El merecido ascenso de Pablo de Castro

Algeciras CF

El algecireño rubrica con el ascenso del Formentera a Segunda RFEF "un año largo y difícil" tras su inesperada salida del Algeciras

El defensa se ha vuelto a sentir importante "gracias a la confianza del míster"

Pablo de Castro, con el Formentera.
Pablo de Castro, con el Formentera. / Sd Formentera

El algecirismo está de enhorabuena por otro ascenso. Sí, un ascenso más esta temporada, aunque sea desde la distancia. El algecireño Pablo de Castro ha conseguido el salto de categoría a la Segunda RFEF con el Formentera, uno de los últimos equipos de España que este fin de semana ha puesto el broche a la temporada en la ya desaparecida Tercera división.

El defensa, un algecirista de corazón que ha sido importante en la historia reciente de los albirrojos, ha logrado el merecido premio a una campaña "larga y muy difícil", a una andadura marcada por el Covid y, para él, también por la manera en la que tuvo que salir del Nuevo Mirador. Pablo de Castro, un tipo querido por la afición algecirista, ha demostrado el jugador que lleva dentro en las Baleares, donde el pasado invierno recibió la oportunidad para volver a sentirse futbolista.

"Estoy muy feliz por cómo ha terminado la temporada, porque de verdad que ha sido larga y muy difícil por todo", expresa el algecireño, acompañado por familiares y dispuesto a disfrutar de su primer día libre tras el ascenso.

La Sociedad Deportiva Formentera de Pablo de Castro puso el broche de oro el pasado sábado tras empatar sin goles en casa ante el Mallorca B, que sobre el papel era el favorito. "Nosotros terminamos cuartos antes del playoff, tuvimos una primera oportunidad para acabar segundos y subir, pero perdimos el último partido contra el Constancia, con el que después nos encontramos en las semifinales del playoff", relata el zaguero.

"En la final nos tocó el Mallorca B. Nosotros teníamos el factor campo y la ventaja en caso de empate, pero el Mallorca B es un filial profesional, que tiene jugadores en dinámica de primer equipo y fue muy duro. De hecho, tuvimos que defender muy bien y saber sufrir para resistir y lograr el objetivo", explica Pablo.

Óscar Santiago (ex de la Balona) y Urri (ex de la Unión), compañeros del zaguero

El algecireño aterrizó en la coqueta isla ibicenza a finales de enero. "El equipo no había empezado muy bien la temporada e hizo un esfuerzo para reforzarse. Llegamos Óscar Santiago (portero ex de la Balona), Theo y yo. Yo me he sentido con confianza desde el primer momento gracias al míster. Cogimos una buena racha y estuvimos sin perder hasta ese último encuentro de la fase regular", repasa el algecireño, que también ha tenido como compañero a Urri, ex de la UD Los Barrios.

Después llegó el playoff en el que el Formentera remató la faena tras medirse al Constancia y al Mallorca B. El equipo que entrena Raúl Pérez compartirá categoría con otros dos equipos de las Pitiusas, el CD Ibiza y la Peña Deportiva.

"Aquí se vive el fútbol de otra manera. Formentera es una isla en la que durante el invierno hemos estado muy tranquilos y hacíamos nuestros grupitos. Ahora no tiene nada que ver con la cantidad de gente que hay", explica Pablo, que agradece el aliento que han recibido de la afición durante el playoff. "Al principio con el Covid no podíamos tener gente, pero después sí se ha notado y hemos sentido como la afición se ilusionaba y se enganchaba con nosotros. Aquí tenemos seguidores extranjeros también, alemanes e italianos sobre todo", cuenta.

El central pasó página de su salida del Algeciras aunque siempre tiene buenas palabras para la afición y para el club con el que ha vivido tanto. "Claro que lo he seguido y ha estado muy cerca de lograr algo impensable. Se lo dije a Iván, que habían estado a punto de subir a Segunda cuando hace dos años estábamos en Tercera. Ha sido increíble", dice.

De Castro, que ha hecho un gol -de volea- y se ha sentido importante con el Formentera, no sabe qué hará la próxima andadura. "Ahora toca disfrutar y descansar. Tengo renovación por el ascenso, pero ya veremos".

Este ascenso es el tercero de Pablo de Castro, de 27 años, que fue uno de los artífices del heroico regreso del Algeciras a Segunda B en aquel playoff culminado en Socuéllamos.

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