Otros tres implicados en la Operación Galgo defienden su inocencia

Varios implicados en la Operación Galgo que está sacudiendo al atletismo español defendieron ayer su inocencia ante la jueza que investiga una supuesta trama de dopaje. Los atletas Reyes Estévez y Nuria Fernández y el preparador José Luis Pascua, entre otros, declararon ayer ante la juez que instruye el caso.

"Estuve en el lugar equivocado en el momento equivocado", dijo Estévez, ex campeón de Europa de 1.500 metros. "Aquí lo que hay es mucho arroz y poco pollo", señaló dudando de todo el material que dio lugar a la operación, en la que también está envuelta Marta Domínguez, vigente campeona del mundo de 3.000 metros obstáculos.

Estévez hizo especial hincapié a su salida en que había declarado como testigo porque apareció en unas fotos de una reunión, en la que "no hubo sustancias dopantes". "Estoy tranquilo porque nunca utilicé ni vi sustancias prohibidas", afirmó. El ganador de dos medallas de bronce mundialistas tenía como entrenador a Manuel Pascua Piqueras, uno de los imputados en el caso por un delito contra la salud pública.

Por su parte, Nuria Fernández, campeona de Europa de 1.500 y también dirigida por Pascua, se mostró "tranquila" en su declaración como testigo. "Me considero inocente, tengo la conciencia tranquila", agregó. "No leo la prensa porque me darían ganas de clavarme un cuchillo", dijo.

La palabras de Fernández coincidieron con las del preparador José Luis Pascua, hermano de Manuel Pascua: "Soy totalmente inocente y estoy al margen de la Operación Galgo". "Confío en la justicia y en que esto se resuelva cuanto antes, aunque ya me ha causado un daño irreparable", lamentó sin querer hablar de su hermano.

Entre los 14 imputados por este mediático caso destacan la atleta Marta Domínguez, Fuentes, los entrenadores Manuel Pascua y César Pérez (técnico de la campeona del mundo de 3.000 obstáculos), el corredor Alberto García y el representante de deportistas José Alonso Valero.

Hace dos semanas, el ex corredor de mountain bike Alberto León, implicado en la Operación Galgo, apareció ahorcado en su domicilio de El Escorial.