Salud sin fronteras
La IA y la humanización
Juegos Olímpicos 2024
París/El estadio náutico de Vaires-sur-Marne dejará inscrito en los libros de oro de la historia del deporte español el nombre de Saúl Craviotto como el deportista con más medallas, a la par que situó al piragüismo como la especialidad con más podios olímpicos tras superar a la vela.
La actuación de los palistas españoles deja, no obstante, un cierto sabor agridulce en la modalidad de esprint. Mientras en el eslalon se mantuvo la línea marcada por Maialen Chourraut desde Londres 2012 con el bronce de Pau Echaniz, en las aguas tranquilas hubo un ligero retroceso y una sensación de que no se alcanzaron las preseas deseadas o esperadas, a la vista de los resultados alcanzados durante el ciclo olímpico.
Craviotto fue sin duda el gran protagonista, al convertirse en leyenda con su sexta medalla y dejar atrás a todo un referente del piragüismo y del deporte como David Cal. Su bronce en el K4 500, junto a Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade, le sitúa en lo más alto del Olimpo español.
Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez lograron la otra medalla de la selección española en el esprint, al colgarse el bronce en C2 500, un podio de gran valor y del reconocimiento para los canoistas, que no pudieron encontrar el premio por medio de Antía Jácome y María Corbera tanto en C2 500 entre ambas -sextas- como en el C1 200 la gallega -cuarta-.
Marcus Cooper y Adrián del Río se quedaron a nueve centésimas del bronce en K2 500 y el K4 500 femenino de Sara Ouzande, Estefanía Fernández, Carolina García y Tere Portela, que compitió en sus séptimos Juegos, añadió a la lista una sexta plaza, en otro resultado notable.
Pero pese a ello, hubo un retroceso en el canal de aguas tranquilas respecto a los anteriores Juegos Olímpicos, y a los Mundiales de Copenhague, Halifax, donde España alcanzó la cima del medallero, e incluso el del año pasado en Duisburgo.
Dentro del buen nivel medio, que no alcanzó para incrementar el número de podios, para dejar unas sensaciones plenas, el piragüismo español siguió siendo protagonista cuanto menos de finales, tanto en esprint como en eslalon, donde Pau Echaniz logró una medalla inesperada en K1 al lograr un bronce de un mérito espectacular.
La 'capitana' Maialen Chourraut, triple medallista olímpica (bronce en Londres 2012, oro en Río 2016 y plata en Tokio 2020), tuvo arrestos para meterse en la final de K1 a sus 41 años y de no haber sido por un error podría haber terminado en un puesto superior al duodécimo.
A Miquel Travé se le escapó el podio en C1 por un toque de la hebilla del casco en una puerta y se tuvo que conformar con la quinta posición, pero su actuación, junto a la de Echaniz y Miren Lazkano, décima, dada su juventud, presagian un futuro esperanzador.
En total, un buen número de finalistas y diplomas y tres medallas en Vaires-sur-Marne que sitúan al piragüismo a la cabeza de los deportes españoles en los Juegos Olímpicos, con 23 preseas (cinco oros, diez platas y ocho terceros puestos), al superar a la vela, que se queda con 22 (14-5-3).
Los palistas españoles siguen siendo competitivos, pero ha quedado comprobado en París 2024 que las grandes potencias se mantienen con vigor y que llegan otras, como los sorprendentes australianos, empujando fuerte.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
Salud sin fronteras
La IA y la humanización
Visto y Oído
Voces
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Nuestro maravilloso Elon
No hay comentarios