El Algeciras y la oportunidad del mercado de fichajes de invierno

Algeciras/Con el parón de la competición por Navidad en la Primera Federación se suele dar la bienvenidaal mercado de fichajes de invierno. El Algeciras CF, un año más, va a abrirse a intentar mejorar la plantilla que entrena Lolo Escobar, un equipo que ha respondido por encima de las expectativas durante las primeras 17 jornadas a pesar de una serie de carencias claramente detectadas.

El primer problema arrastrado prácticamente desde que comenzó la temporada ya está resuelto. El primer refuerzo del club se llama Stefan Milosevic, delantero montenegrino que aterrizó a primeros de septiembre pero que por unos vericuetos burocráticos se ha pegado casi toda la primera vuelta a la sombra, adaptándose y quedándose con la copla del sistema de Lolo Escobar. Milosevic vio la luz justo antes del desplazamiento a Málaga y pudo estrenarse con 20 minutos en La Rosaleda. Pudo hasta marcar el gol del empate incluso.

El alta del balcánico aporta el ansiado delantero centro que el algecirismo venía demandando desde el verano y que Escobar echaba en falta al considerar que Javi Cueto se encuentra aún en formación. Además, el entrenador dio por fin minutos a la cantera y el tarifeño Pimienta lo aprovechó para marcar su primer gol como rojiblanco. Los chicos de la casa pueden aportar algo de profundidad al banquillo si se les da mínimamente algo de bola.

Al margen de sacar provecho de lo que ya había, el Algeciras tiene una serie de lastres de los que necesita desprenderse. Entiéndase por lastres los futbolistas que no cuentan ni entran en los planes del cuerpo técnico desde la pretemporada. Los dos casos más flagrantes son los de Rodrigo Sanz e Iker Amorrortu.

Se trata de dos expedientes distintos porque Sanz se quedó como renovado tras recalar precisamente el pasado mercado de invierno procedente del San Fernando. Al banda se le intentó dar salida, pero entre que no quería y que se lesionó... se esfumó la opción de un acuerdo. Más chirriante se antoja la situación de Amorrortu, uno de los fichajes del verano, un jugador que a priori venía como uno de los caprichos de la parcela deportiva. El atacante no ha tenido un solo minuto y ha encarnado uno de los mayores ostracismos de los últimos tiempos en el Nuevo Mirador.

Lo lógico y lo más sano para todas las partes es que ambos futbolistas y el club encuentren la manera de pactar una salida amistosa. Ellos querrán reconciliarse con el fútbol en otra parte y el Algeciras debería aspirar a aprovechar esas dos fichas.

El Algeciras cuenta también con un par de jugadores inéditos llegados este verano aunque el perfil es muy diferente. César Benavides y Mario Fernández (especialmente el segundo) se antojan futbolistas que llegaron como refuerzos jóvenes para estar en dinámica de la primera plantilla y enriquecer los entrenamientos. El caso del central colombiano de 19 años también derivó en inconvenientes burocráticos para el club.

El resto del plantel, al margen de los canteranos, han ido participando según sus momentos aunque siempre con un once muy definido y, sobre todo, un sistema que Lolo Escobar ha exprimido al máximo. Hay jugadores que tardaron en entrar en la rueda como Marino o Sardinero, más habituales en las últimas semanas, o Ángel López y Dani Merchán, que dan la sensación de que pueden ser importantes en la segunda vuelta.

Lo cierto es que queda un mundo por delante (a dos jornadas para cerrar la primera parte de la temporada) y el Algeciras, dentro de las circunstancias, ha tenido bastante suerte con las lesiones. Salvo la de Mario García (una rotura de fibras), Lolo Escobar apenas ha lamentado ausencias graves. Toquemos madera.

La sensación general de buena parte del algecirismo es que el Algeciras se ha sostenido en la pelea por el play-off de ascenso sin un 9 puro y con un banquillo no demasiado profundo. A punto de alcanzar el ecuador, ¿echará el resto la entidad para traer dos-tres refuerzos que puedan ayudar a pelear por el ascenso a partir de marzo? Esa es la gran pregunta que muchos aficionados se harán cuando degusten las uvas de 2024.