La eterna rivalidad
Algeciras CF - Real Balompédica Linense | El Clásico
Algeciras y Balompédica se reencuentran en Segunda B después de tres temporadas de paréntesis para vivir un Clásico que cumple su 32º capítulo en terreno algecireño
La cuenta atrás hasta el domingo parece interminable. Cuanto más se acerca la hora, más largo se antoja el tiempo que el Algeciras y la Balona han estado sin verse las caras en un terreno de juego con puntos de por medio. La espera toca a su fin con el reencuentro de los eternos rivales del Campo de Gibraltar. Más de cuatro años después, tras 1.540 días, el derbi Clásico de la comarca volverá a vivirse en el Nuevo Mirador el domingo 8 de diciembre (17:00).
Un Algeciras-Balona o un Balona-Algeciras escapa de cualquier lógica y representa todo lo inexplicable de ese sentimiento que mueve el fútbol más auténtico, el más puro, ese que mueve montañas como una fuerza sagrada. Los aficionados de Algeciras y de La Línea, y seguramente de buena parte de la comarca, centrarán sus ojos el domingo en un derbi que se pierde en el tiempo y que se juega siempre aunque sea sin balón, aunque los dos equipos estén en distinta categoría. El pique vive ajeno a todo.
Será la trigesimosegunda entrega liguera en suelo algecireño de este apasionante duelo que arrastra a tantas almas y que vuelve a ser de Segunda B, como lo fueron los dos anteriores (2015/16 y 2013/14).
Si para la vez anterior hubo que esperar casi un año y medio, el último paréntesis ha privado a la comarca del Clásico durante tres temporadas, las tres que el Algeciras invirtió para regresar a la división de bronce, en la que la Real Balompédica Linense se ha asentado en la última década.
Algo más de cuatro años han transcurrido desde aquel último Algeciras-Balona en el estadio de La Menacha. Corría el 20 de septiembre de 2015, la quinta jornada del grupo IV, y un tempranero gol del capitán algecireño Iván (5’) inclinó la balanza de un encuentro muy disputado. Los albirrojos, con Baldomero Hermoso Mere –ahora triunfa en Segunda con el Fuenlabrada–, se desquitaron de su eliminació copera ante una Balona viva en el torneo del KO pero que había comenzado peor el campeonato. Rafa Escobar –ahora el míster del Europa de Gibraltar– pilotaba la nave blanquinegra.
El Clásico en Algeciras de la 13/14 también dejó el triunfo en casa. Fue el 6 de abril de 2014 en la 33ª jornada del grupo IV. Aquella tarde el pulso se lo llevó el más necesitado de puntos. Alfaro hizo doblete, el segundo de penalti, y dio una alegría a los albirrojos que ya acariciaban una salvación que al final acabó en una enorme decepción con el descenso en la fase de permanencia perdida en Mestalla con Manolo Sanlúcar al frente. La derrota minó la moral de una Balona consolidada que veía esfumarse el sueño de volver a vivir una promoción de ascenso a Segunda. Eso sí, el billete para la Copa del Rey premió a los de Rafa Escobar por su regularidad.
El envite del domingo supone el octavo Clásico comarcal en la actual Segunda división B. Hasta que se produjo en la 2013/14, había que remontarse mucho para desempolvar uno en la categoría de bronce, hasta el 16 de diciembre de 2001. Aquella tarde de comienzos de siglo fue devorada por la noche ya que un apagón de luz que afectó a Algeciras y Los Barrios provocó un parón de 50 minutos en el Nuevo Mirador. Era la 16ª jornada y otro penalti a favor de los albirrojos, sobre Quiñonero y marcado por Julio Capretta, inclinó la balanza para un equipo algecirista que alivió su crisis en el debut en el banquillo de José Ángel Moreno ante el bloque comandado por otro clásico en sí mismo como Gabriel Navarro Baby. Siete jornadas llevaba sin ganar ese Algeciras.
Desde el primer antecedente en categoría nacional del que se tiene constancia, disputado en la temporada 1943/44 y que se saldó con una goleada por 4-0 favorable a los albirrojos, han sido treinta y uno los Clásicos oficiales ligueros que se han celebrado en terreno algecireño: algunos muy buenos, otros menos pero todos intensos, con sus batallitas y protagonistas y con una legión de futbolistas y algunos entrenadores que lo han vivido en ambos bandos.
El balance de triunfos es favorable al Algeciras con diecisiete victorias por seis de los balonos, aunque el equipo de La Línea puede alardear de haber puntuado en catorce de sus visitas, un dato que no está nada mal. Los balonos llevan dos derrotas seguidas en el Nuevo Mirador pero sumaron las tres anteriores.
Antes de los reencuentros en Segunda B, Algeciras y Balona acostumbraron a citarse en Tercera división. En la Liga 2010/11, el 8 de diciembre de 2010 (17ª jornada) –el mismo día que este domingo–, la Balompédica logró su último triunfo en Algeciras. Fue un miércoles por la noche, un choque de igualad máxima hasta que otro penalti, este cometido sobre Juampe y marcado por el algecireño Copi, decantó la balanza para el cuadro de La Línea. El propio Juampe firmó la sentencia de un resultado que impulsó a los de Escobar a su imparable ascenso y mermó a un conjunto algecirista que se dejó su pase a la liguilla la última jornada en El Puerto de Santa María, el día que Pablo Sánchez dimitió.
El duelo de la campaña 09-10 se saldó con tablas sin goles. “Un derbi que ni fu ni fa”, tituló este periódico ante el temor a perder de ambas escuadras. Ese día pitó el malagueño Chavet García, el responsable de arbitrar el próximo domingo. Mucho más emocionante fue el envite de la 06-07 cuando la Balona consiguió el empate en el último minuto con un gol de Noel. El equipo linense fue el único que no conoció la derrota aquella temporada frente a un Algeciras memorable que se proclamó campeón de grupo y dio el salto de categoría de la mano de Manolín Núñez. La temporada 2000-01 se celebró el primero en el Nuevo Mirador con un 3-2 para los de casa.
El último antecedente del Clásico en el desaparecido Mirador se remonta a la década de los noventa, el de la campaña 1997-98: empate a dos con un tanto del balono Acris en el tiempo de descuento. El césped del demolido estadio fue el protagonista durante toda la semana ya que las continuas lluvias no permitieron que se cortase hasta el último momento.
El Clásico del domingo se presenta con muchas urgencias en el Algeciras de Emilio Fajardo, que ocupa puestos de descenso y se encuentra en pleno proceso de elecciones, y con bajas en la Balompédica de Jordi Roger, que acumula dos empates, pero suma ocho puntos más que su eterno rival.
Cada capítulo entre Algeciras y Balona es un mundo, un partido único que no entiende de números, y a buen seguro que cada aficionado tiene su preferido, sus anécdotas, sus recuerdos, sus alegrías y sus penas. Esta rivalidad inseparable y centenaria, que debe ser una fiesta por encima de todo, ya se prepara para escribir una nueva página de esta historia interminable.
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