El Algeciras, ante la reconquista del Nuevo Mirador

Algeciras CF

Lolo Escobar se estrena en casa el domingo con el desafío de devolver la fortaleza a un equipo que fue el peor local de su grupo la pasada temporada

La fiebre del 9 en Primera Federación

La hinchada algecirista abarrota el Fondo Sur del Nuevo Mirador. / Erasmo Fenoy

Algeciras/La Primera Federación vuelve al Nuevo Mirador el próximo domingo con todo lo que ello supone para cualquier anfitrión. El Algeciras CF y el algecirismo se reencontrarán para vivir la segunda jornada de la temporada 2023-24, la que supone el estreno como local del remozado conjunto que dirige Lolo Escobar. También será la carta de presentación oficial del nuevo entrenador porque a estas alturas nadie (o casi nadie) duda de que los partidos de pretemporada no cuentan.

Tras el arranque positivo con el empate en Palma de Mallorca frente el Atlético Baleares, el nuevo Algeciras se va a examinar ahora en casa ante el San Fernando CD (domingo a las 21:30). Duelo siempre atractivo, con su pizca de rivalidad provincial, un choque a priori entre iguales, entre dos clubes llamados a pelear en el amplio pelotón de los mortales del grupo II.

La primera cita en el Nuevo Mirador del Algeciras 23-24 llega cargada de ingredientes, con la ilusión refrescada y con el reto imprescindible de mejorar los números que los rojiblancos firmaron la pasada campaña en su estadio.

El Algeciras se salvó in extremis el pasado curso a pesar de su pobre rendimiento en casa, ante una afición volcada que batió récord de abonos y que tuvo que sufrir muchas más veces de las que celebró. El pasado 27 de mayo el equipo entonces entrenado por Iván Ania respiró y festejó su permanencia tras perder por 0-1 ante el Real Madrid Castilla en una jornada final agónica en la que el algecirismo contó con la inestimable ayuda del Alcorcón y el Córdoba.

De los 44 puntos que sumó el Algeciras la última temporada, solo pudo sacar la mitad en su campo (un reparto escaso). Con 22 puntos, los albirrojos fueron el peor local del grupo I junto al Talavera y el Sanse, dos de los cinco descendidos. Las cifras arrojaron un saldo de 5 victorias, 7 empates y 7 derrotas con un balance goleador negativo 17-20. De las pocas alegrías que el Algeciras brindó a su público, la mayor, como es lógico, fue el triunfo sobre el eterno rival por 1-0 a mitad de campaña y ese último triunfo casero ante el Mérida en la recta final. Las dos últimas balas en el Mirador dejaron un empate con el Celta B y la mencionada derrota con el filial blanco.

Con la lección aprendida y un proyecto aireado desde sus cimientos, el Algeciras debe impulsar sus objetivos desde la fortaleza en su estadio y ante sus fieles. Está bien competir en todos los campos o al menos intentarlo, pero a la afición hay que darle alegrías y más motivos para que cada vez haya más gente en las gradas. No priorizar esa necesidad y anteponer el estilo seguramente fue uno de los mayores errores recientes de un Algeciras que parece haber pasado página.

En las Baleares se inició una nueva senda que dejó buenas sensaciones y el próximo domingo se pondrá en marcha el contador en casa. Todo el mundo sabe de la importancia de empezar con el pie derecho en campo propio, con resultados que alimenten la confianza y con puntos que infundan respeto a los visitantes. Si el Algeciras de Lolo Escobar reconquista el Nuevo Mirador, la historia ha demostrado que este club es capaz de empujar muy fuerte con la corriente a favor.

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