Hazaña en el kitesurf: primer salto del mundo por encima de un avión

El especialista Lasse Walker consigue el desafío en Ciudad del Cabo con la colaboración del piloto Luke Czepiela

El kitesurfista Lasse Walker, durante el salto.
El kitesurfista Lasse Walker, durante el salto. / Sebastian Marko

El kitesurfista de big air extremo Lasse Walker ha conseguido una hazaña pionera en el mundo del kitesurf frente a la playa de Dolphin, en Ciudad del Cabo, al completar un impresionante salto en el agua sobre el avión a baja altura del magistral piloto de la Red Bull Air Race Łukasz Luke Czepiela.  

En un emocionante despliegue de habilidad, sincronización y valentía, dos íconos de los deportes extremos llevaron sus disciplinas a un nuevo nivel, cautivando al público con una hazaña histórica. El legendario kitesurfista Ruben Lenten y Kevin Langeree, junto con el nativo de Noordwijk, han revolucionado el mundo del kitesurf con hazañas sorprendentes como saltar sobre cargueros y muelles. En esta ocasión, Walker, un destacado profesional desde 2015, sumó un nuevo logro a su carrera al realizar un salto extraordinario sobre el avión pilotado por el polaco Łukasz Czepiela, conocido por su maestría en la aviación. 

Czepiela, ganador de la Red Bull Air Race en Estados Unidos y Japón y campeón de la Challenger Class de 2018, aporta décadas de experiencia y dedicación al arte de la aviación lenta, perfeccionada tras su histórico aterrizaje en el helipuerto del Burj Al Arab en Dubái. Esta colaboración fue el resultado de dos años de preparación meticulosa, con la seguridad y precisión como prioridades.

Walker recordó cómo surgió la idea: "Volvía de Estados Unidos y, al tener vientos en contra durante el vuelo, pensé: si un avión lento vuela contra el viento, puedo saltar sobre él". Durante la planificación, Walker entrenó incansablemente para garantizar su consistencia, realizando miles de saltos con equipos de medición y drones. 

El pasado jueves, en condiciones ideales cerca de la costa, Walker alcanzó una altura de 15 metros sobre el agua y logró sobrevolar el avión de Czepiela con una precisión impecable. "Tuvimos el kicker y el timing perfectos. Luke volaba bajo, salté por encima, hice el bucle con mi cometa y miré directamente a la cabina. Todo salió a la perfección", compartió entusiasmado Walker. 

Por su parte, Czepiela enfrentó ráfagas de viento de más de 50 km/h mientras mantenía su avión estable y maniobraba a baja altitud. "Estás intentando no entrar en pérdida y el avión no es muy maniobrable. Entonces miro al frente y hay un tipo en el agua con una cometa encima. Tira y vuela por encima del avión. Fue muy surrealista", explicó el piloto.

Esta hazaña sin precedentes marca un hito en la historia de los deportes extremos, dejando un legado de innovación, trabajo en equipo y una audaz visión para desafiar los límites de lo posible.

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