El Algeciras salva los muebles en Sanlúcar (2-2)

Algeciras/El Algeciras tonteó con volver a meterse de lleno en el hoyo, pero apareció la cabeza de Manín para rescatar un punto y salvar los muebles en el tiempo añadido. Esta vez el descuento sonrió a un equipo albirrojo que vivió una auténtica montaña rusa en Sanlúcar. El Algeciras tardó tiempo en enterarse de que jugaba en El Palmar, donde al minuto de juego ya perdía. Con casi medio partido tirado a la basura, los de Fran Justo se adaptaron a lo que pedían las circunstancias y todo se alineó, hasta el árbitro, con un penalti a favor y una expulsión en el bando rival. Con uno más y media hora por delante, el Algeciras volvió a meter la pata hasta el corvejón con un regalo en defensa que el Sanluqueño aprovechó en inferioridad numérica. Manín evitó la catástrofe con un remate de cabeza en el minuto 91 que invitó a soñar con más épica aún en una prolongación que se fue hasta el 98.

El Algeciras rubricó su enésimo empate, tan diferente a los anteriores como productivo. Un punto es un punto se mire como se mire. Lo mejor de todo es que los del Nuevo Mirador estuvieron muy cerca de darse un porrazo de los gordos y reaccionaron a tiempo. Los albirrojos se repusieron a sendos golpes en un escenario que hasta esta temporada concedía poco. El empate, el tercero consecutivo y el octavo de la temporada, evita de momento caer de bruces en el pozo. Lo peor de lo visto en Sanlúcar es que se confirman muchas de las carencias de un Algeciras que lleva abajo 15 jornadas por diferentes razones. Al conjunto de Fran Justo le faltó un poco de todo, desde concentración inicial hasta el suficiente oficio para saber manejar un encuentro que había virado a su favor. Ni es la primera vez que pasa ni es una casualidad que este Algeciras esté donde está.

El Algeciras no gana y sin victorias es casi imposible tomar velocidad. Los de Fran Justo dejan atrás un tramo de dos salidas seguidas con sendas igualadas, sin perder, sí, pero sin dar ese salto que otros conjuntos de su liga están dando como el Fuenlabrada, el Alcoyano o el Yeclano, el próximo visitante del Nuevo Mirador. En lo futbolístico, cada vez está más definido a qué quiere jugar Fran Justo. La cuestión es si tiene una plantilla capacitada para hacerlo en todos los sitios. En El Palmar y ante el colista no dio como tampoco fue suficiente en la mayoría de desplazamientos anteriores. Con errores como los que cometió el Algeciras en Sanlúcar es imposible ganar fuera de casa.

Fran Justo sacó el once esperado a pesar de que trató de jugar al despiste con el rival. Los albirrojos mantuvieron la alineación de Alcorcón con el obligado cambio de Neco Celorio por Eric Montes, que formó parte del banquillo por hacer bulto porque sigue pendiente de pruebas médicas. Lógicamente, Iván Turrillo retrasó su posición en el centro y Neco se situó más adelantado, el mismo dibujo que los albirrojos pusieron en práctica en Santo Domingo cuando se lesionó el insustituible Montes.

El técnico del Algeciras había dicho en la previa que El Palmar era un estadio donde uno necesitaba anticiparse a lo que iba a pasar. Dicho de otra manera, que había que salir muy enchufado. Pues ni un minuto tardó el Algeciras en encajar un gol. El Atleti puso el balón en juego, Valverde se metió por la banda izquierda, puso un centro y Colau remató con toda la facilidad del mundo. Allí no tapó nadie, ni centrales ni laterales ni el portero ni gente de apoyo. 

Encajado el golpe, los rojiblancos retomaron su guion previsto, tratando de controlar el juego y llevar el balón. El primer acercamiento vino en el minuto 10, pero fue gracias a la estrategia. Un saque de esquina en corto en el que Javi Gómez chutó a puerta y Samu despejó abajo. El Algeciras seguía sin renunciar a su idea inicial de jugar con paciencia ante un Sanluqueño que bajó un poco su presión tras el gol. El reloj corría y no pasaba nada. Casi mejor porque lo que poco que sucedía no era bueno. Como una salida de Iker Venteo para despejar un balón de cabeza y en el segundo despeje dejó el esférico a un jugador del Sanluqueño que intentó la vaselina, pero se marchó fuera.

Dos intentos de disparos muy desviados, primero de Marino y después, de Javi Gómez, sellaron una primera mitad muy precipitada del Algeciras, muy carente de carácter y de oficio, de saber en qué plaza se toreaba. El Sanluqueño tuvo tiempo de dar un susto más en una llegada peligrosa de los verdiblancos que terminó con un disparo de Alain que se fue alto por poco. El mencionado Alain reclamó penalti ante una entrada de Tomás, que tocó el balón.

El penalti, la expulsión y el fallo

A la vuelta del descanso, con Dani Merchán por Tomás, se produjo la esperada reacción. El Algeciras salió como tenía que haber empezado, apretando y acechando al área contraria. Neco Celorio pudo marcar, pero la recompensa llegó en el minuto 55 tras un penalti de Alain a Javi Gómez por un claro agarrón de esos que sí se pitan esta temporada. Diego Esteban asumió la responsabilidad y equilibrió la balanza.

El partido cambiaba con el 1-1, pero es que no habían pasado ni cinco minutos cuando Luis Vacas vio la segunda amarilla y dejó con uno menos el Sanluqueño por un pisotón a Iván Turrillo. Los verdiblancos zarandearon el banquillo para recomponerse al tiempo que el Algeciras se adueñaba por completo de la situación.

Los de Fran Justo estaban empezando a montar su particular asedio cuando un error tan tonto como imperdonable en un balón atrás sin aparente peligro salió rebotado y acabó en las botas de Valverde, el mejor futbolista del Sanluqueño. El extremo cruzó la pelota ante Venteo y clavó un puñal en el minuto 76. El Palmar aullaba porque no se lo creía.

Manín al rescate

Si el 2-1 no mató al Algeciras fue porque el fútbol tiene cuentas pendientes con este equipo y porque, también hay que reconocerlo, el conjunto albirrojo no se rindió. Así fue como en medio del otro fútbol, con constantes interrupciones y tirones musculares, el Algeciras logró colgar un balón desde la derecha por medio de Neco Celorio y Manín emergió por arriba para hacer de cabeza un tanto salvador, un gol que seguramente evite muchos dolores de cabeza y que, sin duda, transformó esta crónica y el resto.

El árbitro había dado hasta el 97 y el Algeciras buscó la heroica sin éxito. De momento, no está para grandes heroicidades este equipo, aunque al menos compite.