Un lustro de las elecciones que transformaron al Algeciras

Algeciras CF | Primera Federación

Este 26 de diciembre se cumplen 5 años del triunfo en las urnas de Nicolás Andión, el presidente que llevó al club a la conversión en Sociedad Anónima Deportiva

Félix Sancho cierra la venta de un Algeciras "saneado" a Mac Lackey y Ramón Robert por 2,8 millones

Ricardo Alfonso Álvarez, Nicolás Andión y Bernardo Martín, en 2019.
Ricardo Alfonso Álvarez, Nicolás Andión y Bernardo Martín, en 2019. / Jorge Del Águila

Algeciras/Cinco años. Un lustro. Es el tiempo que ha transcurrido ya de una de las decisiones más importantes de la historia reciente del Algeciras Club de Fútbol. El 26 de diciembre de 2019 los socios del centenario club albirrojo eligieron entre dos opciones para tratar de enderezar un barco rojiblanco que navegaba aguas inciertas y sobrevivía como podía ante las continuas tormentas de una crisis inacabable. Ese día tan próximo a la Navidad, la mayoría votó por Nicolás Andión en las últimas elecciones a la presidencia del club. Con Andión, el algecirismo encontró a Félix Sancho, el impulsor de la transformación definitiva en Sociedad Anónima Deportiva, quien a su vez pasó el testigo a Ramón Robert y Mac Lackey, los actuales propietarios de un Algeciras que se mantiene entre los elegidos de la Primera Federación por cuarta temporada consecutiva.

Andión fue la elección de los socios que dio pie a Sancho, quien mantuvo vivo al Algeciras cuando estaba al borde del colapso. Y Sancho fue quien trajo a Robert, el actual CEO y el gestor de un Algeciras que camina apoyo en el músculo financiero norteamericano. Todo este ciclo ocurrió por lo sucedido aquella tarde del 26 de diciembre de 2019 en el Nuevo Mirador.

125 votos impulsaron a Nicolás Andión ante el también algecireño Paco Martínez, con 79 papeletas a favor de su candidatura. Martínez, un algecirista de cuna y empresario reconocido de la ciudad, colabora en la actualidad con el club como patrocinador. El 77% de la masa social del Algeciras acudió a las urnas en una llamada que se antojaba crucial. Pasadas las once de la noche se anunció en la sala de prensa del Nuevo Mirador el triunfo de un Nicolás Andión radiante que sucedía a Ricardo Alfonso Álvarez, con quien había formado parte anteriormente en su junta directiva. El añorado Bernardo Martín, fallecido en noviembre de 2022, fue uno de los expresidentes que estuvo al pie del cañón aquella jornada para desear la mejor de las fortuna al dirigente que tomaba las riendas.

Los socios del Algeciras -una figura que formalmente desapareció con la SAD- elevaron el 26 de diciembre de 2019 a Nicolás Andión para un mandato de cuatro años, un periodo que se cumplió a finales de 2023... ya sin Andión a los mandos. En aquel entonces nadie podía sospechar todo lo que estaba por suceder, el enorme vuelco que iba a dar el club y la aparición de la persona que posibilitó que el Algeciras salvase el pellejo y que a día de hoy compita con los mejores en la Primera Federación.

Nicolás Andión, en las elecciones del Algeciras de 2019.
Nicolás Andión, en las elecciones del Algeciras de 2019. / Jorge Del Águila

Con 47 años recién cumplidos, Andión inició una etapa que se apoyaba en palabras como crecimiento, estructura y profesionalización, y que por primera vez intentaba acercar al Puerto, al gran gigante de la ciudad, al estadio de fútbol. Sin embargo, no llevaba ni tres meses a los mandos cuando un virus llamado Covid-19 irrumpió en marzo de 2020 y lo cambió todo. En la Segunda B de entonces se suspendieron las competiciones y la Federación apostó por remodelar todo el fútbol no profesional. Todo, en medio de una falta total de ingresos. El fútbol amenazaba con convertirse en una auténtica ruina.

El primer año de la directiva de Nicolás Andión fue de pura supervivencia, pero también de ilusionarse con los éxitos deportivos de la plantilla que comandaba Salva Ballesta. En diciembre de 2020, Andión ya trababa entre bambalinas amistad con el empresario burgalés Félix Sancho, un inversor que se implicó con el Algeciras desde el primer minuto. De hecho, Sancho puso dinero para mantener la nave a flote sin saber si iba a cristalizar su desembarco. La inyección económica del burgalés salvó la campaña a una directiva que se había quedado con la caja vacía y sin apenas recursos para hacer los pagos que restaban. Sin público ni taquillas, la soga del fútbol apretaba y apretaba... y el Algeciras se enfrentaba literalmente a su desaparición.

La aparición de Sancho de la mano del presidente supuso el comienzo de una nueva etapa, de una transición que el Algeciras fue cocinando poco a poco, dando los pasos idóneos al tiempo que la masa social y el algecirismo conocían y se familiarizaban con los planes de Sancho. Llegó el histórico ascenso a la recién creada Primera RFEF, el sueño del playoff de ascenso a Segunda, Almendralejo, el adiós de Salva, la llegada de Iván Ania, una plantilla muy remozada... Y se puede decir que comenzó el primer proyecto encabezado por Félix Sancho, que desde el primer momento quiso tener a Nicolás Andión cerca como figura institucional en su equipo de trabajo. Entre los muchos logros de ese segundo año destaca un hito clave para entenderlo todo como el acuerdo logrado con la Seguridad Social para un convenio con el que afrontar el gran lastre de la entidad.

El tercer año de la era Andión se puede decir que fue el del traspaso completo de la tutela a Félix Sancho, que cumplió con su palabra de adquirir todas las acciones para absorber un capital social que aumentó hasta cerca de los tres millones de euros. La SAD enfilaba ya los trámites finales. En lo deportivo, el equipo volvió a mirar hacia arriba, dio grandes alegrías en el terreno de juego, con la sonada victoria en la casa del eterno rival, se salvó con solvencia, vivió la explosión de Álvaro Leiva y luchó por el playoff de ascenso hasta el último segundo en una final liguero con polémica incluida por aquella alineación del Castilla que pudo haber llevado a los albirrojos a pelear por el ascenso a Segunda. En lo institucional, la entidad siguió experimentado continuos cambios aunque con más lentitud de lo deseado. La gestión de las deudas, de la dichosa mochila, y el proceso de la SAD se prolongaron durante todo el año.

Félix Sancho, Mac Lackey y Ramón Robert.
Félix Sancho, Mac Lackey y Ramón Robert. / Erasmo Fenoy

El aterrizaje de un director general de primer nivel, el verano de 2022, como Ramón Robert se puede decir que completó esa transición que Andión emprendió con Sancho y su equipo de trabajo. El presidente algecireño, que sigue al frente de sus labores con la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, dio un paso al costado, soltando el volante y desligándose poco a poco del foco.

El último año y medio, el Algeciras volvió a transicionar con el cambio de propietarios. Robert fue asumiendo mayores poderes al tiempo que Sancho tomaba distancia. La entrada en escena del estadounidense Mac Lackey como inversor y accionista fue el preámbulo al movimiento del grupo que Robert y Lackey comparten para hacerse con todo el paquete accionarial del burgalés. El 30 de junio de 2023, Félix Sancho cierra la venta de un Algeciras "saneado" a Mac Lackey y Ramón Robert por 2,8 millones. Con la nueva propiedad, la institución se desvinculó del equipo de trabajo de Sancho y, en cierta medida, Nicolás Andión fue cediendo el escaso rol que tenía como representante institucional.

El Algeciras CF SAD dejó de ser un club de socios para convertirse en una empresa con abonados. Salvo contadísimas excepciones, es el único camino para mantenerse en una categoría como la Primera Federación y poder soñar algún año con pegar el campanazo hacia el fútbol profesiona.

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