El Algeciras hace escuela en Kenia

Algeciras/La solidaridad no conoce fronteras. Eso lo sabe bien y lo practica Juan Barreno, un algecireño de pro, muy conocido en la ciudad por su dilatada trayectoria profesional y también por su implicación social y cultural con diferentes colectivos. De la mano de este algecirista con espíritu viajero y de Agua-ONG, los colores rojo y blanco del Algeciras CF han llenado de ilusión una pequeña aldea de Kenia, donde los lugareños ya entonan el grito favorito del Nuevo Mirador, el inconfundible "Shira".

Juan Barreno, su esposa Lumi Barranco y un grupo de amigos se encuentran en Kenia, en la ciudad de Molo, junto al lago Nakuru. 9.183 kilómetros separan la tierra de Paco de Lucía de uno de los países más representativos del continente africano, uno de los emblemas mundiales por sus paisajes de sabana, su rica naturaleza y la dureza de una población que, sin duda, ha dado los mejores atletas del mundo.

Hasta allí ha llegado el Algeciras CF con una donación de material que ya está siendo disfrutado por una comunidad que cuenta con la colaboración de la ONG que apadrinan Merce -familia de Juan Barreno- y Pedro. Agua-ONG ha construido en la aldea una casa de acogida y una escuela con más de 300 niños, además de 26 pozos de agua en la vecina Uganda. La labor altruista de Merce y Pedro se ve reflejada en el agradecimiento de unas personas a las que ayudan a mejorar su día a día.

El club del Nuevo Mirador, con Ramón Robert a la cabeza, y la mediación de Alonso Luque, siempre dispuesto a colaborar con la Fundación algecirista, han hecho posible la donación de prendas deportivas que han sido repartidas en Kenia. Camisetas, pantalones, medias, anoraks... los colores rojo y blanco se han apoderado de la aldea de Molo, donde Juan Barreno y compañía ya han enseñado el grito de guerra "Shira, shira" que el algecirismo lleva con orgullo allá adonde va.

"La felicidad de los que menos tienen no tiene precio", destaca Barreno, que es miembro también de la Asociación de Emprendedores del Patrimonio de Algeciras y durante la etapa más complicada de la pandemia de coronavirus participó activamente en la recogida y el reparto de comida para los más necesitados.

Gracias a la ayuda de unos pocos se ha hecho felices a muchos y, además, el escudo del Algeciras es portado como propio en los confines del cuerno de África. Para que luego digan que el fútbol es solo darles patadas a un balón.

Los interesados en informarse o colaborar con Agua-ONG pueden hacerlo a través de la web oficial.