¿Primera Federación o liga de filiales?

Algeciras CF | Primera Federación

El Algeciras se va a medir por tercera vez a un filial en apenas siete partidos y todavía faltan dos más

Los más críticos entienden que este tipo de equipos juega 'con reglas propias' al resto de los 'mortales' de la categoría

El Betis cambia de campo el partido de su filial con el Algeciras y no venderá entradas a los albirrojos

Una disputa del Algeciras - Villarreal B en el Nuevo Mirador.
Una disputa del Algeciras - Villarreal B en el Nuevo Mirador. / Erasmo Fenoy

Algeciras/Filial a la vista, otra vez. El Algeciras CF afrontará el próximo sábado la séptima jornada de la temporada y su tercer partido contra un equipo filial, en esta ocasión el Betis Deportivo. Uno se puede preguntar si los albirrojos están compitiendo en la Primera Federación o en una liga de filiales, lo que reaviva un debate que cada verano provoca la misma discusión entre los aficionados que están a favor y en contra de la presencia de los equipos de cantera de élite con el resto de los clubes mortales. Los más críticos señalan, además, las reglas propias con las que actúan muchos de estos equipos B a la hora de cambiar de campo o vetar la entrada de público visitante como le ha ocurrido esta semana al Algeciras con el Real Betis.

Tras haberse visto las caras con el Sevilla Atlético y el Villarreal B, en ambos casos en el Nuevo Mirador y con sendos empates, el Algeciras de Fran Justo visitará el sábado (17:30) la Ciudad Deportiva Rafael Gordillo de Dos Hermanas para medirse con el Betis Deportivo, un filial que ha regresado a la categoría con fuerza. El cambio de escenario ha enrabietado a os albirrojos porque no podrán contar con sus seguidores en las gradas y porque consideran que las instalaciones no están a la altura de una categoría que a los demás sí exige unas condiciones de aforo, entre otras obligaciones.

El choque contra el Betis Deportivo será el tercer envite en siete duelos contra un rival de estas características para el Algeciras, pero no el último ya que todavía faltan el Real Madrid Castilla en la décima jornada -ya tiene fecha y hora- y el Atlético de Madrid B en la 19ª fecha, la última de la primera vuelta.

Dicho de otra manera, el Algeciras ha disputado un tercio de los encuentros que lleva hasta el momento contra filiales (en la jornada diez serán casi la mitad). Es la realidad de un grupo II que concentra hasta cinco afiliados, un cuarto de los 20 participantes. En el otro grupo, el I, la situación es similar ya que están en liza la Real Sociedad B, Osasuna Promesas, Barça Atletic, Celta Fortuna y Bilbao Athletic. En total, hablamos de diez de los cuarenta inquilinos de la división.

De los 40 clubes de la categoría, un cuarto son equipos afiliados

En el entorno de la Primera Federación (dirigentes, técnicos, jugadores, aficionados, periodistas...) hay quienes defienden la idea de que LaLiga y la Federación deberían ponerse de acuerdo para crear una liga de filiales como ya existe en otras grandes competiciones de Europa. En el caso de la Primera Federación hablaríamos de diez plazas más para clubes modestos que se ven obligados a competir con presupuestos desiguales, en algunos casos ilimitados. Si esto unimos las maniobras de algunos filiales a la hora de elegir en qué campo juegan y la posibilidad de impedir la presencia de afición visitante, la igualdad en las normas queda vulnerada a todas luces. Al margen del caso vivido esta semana con el Betis Deportivo, hay ejemplos recientes de clubes que han movido a su antojo partidos según las condiciones del adversario o el momento de juego de su propio equipo. La pasada temporada ocurrió con el Recreativo Granada, que alternó Los Cármenes y la Ciudad Deportiva. Al Algeciras, para variar, le tocó el escenario pequeño.

Por el otro lado, hay posturas que entienden que lo mejor para los equipos de formación es el fuego real, el competir contra el resto de clubes y el tener la aspiración de alcanzar el fútbol profesional, con Segunda División como tope. En los últimos años, Villarreal, Real Sociedad, Barcelona, Madrid o Athletic han visto como sus filiales lograban alcanzar la categoría de plata aunque solo fuera de forma efímera. El Algeciras lo sufrió en sus carnes en Almendralejo en aquella final del playoff donde la gloria fue arrebatada por la Real B de Xabi Alonso con protagonismo para el colegiado Busquets Ferrer, que ahora pasea el silbato en la máxima categoría y en partidos del nivel de un Atlético-Real Madrid.

La inclusión de los filiales en sendos grupos también permite ver a las perlas de las mejores canteras de España, aunque hay casos como el de Lamine Yamal que prácticamente ni pisó el filial y dio el salto del juvenil al primer equipo con el FC Barcelona. Ver a estas promesas es otro argumento al que se agarran los partidarios del sistema actual. La cuestión, no obstante, es si compensa o no al resto de clubes. En la asamblea que cada verano celebran en la RFEF es donde los afectados pueden intentar cambiar esto.

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