Una noche como la de los trofeos

Ocho mil almas se reunieron ayer para reverdecer en el Municipal el recuerdo de las noches de los trofeos Ciudad de La Línea. Con dos grandes sobre el terreno de juego, aunque a los visitantes les pasó factura el césped sintético, los hinchas acudieron en gran número ataviados con las bufandas conmemorativas de este duelo que se vendieron tanto en los días precedentes como en el mismo escenario del choque, pero los tempraneros tantos del conjunto visitante, que guillotinaron cualquier atisbo de sorpresa, aplacaron los ánimos hasta tal punto que, sobre en la grada de tribuna, apenas se escucharon esos cánticos que suelen acompañar a los encuentros del equipo de La Línea.

En pequeñas dosis y tratados en todos los casos como se merecen, se dejaron ver grupos de aficionados del Athletic, que por una noche se sintieron como en casa.

Ahora toca esperar dos semanas y, para un importante número de balonos, se acerca la posibilidad de ver a su equipo jugar en el mejor campo del planeta. La otra parte del premio.