Y comieron perdices
Aficionados y plantilla festejan de manera conjunta en Murcia, entre aplausos y vítores, la permanencia
Pandalone: "Salvarse era muy importante, nos lo merecíamos todos"
Lágrimas, muchas lágrimas. Y aplausos mutuos. No había terminado de oírse ese triple pitido que daba final a la temporada cuando el presidente de la Real Balompédica, Raffaele Pandalone, ya estaba sobre el césped abrazándose a sus jugadores, a algunos de los cuales tuvo que levantar del césped, donde celebraron una salvación agónica. Poco después, directiva, técnicos y futbolistas caminaban brazos en alto hacia la zona donde se encontraban los hinchas albinegros en la Nueva Condomina. Una fiesta en toda regla.
Aplausos y cánticos para Ismael Chico, al que muchos quisieron enterrar no hace tanto y que ha ejercido de capitán cuando era preciso. Y para el presidente. Y para todos. Después al vestuario. Carreras, aguas, abrazos y más abrazos. La liturgia de un éxito. Apenas dentro de unos días algunos de ellos se separarán para siempre. Pero ayer, durante el periodo de los festejos, jugadores y técnico se sintieron hermanos.
Pero no solo en Murcia se celebró. Alguna comunión en La Línea perdió durante un largo rato su sentido inicial para dar paso a una fiesta paralela, donde los colores eran el blanco y el negro.
"Nos lo merecíamos todos", sentenció Pandalone. "Quedarse en Segunda B era muy importante para todos, para la ciudad, para el club... desde el primero hasta el último en el club merecíamos quedarnos en la categoría".
A pesar de que su equipo encarriló el encuentro nada más comenzar la segunda mitad, el empresario italiano sostuvo que había "sufrido muchísimo" a lo largo de la tarde.
"Es que no son estos noventa minutos, ésta es una tensión que llevamos acumulada durante mucho tiempo todos los directivos, todos los jugadores, los aficionados... pero al final cuando se gana todo se ve de otra manera", agregó.
"A mí no me gustan las cosas fáciles, es más bonito si antes me complico la vida y luego la cosa acaba bien", afirmó el mandatario, mitad en broma mitad en serio.
"También quiero resaltar que esta plantilla merece salvarse como se ha salvado", continuó Pandalone, que aseguró que la única decisión que iba a tomar a lo largo de lo que quedaba del día era "descorchar una botella y brindar" por la permanencia.
Raffaele Pandalone conversó anoche telefónicamente con el alcalde de La Línea, Juan Franco. Como balonos, ambos se felicitaron mutuamente. Y quedaron citados para el mañana martes. Y es que el futuro empezará pronto a escribirse.
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