El parqué
Caídas ligeras
El fútbol se ensañó ayer con una Balompédica que mereció de sobras ganar en Tudela, pero que regresó a casa con una derrota por uno-cero. El más traicionero de todos los resultados adversos en este tipo de eliminatorias. Los de La Línea regalaron, por mor de una calamitosa salida de su portero, el que hasta ahora es, sorprendentemente después de lo visto, el único gol de este enfrentamiento. Y después dilapidaron en el Elola, mitad por infortunio, mitad por falta de acierto, media docena de oportunidades, dos lanzamientos a la madera incluidos, de esos que dejan a sus incondicionales con un jirón de pelo entre los dedos.
La frustración que emana la forma en que se produjo este revés queda, y mucho, aliviada por la sensación de que la Balompédica es puede que no mejor, porque ése es un término muy relativo, pero sí un equipo más competitivo que el Tudelano.
Sin embargo si alguien piensa que la Balona tiene el trabajo medio hecho, se equivoca. La escuadra de José María Lumbreras -que tiene en la fragilidad del centro de su retaguardia y la inseguridad de su guardameta su Talón de Aquiles- es un conjunto con oficio, muy consciente de sus limitaciones y de sus virtudes y con esa rebaba de los que ya se han visto más de una vez en este tipo de trincheras. Ojo al peligro de sus atacantes y de sus jugadas de estrategia porque si marca en el Municipal dentro de una semana igual el milagro balono va a tener que esperar cuatro semanas más.
La Balona salió ayer al campo excesivamente engrilletada por la responsabilidad. Sin desparpajo. Como a verlas venir. Ya antes de los dos minutos Iván Moreno estuvo a punto de hacer el uno-cero. El que avisa no es traidor y tres después llegó el único tanto de la mañana. Oussama botó una absurda falta cometida por Olmo, Camacho salió a por mariposas y el ex de la Unión cabeceó sin oposición.
La Balompédica replicó a los ocho en un balón puesto en juego por David Navarro que Carlos Guerra estrelló en la madera a bocajarro.
Sin embargo, ese zarpazo era un espejismo. Ezequiel e Ismael Chico no podían con Oussama y Pitu y el partido entró en vía muerta. El Tudelano, escaldado por sus vivencias de años anteriores, dio por bueno el resultado con tal de dejar su marco a cero, y fue replegándose sin complejos. Incluso alejó a Iván Moreno de Pacheta, para fortalecer la medular. Como si ya hubiese comenzado a disputar el partido de vuelta.
La Balompédica fue poco a poco adueñándose del esférico y aunque fue capaz de crear sobresalto en el área del insegurísimo Gonzalo, entre los tres palos no consiguió colocar ni una.
La segunda mitad fue otra historia. Empujado por sus incondicionales, la Balompédica dio un paso adelante. Ezequiel se vino arriba y las oportunidades se sucedieron, hasta el punto de que resulta complicado explicar cómo al menos una de ellas no cambió el rumbo del marcador.
No había pasado un minuto cuando un Juampe exhausto dejó su última guinda en un pase a David Navarro, que superó al portero… pero volvió a encontrarse con el poste.
La historia había cambiado. El Tudelano corría ahora detrás de la pelota a la espera de una contra para sentenciar que no llegaría.
La Balona lo intentó de todas las formas. David Navarro en un golpe franco (53'), Copi desde muy lejos en vaselina (62'), pero el cuero no estaba por la labor.
El equipo de La Línea no ganó mucho con los cambios, pero siguió erre que erre a lo suyo. Carlos Guerra de cabeza (79'), Copi en un disparo que se fue por milímetros… el partido se quedó aferrado a una sensación de angustia e impotencia dolorosa.
En el 83' los locales reclamaron penalti en una de esas rebullascas en el área en la que todo el mundo sujeta a todo el mundo y unos cuantos acaban por el suelo.
El último tramo fue un frontón. Tan largo y chispeante como infructuoso para los albinegtros. El pitido final deja las espadas en todo lo alto. El próximo fin de semana el Municipal dictará sentencia. La Balona y su afición tienen la última palabra.
Árbitro: Roberto Herce Soto (Anguiano-La Rioja). Notable alto. No existe el penalti que le reclaman los locales.
Tarjetas: Amarillas Oussama (6'), Ismael Chico (6'), Lumbreras (47'), Javi Gallardo (71') y Toni (83').
Gol (1-0) 4' Iván Moreno. Oussama bota una falta lateral, Camacho falla estrepitosamente en su salida e Iván Moreno cabecea a la red sin apenas oposición.
Incidencias: Encuentro de ida de la eliminatoria de ascenso directo a la Segunda división B, disputado en el José Antonio Elola de Tudela (Navarra) ante unos 4.500 espectadores, de los que más de 300 habían llegado procedente de La Línea. Mañana muy calurosa y terreno de juego en perfectas condiciones.
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