Ana Prieto lleva a Los Barrios al Mundial sub-20 de atletismo
Atletismo | Campeonato del Mundo sub-20
La velocista del Bahía de Algeciras afronta desde el día 26 el Campeonato del Mundo en Perú
La seis veces campeona de España competirá en la prueba individual de 400 y en los relevos 4x400 femenino y mixto
En el horizonte, el sueño de convertirse en deportista olímpica
La barreña Ana Prieto logra mínima para el Mundial sub-20
Ana Prieto, que defiende los colores del Bahía de Algeciras, cuenta las horas para afrontar el Campeonato del Mundo de atletismo de categoría sub-20, que se celebrará desde el 26 al 30 del presente mes de agosto en el Estadio Atlético de la Villa Deportiva Nacional en Lima (Perú), el mismo escenario que acogió los Juegos Panamericanos de hace cinco años. La velocista de Los Barrios competirá en la prueba de 400 metros, así como en los relevos 4x400 tanto femeninos como mixtos. Estar en la final individual sería “un sueño” al que, dada la marcha de su temporada, no renuncia. Como tampoco a otro, a más largo plazo, acudir a unos Juegos Olímpicos.
La presencia de Ana Prieto en un Mundial no es precisamente fruto de una casualidad. De la mano de su mentor y entrenador, el incansable Saúl Sáez (responsable en gran medida de este éxito), las llamadas por parte de la selección nacional han acabaso por convertirse en algo frecuente. Ya fue bronce con el relevo sueco en el Europeo sub-18 de Jerusalem (Israel), la misma ciudad que le vio firmar una histórica séptima plaza el Campeonato de Europa sub-20. Ha sido seis veces campeona de España en los 400, ganó el Encuentro Internacional sub-20 de París y, entre otras cosas, posee cinco récords de Andalucía entre las categorías sub-18 y sub-20, tanto en pista cubierta como al aire libre. La segunda mejor marca española sub-20 de todos los tiempos (53.04) le abrió la puerta de la cita en Perú, que va a marcar un antes y un después en su brillante carrera.
La deportista barreña es una prófuga de la gimnasia rítmica, la modalidad que comenzó a practicar cuando era pequeña. El centro de Palmones al que acudía cerró sus puertas y decidió mudarse al atletismo. De eso hace unos siete años. “Como soy alta, me preguntaban por qué no hacía baloncesto, pero a mí me tiraba más el atletismo”, dice casi como si tuviese que justificarse esta deportista a la que no le gusta demasiado llamar la atención.
“Cuando empecé en el atletismo hacía un poco de todo, pero a los dieciséis ya me centré en los 300, que son los 400 que vengo haciendo desde que tengo dieciocho”, detalla. “Es la misma prueba, pero con otra distancia”.
La internacional barreña estudió en el Instituto Carlos Cano de la Villa y ahora continúa su formación, ya universitaria, en Málaga, donde estudia Fisioterapia. Lo hace compatible con sesiones durante la semana, la mayoría de ellas en las instalaciones de Carranque, y con un intenso trabajo los fines de semana en Algeciras. En las últimas semanas está trabajando tanto que los domingos y festivos, en los que no hay pistas abiertas en el Campo de Gibraltar, se desplaza incluso a Estepona (Málaga) para poder llegar al Mundial en óptimas condiciones.
Ese nivel de sacrificio igual no tiene el feedback que supondría el reconocimiento público e institucional. El que sí tendría, posiblemente, si practicase otra modalidad. “Es lo que nos ha tocado con este deporte. Bueno con éste y con otros muchos”, dice sin esconder un cierto tono de reproche. “A mí nunca me ha parado nadie por la calle para decirme oye que me he enterado que vas a un Mundial o algo así y seguramente si fuese en otra modalidad deportiva la realidad sería muy diferente”.
“De hecho yo soy consciente de lo importante que es para mí la carrera universitaria, porque sé lo difícil que es vivir del atletismo y que, si lo consigues, que ya es complicado, es por un tiempo muy corto”, abunda en el razonamiento. “Yo voy a intentar llegar lo más lejos posible y hacer compatible ambas cosas. A ver hasta dónde llego”.
“No tiene nada que ver con que seas hombre o mujer, sino que hay deportes y deportes”, se extiende. “Hay muchos que solo suenan para el gran público en los Juegos Olímpicos. Ir a uno de ellos sería un sueño. Yo creo que el que tiene todo deportista”.
La discípula de Saúl Sáez afronta el Mundial sin establecerse un objetivo muy definido. “Ir pasando rondas”, desliza. “Evidentemente lo que persigo es llegar a la final, pero igual eso es una quimera, quizás es más realista pensar en las semifinales”.
Con independencia del resultado final, lo que tiene claro Ana Prieto es que desea disfrutar de la experiencia. “Durante un tiempo, antes, durante y después, te cambia la vida. Las tres últimas semanas me he centrado en entrenarme para llegar lo mejor posible”, explica con rotundidad. “Lo que tengo claro es que es una experiencia que me llevo”.
Cuestionada sobre si la vida de una atleta de élite de 18 años es muy diferente a la de cualquier otra chica de su edad responde: “A ver, es evidente que tienes que renunciar a algunas cosas, pero a mí personalmente me merece la pena. La gente que me rodea, incluso mis amigas, hace dos años igual sí me decían que me estaba perdiendo cosas, pero ahora al contrario, son las primeras que se alegran de mis logros y me animan a seguir adelante”.
“No hace falta que explique que tengo que dejar de hacer algunas cosas, pero no me cuesta, porque a mí lo que me gusta es el atletismo. Me lo paso bien entrenándome”, finaliza, en la enésima demostración de que esa afirmación de que a los jóvenes no les gusta el sacrificio, que a base de repetirse parece convertirse en dogma, tiene infinitas excepciones. Ana Prieto es una de ellas.
Otro atleta del Bahía de Algeciras, el sevillano Alejandro Rueda, estará presente en este Campeonato del Mundo. Lo hará como integrante del equipo masculino del 4×100.
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