Los tres puntos de inflexión del Algeciras
Algeciras CF | Primera Federación
La victoria en Antequera revierte la dinámica de un equipo que ha reencontrado el camino a base de apretar los dientes en el momento más crítico
Antequerazo del Algeciras (1-3)

Se suele denominar como punto de inflexión un momento crítico en la vida que conlleva un cambio significativo en su dirección. El Algeciras comenzó ese viraje hace dos fines de semana con el empate ante el líder en el Nuevo Mirador, pero verdaderamente lo refrendó el pasado sábado con una victoria en El Maulí de Antequera. Dos partidos seguidos ante los dos primeros del grupo II de la Primera Federación se han convertido en el escenario ideal para que los rojiblancos por fin hagan clic y resurjan de su peor crisis de la temporada.
El algecirismo disfruta de una resaca feliz, la primera después de dos meses y seguramente la más alegre de 2025. El vestuario que entrena Fran Justo acabó con una racha de ocho encuentros sin vencer, un bache que empezó en la visita al Sevilla Atlético y se fue prolongando y ahondando entre enero y marzo. La caída libre parecía no tener fin y únicamente el Nuevo Mirador sostenía algo el derrumbe de los rojiblancos en la clasificación.
Pero todo tiene un principio y un final, y el Algeciras aguantó el tirón hasta que encontró la fórmula contra el Ibiza y sentó las bases de los requisitos innegociables para aspirar a ganar un partido en esta categoría: elevar la tensión y la concentración hasta el máximo, minimizar errores individuales y dejarse el alma y las piernas. Con estos cimientos, tan solo es cuestión de que salga a relucir el talento -que lo hay-, esa calidad que se ha visto agarrotada por los resultados y las circunstancias. Los Tomás, Marino o Leiva, por citar a los tres goleadores en Antequera, son una muestra de los argumentos de una plantilla que tampoco era para arrastrarse semana tras semana ni para que le perdieran el respeto.
La cosecha de cuatro de los seis últimos puntos en juego ha levantado al Algeciras desde la penúltima posición hasta salir de los puestos de descenso. No hay nada conseguido, pero las dos zancadas han sido firmes hacia el objetivo de la permanencia. Los del Nuevo Mirador ya atravesaron una situación similar en el inicio de la competición aunque estuvieron la mayor parte de la primera vuelta fuera de la zona peligrosa. Los de Fran Justo han vuelto a demostrar ahora que no les pesa convivir con la amenaza del descenso y eso, sin duda, es un punto a favor en una tramo final de temporada que se presume condicionado por distancias muy cortas.
Fran Justo parece haber ensamblado de nuevo las piezas con un once equilibrado, con Lucho como principal sostén en la portería, con Arnau Gaixas reclamando un puesto en el centro de la defensa, con Pablo Larrea absolutamente acoplado al centro del campo y con Tomás readaptado al extremo izquierdo. El algecireño no pudo celebrar su renovación de mejor manera que con su primer gol del curso, el que abrió la cuenta en El Maulí. Los algeciristas se están beneficiando también del gran momento de Marino, de la recuperación de Escudero, del sacrificio de Diego Esteban y de las tablas de gente como Paris Adot, Aleix Coch o el capitán Iván Turrillo. Todo suma para que el equipo funcione.
Con 34 puntos, la meta de los 46-48 aparece bastante más próxima que hace un par de semanas. El Algeciras tiene clara la hoja de ruta hasta finales de mayo con cinco compromisos en el Nuevo Mirador que se antojan cruciales y cuatro salidas más. Muy pocos contaban con rascar los tres puntos en Antequera, así que este impulso debe motivar aún más a los rojiblancos con vistas al siguiente encuentro en casa, el domingo día 30 a las 15:30 ante el Atlético de Madrid B.
Pasará lo que tenga que pasar en el mes de mayo, pero lo que es seguro es que el Algeciras llega a la hora de la verdad con una cara muy distinta a la que tuvo durante enero y febrero.
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