La travesía por el desierto de Pipo

Algeciras/Uno de los artífices del ascenso del Algeciras CF está sin equipo. Alejandro Rodríguez Marrero Pipo vivió el cierre del mercado con la angustia de quien ve correr el reloj sin que se produzca esa llamada esperada. El canario, arropado por su familia y desde la distancia por muchos algeciristas con los que ha trabado amistad para siempre, trata de reponerse al segundo golpe del destino en menos de un mes desde que el club del Nuevo Mirador decidiera prescindir de sus servicios para cuadrar las fichas de la plantilla de Emilio Fajardo.

El centrocampista de Las Palmas de Gran Canaria expresó su sentir tras cumplirse el peor de los presagios: "Llegó el día y al final pasó lo que nunca quería que llegase... Sin una oportunidad a día 3 de septiembre", lamentó el exalbirrojo, que a mediados del pasado mes cumplió 25 años.

"Son momentos duros, pero las ganas y la ilusión no me las van a quitar nadie", sentenció Pipo, que podría firmar por cualquier equipo de Tercera división, ya que el mercado en esta categoría sigue abierto hasta finales de enero, e incluso en Segunda B si algún club ha dejado alguna ficha profesional libre en su nómina.

La reacción del algecirismo ha sido unánime para animar a un futbolista que se ha ganado la simpatía de la afición del Nuevo Mirador. Su salida, a última hora y seguramente no gestionada de la manera que merecía, ha multiplicado el cariño hacia un Pipo que ya forma parte de uno de los ascensos más históricos que ha logrado el Algeciras en su centenaria vida.

El mediapunta canario disputó 41 partidos el pasado curso con el Algeciras (primero con Javi Viso y desde enero con Emilio Fajardo) y aportó tres goles. Pipo aterrizó en La Menacha como "un futbolista distinto", algo que refrendó a lo larga de una campaña durísima. Es verdad que en el tramo final se descabalgó un poco de ese once de gala, pero muchos eran los que confiaban en sus cualidades para una categoría más exigente y de más calidad con la Segunda B.