El Algeciras arranca una primera victoria plena de disfrute y sufrimiento (2-1)

Algeciras/Disfrute y sufrimiento van de la mano con el Algeciras desde no se sabe cuándo. Y bendito es el sufrimiento que se traduce en victoria. La primera de la temporada llegó en el regreso al ambientado Nuevo Mirador, a ese lugar templo, fortaleza y al mismo tiempo cuna de los nervios del algecirismo. El equipo de Iván Ania se tuvo que trabajar a fondo el triunfo ante el Rayo Majadahonda (2-1) en un partido eléctrico que tuvo emoción hasta el último sorbo. Iván Turrillo y Álvaro Romero, de penalti, pusieron franco un duelo que acabó con angustia tras el tanto de Casado para los madrileños, que acariciaron el empate en la recta final.

Tras el debut con derrota en Fuenlabrada, el Algeciras volvió a ser el Algeciras que quiere su gente. Con sus virtudes y sus defectos, que son un puñado en un conjunto que todavía debe ajustar muchos engranajes. Pero lo bueno o lo mejor es que los albirrojos refrendaron en el Nuevo Mirador que pueden ser ese equipo atractivo y arrojado de la pasada andadura.

El primer once de la temporada en casa del Algeciras sorprendió por la presencia del recién llegado Isaac Amoah, jerárquico desde primera hora. Ania, que había hablado maravillas del africano en la previa, apostó por el joven central para suplir a Admonio, tocado durante la semana, y dio entrada a César García en una de las bandas por el sancionado Siddiki. Por lo demás, el bloque reconocible que tantas alegrías veces ha puesto patas arriba La Menacha.

Los primeros minutos fueron a todo trapo, un presagio de lo que sería una primera parte sin cuartel. El Algeciras enseñó los colmillos intentando correr ante un Rayo Majadahonda que dejaba espacios porque apostó por apretar arriba. Los de casa tuvieron un par de arrancadas y los visitantes se acercaron en una buena acción que acabó con un disparo tímido de Alayeto.

Declaradas las hostilidades sin tapujos, la primera ocasión clara llegó para el Rayo en un balón que perdió en la salida Iván. Luego lo compensaría el capi. Pol Tristán abortó el peligro ante Néstor Albiach en el 12'. La réplica algecirista vino sin respiro en un cabezazo fuera del capitán algecireño a centro de Tomás en el 14'.

El Algeciras volcó algo más la balanza y a punto estuvo de marcar David Martín, que dejó los primeros destellos de su clase al bajar un balón largo de Amoah y rozar el larguero. Un minuto después, el meta rayista salvó con un paradón a bocajarro ante Romero en pleno asedio albirrojo. Lo buscaba más el cuadro de Ania y el premio saltó en el minuto 21 tras una tentativa que finiquitó Iván Turrillo en el área tras llevarse el esférico con un recorte y embocarlo con todo. El de El Cobre puso el sello al primer tanto de la temporada de los albirrojos. No podía ser otro.

El conjunto de Majadahonda, que en ningún momento renegó de jugar de tú a tú, estuvo a punto de empatar en el minuto 24 en una acción con un pase largo cruzado de Pinillos que se paseó por los dominios de Tristán tras puntearlo Néstor.

El ambiente que retumbaba en el Mirador dio otro espoleón a un Algeciras que agarró las riendas hasta el descanso. Los de Ania señorearon el balón y buscaron las cosquillas a un Rayo más comedido. Los locales cercaron el marco madrileño con ocasiones de Iván y Tomás pasada la media hora poco antes de que se rompiese David Martín en una contra en la que enfilaba un ataque franco. El extremo fue relevado por el debutante Elejalde, que puso en pie el Mirador a un minuto del descanso con una llegada con doble regate y un disparo que Álvaro Fernández privó del que seguramente habría sido el gol de la jornada.

El segundo periodo arrancó con susto para los algeciristas y oportunidad para los majariegos en botas de David Rodríguez con un remate que Pol atajó en dos tiempos. Los albirrojos, sin embargo, pusieron de nuevo la velocidad de crucero y en el minuto 50 ampliaron la ventaja desde el punto de penalti. Jugada a campo abierto, Roni metió el balón profundo a Romero y la habilidad innata del sevillano para ser cazado en el área acabó con un penalti cometido por Casado. El albirrojo hizo el 2-0 con sangre fría.

Cuando parecía que el panorama se ponía muy de cara para los de Ania, el Rayo Majadahonda se volvió a enganchar al partido con un gol que dejó algo frío al Mirador. Jorge Casado finalizó una acción a balón parado para poner el 2-1 en el minuto 58 en un síntoma de blandura defensiva que recordó a lo de Fuenlabrada. El tanto, como suele pasar, afectó a un Algeciras que vio como su rival buscaba el empate en el 60' por medio del recién entrado Llamas.

Pasado el efecto efervescente de los madrileños, el Algeciras tocó otra vez el interruptor adecuado y se puso a hacer lo que mejor sabe, buscar el gol. Pudo devolver el golpe en un par de llegadas por medio de Roni, al que le falta un puntito extra de frescura aunque siempre tenga el gol entre ceja y ceja.

Ania refrescó con Pepe Mena y después con Veiga y Mizzian -a éste hay que pedirle que muerda cuando sale del banco- sin tratar de desmontar un equipo que estaba atacando de maravilla y cumpliendo en defensa salvo por un desliz.

El último cuarto de hora se disputó a cara de perro, convirtiendo cada balón dividido en una batalla campal sin escatimar en el esfuerzo. En esas lides, Amoah demostró de qué pasta está hecho completando un estreno (tras apenas un par de entrenamientos) a muy alto nivel junto al veterano Figueras.

Pudo pasar de todo al final porque el Rayo Majadahonda se dejó el alma y hasta arrinconó al Algeciras. Los madrileños vieron como el árbitro, a instancias de su asistente, anulaba un gol a Jeisson en el minuto 87 tras una acción de área embarullada. La repetición aclaró que sí estaba en posición antirreglamentaria. Tampoco protestaron demasiado los visitantes. En el descuento pudo sentenciar el Algeciras con una clarísima ocasión de Romero para apuntillar en los seis minutos de una prolongación que dio paso, tras el pitido final, a la ya tradicional ovación del Fondo Sur a sus jugadores.