El mercado de invierno se complica para el Algeciras

Algeciras/El Algeciras CF tiene una nueva encrucijada por delante: si quiere reforzarse en el mercado de invierno, el club tiene que liquidar las denuncias recibidas en la AFE por tres jugadores de la pasada temporada para que la RFEF descongele los derechos federativos de los albirrojos. La otra opción pasa por renunciar a fichar y afrontar con la misma plantilla la segunda vuelta de la temporada en el grupo II de la Primera Federación.

¿Hacer un esfuerzo económico para liquidar la deuda y firmar algún fichaje interesante o ahorrar? Esa es la pregunta que muchos aficionados algeciristas se están haciendo desde que el pasado lunes la Asociación de Futbolistas Españoles comunicó que el Algeciras tiene impagos pendientes denunciados ante la comisión mixta (el único club de la categoría junto al Fuenlabrada), unas cantidades correspondientes a las primas de tres futbolistas de la pasada andadura que ya no forman parte de la entidad.

Lógicamente, este anuncio por parte de la AFE ha chafado las esperanzas de muchos seguidores que esperaban algún refuerzo de invierno, algún revulsivo para la plantilla de Fran Justo, que ha cruzado el ecuador de la competición en la zona media de la clasificación, casi tan cerca de los puestos de playoff de ascenso (a dos puntos) como del peligro de la zona de descenso (tres puntos por encima). La igualdad del grupo tan pronto te mete arriba como te manda abajo.

El Algeciras tiene legítimamente posibilidades de aspirar a todo antes de arrancar la segunda parte de la temporada, pero la situación económica limita y mucho a los albirrojos frente a la capacidad de los verdaderos candidatos al ascenso y al playoff. Ya se comprobó cuando Javi López-Pinto se desvinculó del Burgos y lo cazó el Ibiza al instante. En aquel momento eran muchos los algeciristas que soñaban con poder repescar al extremo, obviamente desconociendo que el club iba a verse con los derechos federativos congelados y, de momento, sin posibilidad de inscribir a nadie nuevo.

Desde el cuerpo técnico, los mensajes que Fran Justo ha ido deslizando pasan por asumir la realidad de la institución. El entrenador gallego se ha mostrado siempre "ambicioso", pero entiende que el mejor fichaje a estas alturas puede ser mantener el bloque de 23 futbolistas con los que ha llegado a la mitad del camino. Hay jugadores que han cuajado una gran primera vuelta y no sería de extrañar que a más de uno le haya sonado el teléfono.

En cualquier caso, los albirrojos aún tienen margen de maniobra ya que esta semana entran en la mitad del mes de enero, o lo que es lo mismo, en el ecuador del mercado de fichajes de invierno. Todavía tienen que venir las rebajas, como dijo Justo en la última previa, y por estas fechas son muchos los futbolistas que militan en el extranjero y deciden retornar a España, donde la Primera Federación se ha convertido en un escaparate atractivo. Siempre queda la alternativa de incorporar a algún profesional libre y sin equipo.

La historia interminable

Ver el nombre del Algeciras CF vinculado a noticias de retrasos o impagos es algo a lo que el algecirismo lleva demasiado tiempo acostumbrado. De hecho, hay aficionados que desde que son algeciristas no recuerdan una situación diferente a vivir con la espada de Damocles pendiendo continuamente sobre la cabeza.

El Algeciras ha pasado por casi de todo en su más que centenaria historia, especialmente en un convulso siglo XXI, en un cuarto de siglo en el que retornó al fútbol profesional con el ascenso a Segunda en 2003 y después cayó en cascada hasta el barro de la Primera Andaluza. El club ha sobrevivido a todo tipo de males con directivas -mejores y peores- que en su mayoría se han dejado la salud para que el corazón rojiblanca siga latiendo.

Tras el punto de inflexión del Covid, el Algeciras se transformó en Sociedad Anónima Deportiva como único salvavidas. Llegaron buenos tiempos en lo deportivo y también en lo institucional, pero levantar una estructura profesional casi de la nada con la mochila de los albirrojos se convirtió en un reto de altura.

Félix Sancho sacó al enfermo de la UCI y vendió, en sus palabras, un club "saneado" al grupo encabezado por Mac Lackey y Ramón Robert. Dos años después, la entidad sigue navegando y se mantiene en la Primera Federación con un proyecto definido, pero la ansiada estabilidad financiera continúa siendo una especie de meta inalcanzable a pesar del acuerdo alcanzado con la Seguridad Social para ir liquidando la deuda heredada pendiente. La propiedad explicó que había afrontado más de un millón en este frente la última vez que hizo declaraciones al respecto. A la afición le falta información actualizada al respecto.

La categoría es como una gran bestia que no para de comer y un club difícilmente puede sostener con los abonos, las ayudas (que suelen llegar tarde) y los patrocinadores. La pregunta clave es: ¿está el Algeciras en proceso de solucionar su deuda o se encuentra en una huida hacia adelante? El tiempo responderá.