Un informe obliga a cerrar una parte del Municipal

La línea/La Real Balompédica tendrá que jugar durante varios meses en un Municipal acotado en el que prevé instalar gradas supletorias como media paliativa. Es la consecuencia de que un informe técnico municipal que será público en un par de días obligue a dejar de utilizar la parte del estadio que queda cobijada por el voladizo de Tribuna. El alcalde de La Línea, Juan Franco, se lo notificó en la mañana de ayer verbalmente al presidente de la entidad, Raffaele Pandalone, al que explicó que en espera de la confirmación por escrito existe la certeza de que sea necesario demoler la visera. El Consistorio agiliza ahora las obras para adecentar la zona dañada de Preferencia y que ésta pueda volver a ser utilizada en su totalidad, lo que no sucedió el pasado domingo durante el Balona-Atlético Malagueño.

Los técnicos municipales de La Línea, con Manuel Cruz a la cabeza, están finalizando un informe que hace hincapié en el peligro de desprendimientos de la visera del Municipal, de la que ya han caído algunos cascotes en las últimas semanas. Desde ayer mismo quedó prohibido el acceso a esa zona del recinto deportivo, desde la que siguen los partidos de la Balona la mayor parte de los aficionados que acuden a Tribuna.

En la edición del pasado 6 de septiembre, Europa Sur, en un artículo que se refería al posible traslado del Municipal a una zona más cercana al parque Princesa Sofía de acuerdo al nuevo Plan de Ordenación Urbana, ya advirtió que en el transcurso de la presente competición sería necesario acometer mejoras en el estadio, y añadía: "Como consecuencia de las mismas no es descartable que a lo largo de la presente andadura los aficionados que acudan a presenciar alguno de los encuentros de la Real Balompédica tengan que reunirse en una sola grada (ya sea Preferencia o Tribuna) mientras la otra esté siendo restañada".

Ayuntamiento y Balompédica trabajan ahora de manera conjunta para que de cara al compromiso que los de Jordi Roger disputarán dentro de dos semanas con el Sevilla Atlético ya estén colocadas unas gradas supletorias en la parte inferior de la Tribuna. La misma podría albergar a unas 1.500 personas. En principio esa decisión está sujeta a costes y permisos. Los desembolsos que propicia tanto la instalación de la mencionada grada portátil como el seguro correspondiente corren por parte del erario público.

De forma paralela operarios municipales trabajan desde la mañana de ayer para adecentar la parte alta de la Preferencia (la más cercana al mar) que el pasado domingo en el duelo entre Balona y Atlético Malagueño solo pudo ser utilizada en parte, ya que en las semanas previas se habían desprendido algunas hileras de asientos, a las que la corrosión había pasado factura.

El objetivo de esta mejora de urgencia es recuperar en el menor tiempo posible la capacidad total de esa parte del coliseo balono (unas 6.000 localidades) para garantizar que todo el que quiera presenciar los partidos pueda hacerlo. En opinión de muchos aficionados, eso haría inncesaria la utilización de una grada supletoria en la otra mitad del recinto.

En la reunión que ayer mantuvieron las autoridades municipales y la directiva se barajó la posibilidad de que la Balona jugase temporalmente en otro estadio. Pero hay que tener en cuenta que la envergadura de la obra y los plazos necesarios para cumplir con el proceso burocrático van a propiciar que la situación se prorrogue durante meses, así que la opción del éxodo a Los Barrios, Estepona e incluso Marbella ha quedado, en principio, totalmente descartada.

La directiva apela a la paciencia y la buena voluntad de sus hinchas para sobrellevar una situación devenida de la que el club no es responsable.

El alcalde, Juan Franco, reseñó que los técnicos municipales, a la espera de hacerle llegar el informe, le han advertido de que existe "riesgo de desprendimiento de cascotes" y que las conclusiones oficiales del informe serán "remitidas a la Balona antes que a nadie".

Franco entiende que "con buena voluntad" todos los aficionados, entre los que él mismo se encuentra, podrían reunirse en la zona de Preferencia y no quiso adelantar ni el presupuesto y la duración de las obras "entre otras cosas porque existirán varias posibilidades alternativas".