¿Cuál dijo que era el filial? (3-2)

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La Balompédica cae víctima de errores infantiles en las dos áreas pese a no ser inferior al rival

Los albinegros no se rinden con 3-0 y disponen de ocasiones para la igualada

Mario Gómez sale al paso del bético Loren Morón.
Mario Gómez sale al paso del bético Loren Morón. / Fotos:d.s. Y E.d.
Rubén Almagro

15 de enero 2018 - 02:05

La Balompédica viajó a Sevilla para disfrazarse de su rival, para ejercer de equipo imberbe, inmaduro y ceder tres puntos en un duelo de esos que igual se echan en falta a final de Liga. El resumen del encuentro es bien sencillo: el equipo de La Línea fue peor en las dos áreas, que es donde se ganan los dineros, donde se aumenta o se dilapida el prestigio. Por un lado regaló no uno ni dos, sino los tres tantos al equipo de las trece barras, que salvando algún escarceo al final cuando ya estaba en marcha la ruleta rusa, casi se puede decir que anotó en el cien por cien de sus auténticas ocasiones de gol. Por si no fuera suficiente, los albinegros malograron con diferentes resultados (incluso con el 0-0) tres claras oportunidades que le hubiesen podido servir incluso para paliar los efectos de su inaceptable orgía de desastres en la retaguardia. Puede parecer ventajista, pero en este equipo, mientras alguien no demuestre lo contrario, Joe tiene que ser titular.

La Balona vuelve al punto de partida. Los resultados de la jornada colocan otra vez al equipo de La Línea con un ojo en la zona alta y otro en los temidos suburbios de la clasificación. El fútbol castigó a un equipo que fuera de las áreas no jugó ni mucho menos un encuentro paupérrimo (más bien aceptable), pero que fue acumulando a lo largo de los noventa minutos errores, mayúsculos, más propios de un filial que de una escuadra cuajada y con galones.

El primer tiempo fue más tedioso que el segundo. Sucedieron menos cosas. Unos y otros alargaban de manera cansina sus posesiones pero sin encontrar la vía de agua del rival. Así y todo fue la Balompédica la única que pudo marcar.

En el minuto tres Juampe sorprendió dentro del área con un recorte hacia dentro y un latigazo al primer palo al que replicó Pedro como buenamente pudo. Y en el 24' se produjo la jugada que debió cambiar el rumbo de los acontecimientos. El balón le llegó a Stoichkov en el borde del área pequeña pero le pegó mordida y el cancerbero local desbarató con los pies.

Aunque el Betis Deportivo no llegaba ya por entonces se vio que la defensa albinegra estaba demasiado caliente, precipitada. Olmo le pegó un pisotón sin venir a cuento a Loren que, de haber sido apreciado por el árbitro, hubiese supuesto la expulsión. Un síntoma de que no estaba lo centrado que reclamaba el partido. Porque una cosa es que se reclame contundencia y otra muy diferente, que eso se sustituya por irresponsabilidad. Y menos aún si quien la comete ya dejó a su equipo con diez en Las Palmas cuando apenas había transcurrido un ratito de partido.

Los dos equipos estaban ya pensando en los reparadores minutos del descanso cuando Liberto se adentó en el área y se cruzó con Mario Gómez. El atacante se salía de la vertical del marco y el defensa metió la pierna. Entre que el futbolista del Betis Deportivo puso mucho de su parte y que existió el contacto, el linier lo tuvo fácil para advertir al árbitro de que aquello merecía la pena máxima. El propio zancadilleado tomó el balón como si fuese suyo y aunque Javi Montoya adivinó la trayectoria, no tuvo opciones.

Era el tan temido gol psicológico, que esta vez cumplió con su cometido. Cobos no tomó medidas en el descanso esperando un poco el devenir de los acontecimientos y estos acabaron por engullir a la Balompédica. En el 51' Olmo cometió otro de esos penaltis que llevan a los entrenadores al borde del suicicio. Esta vez fue sobre el pichichi Loren y fue él mismo quien asumió la responsabilidad de ejercutarlo. Y acertó (2-0).

El equipo de La Línea se manejaba como un boxeador noqueado que pretende seguir en pie. Dando bandazos. Y un lanzamiento en largo provocó que se fuese a la lona. Olmo salió a interceptarlo, medio se resbaló medio tardó en despejar, el caso es que Loren le robó el esférico y se fue sin oposición hacia el marco. Cuando Javi Montoya alcanzó a salirle al paso se la envió a Rober para que empujase a puerta vacía.

Con el partido perdido el técnico balono dio entrada a Gato en lugar de un desaparecido José Ramón, Parecía que era demasiado tarde, que esas sustituciones debieron llegar antes. Pero si algo hizo bien la Balona ayer fue no bajar los brazos. Sana retrasó su puesto al eje de la zaga y fue Juampe el encargado de distribuir el juego, que se volvió más coherente y también más ambicioso.

La reacción ya se había dejardo sentir incluso antes. En el 60' Stoichkov estrelló el esférico en el larguero desde la frontal del área y fue en el 62' cuando un centro de Sergio Rodríguez no pudo ser rematado por Wilson Cuero -quién sabe si no fue objeto de penalti- pero Zamorano rescató el esférico cuando se perdía por la línea de fondo y centró atrás para que Gato acortase distancias.

Desde ese instante el partido fue un frontón. La Balona quería, porque no se sentía derrotada. En el 66' Pedro rechazó un disparo de Juampe y lo dejó en pies de Wilson Cuero. Solo, a puerta vacía. No se sabe muy bien como lo hizo, pero el colombiano, que se había reventado a correr, consiguió mandar el balón fuera. Una pena, porque queda la sensación de que si llega el 3-2 en ese momento, el desenlace hubiese sido otro.

En el 70 el cancerbero se tuvo que emplear a fondo para frenar un buen disparo de Madrigal.

La entrada de Julio Gracia permitió al equipo bético tener más el balón y que se rebajase la sensación de angustia, pero la Balona seguía erre que erre y en el 84' Madrigal logró un golazo de falta desde el borde del área.

En lo que quedaba de partido a los linenses le pasó factura la angustia, el ver el milagro tan cerca y no poder llegar a él. Porque no llegó.

La Balompédica pagó con un castigo mayúsculo, la derrota ante uno de los inquilinos de la zona de descenso, el mayor de los pecados capitales del fútbol: errar en las áreas. Puede que incluso después de haber sido superior en los otros espacios del campo. Pero con eso no basta, casi se puede decir que tampoco importa. La clasificación del grupo IV se aprieta. Y vuelven los miedos.

Pedro H

Pozo l

Redru H

Dan Ojog l

Nacho l

(M. Rodríguez, 89')sc

David Hinojosa H

(Julio Gracia, 67') H

Liberto H

(Alonso, 67') sc

Irizo H

Aitor H

Rober HH

Loren HH

Javi Montoya sc

Sergio Rodríguez H

Olmo l

Mario Gómez l

(Zamorano, 60') H

Luis Madrigal HH

Juampe HH

Ismael Chico H

(M. Abenza, 75') sc

Sana H

José Ramón l

(Gato, 55') H

Stoichkov H

Wilson Cuero HH

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