El peligro lleva por nombre Tariq
Fútbol l Segunda división B
La Balona visita el domingo al Puertollano, en el que milita el máximo realizador del grupo cuarto, que lleva anotados doce goles en otros tantos encuentros
No era un tiempo cómodo para seguir viviendo en ese escenario. En Dubai habían nacido sus hermanos Omar y Nura. Tariq, el pequeño de un matrimonio formado por un padre italiano, de Verona, y una madre manchega, de Pedro Muñoz, paisana de Juande Ramos, nació en Sharjah, ciudad de los Emiratos Árabes donde su progenitor trabajaba en una empresa de neumáticos.
Tariq nació el 21 de junio de 1980. Al día siguiente, Alemania ganaba la Eurocopa de Italia al vencer en la final a Bélgica. A Italia se desplazará la familia en cuanto se precipiten los acontecimientos. Tariq se limita a decir que "empezó la guerra y nos marchamos de allí". La guerra o las guerras. Unos días antes del nacimiento de Tariq, trece ministros de la OPEP deciden aumentar el precio del barril de petróleo. El 20 de junio, víspera de su advenimiento al mundo, Iraq elige su Parlamento. El 22 de junio, en su primer día de vida, la Unión Soviética comunica la retirada parcial de tropas de Afganistán.
Cuando Isabel, la madre de Tariq, manchega que pertenece a la saga de los Cebolla, se queda embarazada del tercero de sus hijos, el mundo árabe está convulsionado por el secuestro de los 52 rehenes norteamericanos capturados tras el asalto el 4 de noviembre de 1979 de la embajada de los Estados Unidos en Teherán por estudiantes iraníes. La liberación, catorce meses más tarde (20 de enero de 1981: Tariq cumple siete meses) ya le ha costado la derrota electoral a Jimmy Carter en la Casa Blanca, vencido con el guión cinematográfico de la política internacional por Ronald Reagan.
El 22 de septiembre de 1980 aviones iraquíes bombardean los campos petroleros iraníes de Abadán y desencadenan la guerra de Irán contra Iraq. El pulso sangriento entre Sadam Hussein y el imán Jomeini. El italiano y la manchega deciden hacer las maletas. Tariq echa a andar en Verona, la patria chica de su padre.
Tariq Spezie Sevilla es su nombre completo. Su madre se apellida Sevilla y es paisana de Juande Ramos. Paradojas de la genealogía. Y además su hijo se hizo un hueco en el mundo del fútbol. Ha querido el destino que tras recorrerse media España del tercer escalón del fútbol nacional (la Segunda B), Tariq triunfe en la Mancha, la patria materna. El hijo del veronés y la manchega es el máximo realizador del grupo IV de Segunda B y uno de los mejores artilleros del fútbol español con doce tantos en doce partidos, sólo superado por el estratosférico Eto'o.
Como se llama Tariq y en su ficha aparece el nacimiento en los Emiratos Árabes, cuenta con cierta gracia que "han venido de algunos equipos árabes con intención de ficharme porque creen que soy de allí". No habla árabe, pero marca goles con la eficacia del mítico guerrero en el que su padre se inspiró para bautizarlo. "Porque siempre dice que es español y católico", dice alguien próximo.
Tariq ben Zaya cruzó el Estrecho de Gibraltar en 711 con siete mil guerreros y con ayuda de cinco mil bereberes derrotó al visigodo don Rodrigo en la batalla del Guadalete. La montaña donde encontró refugio debe su nombre a aquel caudillo: Gibraltar. El guerrero y el futbolista tienen en común un destino itinerante. Tariq, el hijo de Isabel, invirtió el viaje de su tocayo y cruzó el Mediterráneo en las dos primeras salidas del Puertollano para marcar sendos goles en Ceuta y Melilla. 6 puntos para su equipo.
Si el Tariq de 711 invadió Al Andalus desde África, el Tariq de 2008, con la licencia metafórica que nos da el fútbol, lo hace desde Despeñaperros. Ha colocado su estandarte en equipos andaluces a los que goleó: Linares, Écija, Lucena, Granada, Antequera, Betis B y Jaén.
"El mérito no es mío, es del equipo", dice Tariq ante su visita al feudo del Betis B con la camiseta del Puertollano, localidad que sabe de petrodólares. Se da la circunstancia de que la trayectoria balompédica de este jugador se inició en Vilobí, localidad del Ampurdán gerundense donde en tiempos se concentraba el primer equipo del Betis. Jugó en los filiales del Valladolid y Espanyol (con el primer equipo de Zorrilla llegó a entrenarse, pero no lo hizo debutar Pancho Ferraro) y siguió cubriendo etapas en Lleida, Cacereño, Palencia, Sabadell, Águilas y Puertollano.
El espectacular arranque del equipo manchego coincidió con el cese de Manolo Hierro como entrenador, sustituido por el canterano Jacobo Maestre. En vez de la quinta del Buitre optaron por la quinta del Águilas. Del equipo de la ciudad murciana llegaron a Puertollano cinco futbolistas, entre ellos Tariq, el secretario técnico y el preparador físico.
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