos siguen saboreando cada semana, pero también el sueño de un futuro que quiere ser ambicioso. Más aún.

El Algeciras se impuso al filial azulgrana en un duelo que se puso muy de cara con el 2-0 en el minuto 65 gracias a esa dupla aterrorizadora compuesta por Romero y Roni, pero que, una vez más, no se decantó hasta el último suspiro. Matheus, con un gol olímpico -como hizo el algecireño Tomás en la primera vuelta-, reavivó un tramo final en el que el Mirador se hizo sentir para arropar a los suyos. Así es muy difícil que se pueda escapar un partido.

Iván Ania presentó una alineación con las vueltas esperadas de Mariano al centro de la defensa y del capitán Iván a la sala de máquinas. Álex Robles iba a repetir en el lateral derecho como titular pero sintió molestias durante el calentamiento y entró el canterano Natera, y, quizás el cambio más sorprendente, fue la apuesta por Juan Serrano en lugar de Leiva. Algecireño por algecireño.

El Algeciras, enfervorizado por el público, salió mordiendo y sometió en modo avalancha durante los diez primeros minutos con varias llegadas a los dominios de Carevic. Tomás lanzó el primer aviso desde fuera del área, Ferni puso un centro peligrosísimo desde la izquierda al que casi llegó Roni y Alvarito Romero recibió, se dio la vuelta y soltó un latigazo que obligó a estirarse al meta azulgrana.

El filial se sacudió del dominio con paciencia y se asomó en el minuto 12 al balcón contrario con un disparo de Zaca por la banda que defendía Natera. Pasado el cuarto de hora, por el mismo costado, fue Jandro el que puso el cuero en el corazón del área para que Escobar perdonase casi solo ante Crespo. A renglón seguido tuvo que pedir el cambio de Natera, acrecentando la maldición de un puesto que tiene a cuatro jugadores fuera de combate. Insólito. Ania tuvo que parchear el costado con Duarte, muy voluntarioso y más que aseado en el compromiso.

Cuando el Barça B empezaba a sentirse más cómodo sobre el verde el Mirador, con más balón y presencia en campo contrario, el Algeciras castigó uno de los puntos débiles de su rival: la salida del balón. Corría el minuto 26 cuando los de Sergi, tratando de jugar desde su área, provocaron la presión de Romero sobre Jandro y el zaguero metió la pierna y se llevó al pichichi albirrojo por delante. Penalti de pillo que Huerta de Aza no dudó en decretar. Romero ejecutó de maravilla, con potencia, desde los once metros para poner el 1-0. El Algeciras volvió a penalizar al Barcelona B forzando la pérdida, robando y saliendo con velocidad, pero los de Ania bajaron el pistón en un último tramo del primer acto bastante más descafeinado.

A la vuelta del descanso, el Barça B dio un necesario pasito al frente, pero el que volvió a avisar fue el Algeciras tras un fallo de Kays en el que Serrano lo intentó con un disparo. Poco a poco va recuperando la confianza el algecireño.

El encuentro, no obstante, estaba mucho más abierto que en el primer tiempo y el filial, con Ilias y Rodado ya en liza, estuvo a punto de empatar. En el minuto 51 se cruzó providencial Nico Van Rijn -que ha crecido muchísimo- para atajar el disparo de Zaca y en el 62' apareció Iván Crespo para detener a bocajarro el chut de Rodado, tras un mágico pase de Matheus. Otra parada de las que dan puntos del cántabro, que venía de su mejor actuación en Andorra.

El partido se jugaba a otro ritmo, con más cuerpo a cuerpo y también más interrupciones, hasta que la entrada del algecireño Leiva avivó de nuevo al Algeciras. Llevaba dos minutos en el campo Leiva cuando un mal control de la zaga azulgrana lo convirtió en una contra para Romero y el sevillano, en un pase para Roni, que definió a la perfección ante Carevic.

Con el Mirador en éxtasis, ambos entrenadores quemaron todos los cartuchos de cambios a falta de quince minutos. Ania hizo debutar a Bueno y Renato, correspondiendo el esfuerzo que el club ha hecho en el mercado de invierno. La victoria algecirista parecía amarrada, pero entonces emergió Matheus para hacer un gol olímpico en el minuto 81 y devolver la chispa al césped y las gradas. Otra vez un gol a balón parado y evitable, como en Andorra. Y a buen seguro que a Ania le enfadó bastante.

Más allá de la incertidumbre lógica de un 2-1, el Algeciras no renunció a su sello y Leiva pudo sentenciar tras una de las suyas por la banda izquierda. El filial del Barcelona apretó, casi siempre en botas de Matheus, que desperdició una falta cercana al borde del área. No ocurrió mucho más en los cinco minutos de añadido porque miles de gargantas cerraban también el área defendida por Crespo.

El Algeciras se aferra a la sexta plaza del grupo con 33 puntos y se pone a uno solo del Castellón, el quinto, que tiene pendiente el duelo de este domingo en Sevilla y un aplazado por el Covid. El peligro sigue estando a buena distancia.